EL TURNO DEL NUMERO 3, RUBEN GIL BICELLA

Por Carlos Saavedra

En el Turismo Carretera, el monopolio de la palabra te imaginarás quien lo ostenta, casi; sí, Oscar Aventin. Su radio de influencia ha ido agrandándose, y no se preocupa en disimularlo. Hace poco dijo “la decisión la tomé yo”, cuando anunció que la ACTC le soltaba la mano al Top Race, por lo que, como te habíamos adelantamos desde VisiónAuto, debería cobijarse en la CODASUR.

Pero no entremos en esos vericuetos, en esta nota al que escucha VA no es al “1” Aventin, ni al “2” Hugo Mazzacane; el que conversa café de por medio en su oficina, con una cuadro de San Martín sobre la pared a sus espaldas, es Rubén Gil Bicella; el secretario general de la ACTC, el nº 3. Cultor del TC, hombre de la vieja guardia; corredor, y dirigente desde hace 38 años, cuando asomó como revisor de cuentas de la directiva encabezada en ese entonces por José María Spada. Después fue prosecretario durante la presidencia de Octavio Suárez, mas tarde secretario general cuando presidió Juan Carlos Deambrosi, y ante su renuncia después de la crisis que disparó aquella desclasificación del Flaco Traverso, Gil Bicella presidíó la ACTC durante un año y medio hasta que asumió Aventin.

-¿Con Oscar Aventin al frente, la ACTC se ha hecho mas verticalista?.
-La ACTC siempre fue verticalista, siempre estuvo bien marcado los roles de cada dirigente y fue verticalista desde la época de Spada, Octavio Suarez, Deambrosi y ahora con Aventin. Siempre ha sido vertical, absolutamente, si bien en los últimos años se conformó el Comité Ejecutivo que integramos Aventin, Hugo Mazzacane, Roque Miraldi y yo.

-¿Está de acuerdo que pese a la existencia de una comisión, una persona decida en el TC?.
-Que decida no, que conduzca. Todo se analiza en el Comité Ejecutivo, y luego pasa a la comisión directiva y allí se toman las resoluciones. El verticalismo es parte del orden. Si la ACTC fuera absolutamente horizontal no habría conducción, y siempre hay un conductor. Eso sí, cada uno con su personalidad, desde Spada hasta la actualidad.

-¿La actual dirigencia de la ACTC tiene fecha de vencimiento?; hace poco el presidente del Top Race, Alejandro Urtubey, habló que su proyecto en el automovilismo es a 20 años y al mencionarlo a Aventin, consideró que podían quedarle sólo dos o tres años como dirigente.
–Eso corrió por cuenta y riesgo de este muchacho Urtubey, muy nuevo en las lides deportivas, específicamente hablo del automovilismo deportivo. El suyo es un proyecto unipersonal, en cambio el de la ACTC es orgánico, general y lo aggiornarnos en forma permanente. Urtubey ha trabajado con mucho éxito, ha hecho de su propio peculio una gran inversión. Ahora, en lo que respecta a la ACTC, también tiene todo proyectado a 10 o 15 años; no solo en lo técnico, también en lo institucional y lo irán cumplimentando quienes nos vayan suplantando en la dirigencia en la medida que esten preparados. El caso del Top Race es distinto, se maneja como un unicato; en la ACTC no; participan diferentes asociados como marca el estatuto social de la institución, que cumple con todos los requisitos legales como corresponde. Urtubey afronta su propio proyecto y punto, nosotros no tenemos nada que ver, tanto que como se sabe, no fiscalizaremos mas al Top Race.

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-¿Qué ocurrió finalmente para que que tomaran esa decisión?.
–Lo explicó el presidente, no coincidíamos en algunas formas en que se maneja Urtubey, y por eso resolvimos que lo mejor es que continuaran por su lado.

