EL QUE PERDIÓ LA PACIENCIA FUE FERNANDO ALONSO…

Se cansó de esperar: quería saber si Max dejaba RedBull, después del escándalo desatado con centro en Christian Horner. El campeón mundial había amenazado con abandonar la escuadra campeona si le tocaban un pelo a su mentor, el asesor deportivo Helmut Marko.

Alonso quería ir a RedBull, desde ya, ¿qué piloto no querría hacer esa movida?. Pero lo que los pilotos de F-1 no quieren hacer es ir a RedBull a compartir equipo con Max. No lo quería Alonso, no lo quiere Alex Albon, otro de los candidatos a moverse allí dado su presente y su pasado en el mismo equipo.

Pero aunque Toto Wolff se mostró públicamente  adepto a la idea de hacerle un lugar a Max en el hueco que deja Lewis Hamilton, y también Aston Martin tiró un cartucho por decisión de Lawrence Stroll, Max y su entorno (su padre Jos, su manager Raymond Vermeulen) entienden que es temprano para tomar una determinación. Un poco porque el año recién comienza, otro poco porque no parece haber nada mejor que RedBull en el futuro inmediato, otro tanto porque el agitamiento interno en Milton Keynes parece haberse calmado a causa de una gran tregua interna entre los bandos austríaco (al que adhiere Max) y tailandés.

Por eso Aston Martin se cansó primero y conminó a Alonso. Y el español, ante la chance de quedarse sin nada si seguía sin asegurarse algo, firmó con el sueño de correr varios años más y ser más tarde embajador de la marca.

 

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Lo interesante es que en Shanghai, donde se disputará la quinta carrera del Mundial de Fórmula 1, Marko admitió conversaciones con Carlos Sainz, la propiedad hot del mercado en este momento. No para acompañar a Sergio Pérez sino para que sea el ladero de Verstappen que su compatriota asturiano no quiere ser.

Carlos Sainz en Shanghai, estudiando su futuro…

Y a Sainz se compañero de Max no le preocupa tanto porque ya lo fue en 2015 en Toro Rosso, y porque en cualquier caso se asegura continuidad en la máxima categoría.

Pero no está cerrado porque Sainz evalua la posibilidad de Mercedes. Wolff todavía no decidió si subir a su protegido Andrea Kimi Antonelli (que en la semana probó a lo largo de 500 kilómetros un W12 de 2021) así que esa posibilidad existe. Pero Sainz puede evaluar que, entre un RedBull con Max de compañero y un Mercedes que no tiene las mejores credenciales actuales, acaso convenga dormir con el enemigo… y volver a la familia RedBull.

El otro problema es que lo de Pérez es más consistente este año y el propio Marko aseguró en China que, si sigue rindiendo así, hay que renovarle el contrato al menos por 2025.

Entonces, ¿a Sainz solo le quedaría la opción Mercedes? De ninguna manera: ahí está Audi, ya propietario del 100 por ciento de la escuadra Sauber, que le acerca una buena oferta. Y Sainz siente que el reloj le juega en contra, porque Nico Hulkenberg también recibió un ofrecimiento de sus compatriotas. Y es probable que sea solo uno de los dos, y que en el equipo quede uno de los dos que está compitiendo actualmente: Valtteri Bottas o el chino Zhou Guanyu, que en Shanghai correrá por primera vez un Grand Prix en su país. Podría ser el primero y el último…

 

Si Hulkenberg marcha a Audi, Haas acogerá con gusto a Ollie Bearman, el joven británico protegido de Ferrari, que ya reemplazó con suceso a Sainz en el GP de Arabia Saudita. La casa de Maranello aportaría lo necesario.

Si Wolff entiende que Kimi Antonelli todavía está crudo, puede arreglarle un lugar en Williams, junto a Albon, que parece dispuesto a quedarse durante 2025 en la escuadra de Grove y explorar la opción RedBull en 2026. Eso implicará la (que parece inevitable) salida de Logan Sargeant. En ese caso, si Sainz no elige Mercedes, se anota Esteban Ocon, el exprotegido de Wolff, que por ahora está haciendo un paté de Pierre Gasly en Alpine.

Daniel Ricciardo ya no sueña con la segunda butaca de RedBull, sino con sostenerse en Racing Bulls: si no lo despiden ante sde fin de año será prácticamente un milagro. Para ocupar ese lugar paga dos pesos el neocelandés Liam Lawson, que tiene la palabra de Marko de un asientpo seguro en la próxima temporada. Y como Honda seguirá proporcionando motores a la escuadra en 2025, Yuki Tsunoda -apoyado por la marca y una de las estrellas emergentes de esta temporada 2024- continuará liderando la escuadra de Faenza.

 

En Shanghai vuelve el Sprint, el sábado antes de la qualy: ¿quién arriesga su coche en la carrerita corta a riesgo de romperlo y no poder tomar parte, dos horas y media más tarde, de la clasificación para el Grand Prix? Esa es una duda tan cruel como la del mercado de pases. En este al menos, sabemos que se resolverá apenas Max decida qué quiere hacer con su vida en 2025.

 

 

 

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