UN AÑO ATRÁS, LA VICTORIA MÁS TRISTE.

Hacía muy poco, la muerte de Alberto por Covid, hizo que los Canapino, Agustín, Matías, la familia, quedaran devastados ante lo inentendible; lo mismo amigos y cada uno de los componentes de la por entonces Squadra Canapino, así como conmocionado y triste el ambiente automovilístico nacional.

Fue entonces, sin tregua, que Agustin tuvo que ponerse el equipo al hombro en lo dirigencial, deportivo e incluso en lo comercial. Inimaginable apenas un par de meses atrás, cuando había nacido el nuevo emprendiento con la Squadra Canapino que iba a permitir Alberto, Agustín y Matías, abocarse de lleno a lo atinente a la competición en forma exclusiva.

¡Grítelo Canapa!, en el podio soltó todo lo que tenía guardado.

Los resultados en aquella instancia acompañaron, en San Nicolás la siguiente fecha, Agustín llegó segundo. Transcurrió el año y la impecable Chevy azul oscuro, le hizo ganar la etapa regular. De esa forma, aguardó por la Copa de Oro con puntaje extra, y muchas ansias de ofrendar el quinto título de campeón a la memoria de papá Alberto. No iba a poder ser; Mariano Werner y el potentísimo Ford pegaron el doblete campeón.

El rol múltiple afrontado por el Titán no le dio respiro, luego con el devenir de los meses, volvió a sentir que atender todos los frentes no era lo suyo, y quería volver a lo suyo una vez dejada atrás la crítica etapa post-fallecimiento de Alberto, rodeada de dolor y recuerdos.

Dedicarse a lo suyo era desde ya, abocarse a lo que hace  como muy pocos, manejar autos de carrera. Dio por finalizada la fusión comercial y técnica con el empresario Mauro Medina, dueño del Rus Med Team con quien Alberto había sellado un acuerdo, y puso su mente reubicarse. La decisión no resultó sencilla y hasta cosechó cuestionamientos puertas adentro. Se apoyó en gente de confianza de larga data, como el fuerte empresario Héctor Martínez Sosa, a la vez que Guillermo Cruzzetti, mano derecha de Alberto, hombre del riñón de los Canapino, resolvió enfilar hacia otro rumbo y se convirtió en el  responsable técnico integral del RUS Med. Puso en la mira a nuevas alternativas, en tanto el taller de alto nivel en Arrecifes ralentizó mucho la actividad (un sector, el rolo, lo alquiló Medina para su RUS Med).

Agustín de movida adelante. Nadie pudo con el, a sus espalldas hubo movimientos.

Se produjo el acercamiento con Gustavo Lema, dueño del JP Carrera, y el plan empezó a cobrar forma, Agustín se iba a sumar al JP, potenciado una vez anunciado su retiro por Guillermo Ortelli, en su carácter de director deportivo y vinculado con línea directa con Agustín. A ambos se agregó el regreso de Santiago Mangoni, tras una etapa inicial en el JP con final difuso cuando desembarcó Facundo Ardusso en 2021.

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El círculo terminó de cerrarse en el Autódromo de Concepcion del Uruguay, sede de la primera carrera sustentable del automovilismo nacional, que premió con pesos en criptomonedas a los tres mejores en las finales de Turismo Carretera y TC Pista.

Amo y señor, Agustín volvió a la victoria, y acaso haya cerrado un ciclo, el más bravo al momento de su vida personal. Canapino en suelo entrerriano, ganó, subió al podio y volvió a sonreir con ganas como antes. El alma porque no, le pudo volver al cuerpo luego de la pérdida de su invariablemente presente padre.

Repleto, acaso unas 25/28 mil seguidores, en el autódromo entrerriano le salió redondo a Agustín, al JP y a Mangoni. El balcarceño completó el 1-2 para Lema y Chevrolet, logro poco frecuente en las lides teceístas. No hubo dudas, el Chevrolet del Titán no en vano es considerado con justa razón, do por los colegas con justa razó, como el «mejor auto actual de la categoría». Lo había reflejado en las dos primeras, Viedma y Neuquen, cuando estuvo cerca de ganar sin lograrlo para provocar «frustración» en Agustín. Para colmo, en Viedma el abandono vino por el fuerte accidente de Jonatan Castellano.

No pudo con los dos Chivos, Germán Todino, el pibe de Rivera, provincia de Buenos Aires, quien reiteró a los 21 años, su potencial conductivo sobre uno de los Torino del Maquin Parts; además sostuvo la punta del campeonato seguido por otro con gran futuro, Juan Cruz Benvenuti, quinto en el Toro del Trotta Racing.

«Han sido dificiles los dos últimos años para Chevrolet, Mariano Werner y Ford y muy merecido desde ya, se llevaron los dos campeonatos últimos. Por eso este año vamos por todo, queremos que el título de campeón de TC vuelva a Chevrolet».

Agustín Canapino, de nuevo a  pleno.

 

Fotos: Prensa ACTC

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