-¿Aventin anunció que el año que viene habrá frenos iguales para todos, rótulas, amortiguadores; a su vez que avanzan con el proyecto de las tapas de cilindros con 24 válvulas; ¿no van en camino de estandarizar el reglamento técnico, algo que se contrapone con la tan defendida filosofía que ustedes pregonan desde la ACTC, e incluso de seguir el rumbo de otras categorías a las que criticaron por adoptar esas medidas de uniformar aspectos técnicos?.
-Para nada, nosotros defendemos a ultranza la lucha de marcas, los autos con sus motores, coches que conservan prácticamente el 90% de la línea original; el Falcon, la Chevy, el Torino, la Dodge. La única diferencia es que antes se precisaba conseguir un casco, una carrocería para correr, y hoy se hace una estructura y luego se construyen laterales, colas, techos idénticos. Todo en chapa, nada de carrocerías plásticas y desde ya, mantenemos la independencia de motores, cosa que no hacen otras categorías que adoptaron impulsores monomarca.

ACHIQUE DE COSTOS, UN 30% MENOS

-Ahora está en boca de todos el asunto de la reducción de costos…
-La ACTC tiene la firme decisión política de avanzar en la reducción de costos, adecuándolos a la realidad del país, y a la vista está. Y si esto no ocurriera, vamos a tomar decisiones muy importantes. ¿En que porcentaje deberían bajar?, y estimo que en no menos del 30%; ¿Cómo lograrlo?, bajando fundamentalmente el valor de los alquileres de los motores.

-El dinero que demanda correr en TC es muy importante y conseguirlo a través de las publicidades, coinciden los pilotos, se ha hecho cada vez mas complejo. ¿La ACTC percibió la situación a tiempo o vivieron demasiado tiempo en una burbuja?, como pensando «a nosotros nunca nos va a pasar».
-De ninguna manera, siempre lo percibimos, incluso sabíamos que se iban a acabar los repuestos; por eso nos abocamos a que se fabricaran blocks que son vitales; están las de Ford, se fabrican las de Chevrolet y mas adelante haremos lo mismo con los de Cherokee. Desde ya, notamos que los pilotos en el afán de mantener la continuidad hacen grandes esfuerzos, y eso entendemos se debe a que están sobrevaluados ciertos precios. Insisto, para nada no hemos contemplado la problemática de los precios, y estamos actuando en consecuencia. Es mas, si es necesario vamos a importar, no tenga ninguna duda, y así ir suplantando elementos para achicar costos.

“DE IMPRESCINDIBLES ESTA LLENO EL CEMENTERIO”

-¿Como está planteado el TC, ¿podría funcionar sin Aventin al frente?, suele decirse que sin el Puma a la cabeza sería inmanejable.
-Se dijo algo así cuando falleció Octavio Suárez; yo creo como citó alguien con mucha sabiduría que «de imprescindibles está lleno el cementerio». Pienso que cada hombre tiene su personalidad y conducirá la ACTC según sus creencias, así sucedió siempre. Cuando murió Octavio, unos pensaron que todo se desmoronaba y la categoría siguió tan vigente como siempre.

-¿La ACTC a esta altura es una empresa?.
-Yo diría que actúa como una empresa pero no es una empresa; es una asociación que no es de ninguna persona sino de un conjunto de asociados, y de todos los pilotos. Lo importante es que los pilotos se vayan consustanciando con lo que significa el TC, por eso en algún momento cuando estén preparados nos irán suplantando en la dirigencia.

-Con la expansión mostrada por el TC, ¿se puede manejar simplemente como una institución social, sin fines de lucro, o debe considerarse como un negocio, como en definitiva lo es?, o ¿es mala palabra decir que el TC es un negocio?.
–Mala palabra no, pero yo la reemplazaría por empresarial; eso sí, siempre manteniendo la mística de lo que es el Turismo Carretera como función social. Creo que el TC se ha convertido en un verdadero fenómeno social, que comprobamos en cada visita a los autódromos del país, circuitos que por otro lado, ninguna categoría ha apoyado y colaborado como lo ha hecho el TC para su mantenimiento y mejoramiento, aparte de fomentar la creación de nuevos escenarios. Es evidente que mantenemos la mística, si bien se acentuó la impronta comercial, marketinera, esa dinámica que le impuso Oscar Aventin.

-¿La dirigencia actual le da el espacio que necesitan los supuestos nuevos dirigentes?, y ¿lo tienen los que puedan pensar distinto?.
-Quien se acerque a la ACTC y tenga vocación para con el TC, será siempre bienvenido. Lo fundamental es que tienen que entender la filosofía y la mística del Turismo Carretera, perder la filosofía eso no!.

04-10-2010