LA FECHA DE SAN NICOLAS ES UNA BUENA PRUEBA PARA COMPROBAR LA RENOVADA CREDIBILIDAD DE LA CATEGORÍA.
Las tres semanas que transcurrieron entre la anterior fecha en Paraná y la del fin de semana en San Nicolás le han dado tiempo a los equipos de Turismo Carretera para terminar de poner sus autos en condiciones técnicas y reglamentarias. El golpe que con sus denuncias tras la carrera de San Luis asestó Esteban Gini fue tan sorpresivo como duro. Porque no sólo afectó con las exclusiones de Manuel Urcera, Facundo Ardusso (segundo y tercero respectivamente), Juan Martín Trucco y Federico Iribarne, sino que desnudó irregularidades técnicaS que fueron mucho más allá de los denunciados y de la carrera de San Luis.
“Estoy tranquilo y volvería a denunciar si es que noto que alguien está fuera de reglamento, Por suerte hasta ahora he tenido el acompañamiento de la categoría, no tanto de varios de mis colegas. Puedo entenderlos, porque en mi caso no vivo del automovilismo (tiene una empresa de limpieza) y por eso pude hacerla sin compromisos” le cuenta Gini a VisionAuto.
Propiciado por la libertad de un reglamento abierto y la inocultable intención de acelerar la competitividad ganadora de los autos de Nueva Generación, casi no existieron limites en las concesiones técnicas para favorecer esas intenciones. Misión cumplida viendo que de los 46 inscriptos para esta tercera fecha de la Copa de Oro en San Nicolas solamente hay 3 autos tradicionales (el Ford de Emiliano Spataro, el Dodge de Facundo Chapur y el Torino de Sebastián Abella) y que por primea vez en cuatro décadas falta una Chevy entre los participantes. Norberto Fontana y Nicolás Bonelli, dos de sus últimos usuarios, estrenarán sendos Camaro.
Irrebatible en los números, esta superioridad de los autos de Nueva Generación, queda por saber el verdadero costo de ese acelerado encumbramiento. En la parte deportiva, Ardusso, Trucco e Iribarne recibieron exclusiones, multas de cinco millones de pesos cada uno y retrasos en las grillas en la carrera de Paraná. Sanciones que en mayor grado (multa de diez millones de pesos) cayeron también sobre Urcera por negarse su equipo a la revisión de su Mustang. Respaldado en su buen poder económico, Manu apeló pero sin éxito ya que el Tribunal de Apelaciones de la CAF confirmó las sanciones. Por eso, además de abonar la multa, debe largar último en su serie. Es un contratiempo para Manu que necesita de un gran resultado para recuperar ese lugar entre los principales candidatos al campeonato que ostentaba antes de todo este movimiento de denuncias y sanciones. Ahora está undécimo a 41 puntos del líder Julián Santero, quien en base a una efectiva regularidad sobre su Ford Mustang marcha rumbo a su primer título grande en el automovilismo argentino. “Si Santero no abandona al menos en una carrera, será imposible alcanzarlo” anticipa Diego Cianfini, escolta a 34,50 puntos. Una buena ventaja con 164,50 en juego, pero para nada definitiva, y mucho menos en el imprevisible TC.
Volviendo al tema d las irregularidades reglamentarias vale preguntarse por el impacto que todas estas denuncias y las sospechas han tenido en la credibilidad de la categoría en ese fiel acompañante que es el público que llena autódromo pese a que intuye y en muchos casos conoce estas irregularidades reglamentariass. La buena respuesta en Paraná, fecha posterior a la convulsionada de San Luis y donde no hubo denuncias, pero si, algunas observaciones, mostró que sigue intacta.
“Al 80% del público del TC no le interesan los problemas técnicos, va a las carreras a divertirse y comer asado…” es la resignada conclusión de Gini. Una opinión que entre tantos colegas comparten Agustín Canapino y Leonel Pernía, otros dos que conocen y mucho sobre las vivencias de la categoría
Amores ciegos que le dicen
