NO TODO ES DINERO

El orgullo vale y mucho para quienes  tiene la suerte de vivir de lo que es su pasión. Mariano Werner además de un profesional del automovilismo, es un apasionado de las carreras de autos. Un pasión que adquirió desde muy chico con el espejo de su recordado hermano Gabriel, el mismo a quien recuerda con una mirada al cielo que se hace pública cuando sube al escalón mayor del podio como hizo en esta esperada Carrera del Millón en Rafaela.

Desde el inicio Werner y Rossi mostraron que serían los grandes protagonistas por el triunfo..

 

“Hay que ver como Mariano trabaja todos los días con el equipo” contaba  con el indisimulable orgullo de padre, José Werner, mientras en el podio, Mariano festejaba este especial triunfo, sosteniendo su brazos a  su sobrina Alegra y ante la cercana mirada de Micaela, su novia y también deportista, en este caso como jugadora de hockey sobre césped.

“Aprendió a manejar casi al mismo tiempo que a caminar…” señaló hace tiempo y con la lógica exageración don José Werner  para puntualizar  lo prematuro del romance entre Mariano y los autos. Oficialmente a los 14 años se subió por primera vez a uno de carrera. Desde entonces no paró entre lo que manejó en competencias y los que probó para sus equipos. Esa precocidad le dio un conocimientos profundo de la forma de manejar y  también de actuar sobre un auto de carrera. «Vivo del y para el automovilismo» admitió entre entrerriano de 28 años.

Ese conocimiento lo puso en plena práctica en esta carrera del Millón en Rafaela para contener durante 25 vueltas, y especialmente en la largada y los cuatro relanzamientos, a Matías Rossi. No cualquiera aguanta tanto tiempo a Rossi. No era un cualquier Werner en el automovilismo argentino. Era uno de los muy buenos pilotos pero le faltaba una demostración superior. Con esta impecable demostración en Rafaela escaló al selecto grupo de Top, para unirse al propio Rossi y Canapino. Y lo hizo ganándole a quien como Rossi, fue su sombra negra durante el tiempo que ambos compartieron en el equipo Toyota de Súper TC 2000 y donde prevaleció su derrotado de Rafaela.  “Nunca me sentí inferior a Rossi” aclaró. En esta carrera el Millón lo demostró.

El emotivo duelo entre el Ford y el Chevrolet entusiasmò a la multitud reunida en Rafaela
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Werner se ganó merecidamente ese ascenso por la forma en que controló a Matías. “No me dio ninguna chance” fue la patética frase de Rossi que sintetizó esa impotencia para superar a un Werner, que con talento, oficio y esa picardía que tiene como marca registrada de tanto andar sobre los autos de carrera le cerró legalmente todo los caminos en un duelo que alcanzó sus picos emotivos tras cada relanzamiento y con los rueda a rueda en los curvones a casi 250 Km/h. Allí donde el Chevrolet pareció encontrar  con su mayor velocidad el espacio para ese sobrepasos que Mariano bloqueó con precisas y astutas maniobras en los frenajes de las chicanas.

“Lo voy a  invitar a  Matías al asado que haré para festejar este triunfo” adelantó Mariano como referencia a esa permanente cercanía que tuvo de Rossi, y que supo controlar con un Ford en cuya configuración apostó a la no utilización del spoiler que los autos de la marca llevan en el techo para lograr mayor adherencia. “Era arriesgado pero era lo que tenía para contrarrestar la mayor velocidad de los Chevrolet” explicó el entrerriano sobre otro punto clave de esta octava victoria en el TC, que además tuvo el plus de proyectarlo a la punta del campeonato, tras el agónico retraso de Guillermo Ortelli.

Werner concretó un valioso éxito, no sólo económico, sino deportivo y personal.

 

“Tendré este triunfo entre mis mejores  recuerdos al igual que la carrera de Súper TC 2000 que gané en el callejero de Buenos Aires” dijo Werner, al borde de la emoción, sobre esa otra gran e inigulable conquista de su campaña deportiva.”Son cosas distintas. Aquella de Buenos Aires fue un evento especial, y en este caso de Rafaelo resultó muy emocionante por el calor y la emoción que le puso la gran cantida de gente que vino” diferenció Werner, sobre una cita del TC que contó con un multitudinario marco popular que Ero Borgogno, el legendario dirigente del Club Ateltico Rafaela estimò en su primer cálculo «entre 35.000 y 40.000 peronas”. Un marco que por encima de la precisión de lal cifra confirmó la gran plaza automovisitica que es Rafaela.

Esta vez le tocó perder a Rossi. “Me ganó bien…” reconoció Matías en la conferencia de prensa, mientras su rostro mostraba la preocupación por el destino que tendría el reclamo del equipo de Guillermo Ortelli por el toque en la primer chicana en la última vuelta en plena lucha por el segundo lugar. “Entré pasado pero no para abortar la vuelta y Guillermo dobló por adentro como si estuviese solo y no estaba solo” contó Rossi. ”Matías se pasó en el frenaje. lo frenó demasiado y en vez de abortar la vuelta lo metió en la trayectoria y me pegó en la rueda trasera derecha. No pensé que se iba a mandar porque tenía la posición perdida” fue la versión de Ortelli. Por unanimidad los comisario deportivos le dieron la razón a Rossi y dejaron la clasificación sin cambios “Vimos varias veces la maniobra y llegamos a la conclusión que es Ortelli el que se cierra”  informó Carlos Garrido, el vocero del triunvirato de comisarios deportivos.

El trio del podio, junto al simbólico cheque por el millón de pesos en juego.

 

El retraso de Ortelli (quedó 26º) permitió el ascenso al podio del relevante Juan Pablo Gianini. Además de sus ganas de un buen resultado, en el habitáculo de su Ford, llevó una foto de Hugo Vignetti, el exmotociclista fallecido días atrás por un problema cardíaco.”Fue mi mentor en todo y sabia que me iba a ayudar desde  arriba” comentó con una emoción distinta  a la de Werner

¿Qué voy a hacer con el millón de pesos ?. Lo repartirè entre el equipo” anunció Werner quien no tendrá intermediarios en el reparto del premio ya que es dueño del 3M Racing, su equipo.“Por encima del premio económico, corrí como siemrpe, por el honor, el orgullo y la pasión por el deporte”  agregó Werner mientras Roberto Alonso, su manager, sostenía feliz el trofeo

Se notó y por eso con toda justicia, Werner  se llevó de Rafaela algo más que un millón de pesos. Logró la graduación en el primer nivel del automovilismo argentino. Valió mucho para su orgullo y pasión.

 

Por Miguel Sebastián (Especial desde Rafaela)

Fotos: AIF

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1 COMENTARIO

  1. Extraordinaria la actuación de Mariano, sin olvidar el grupo de colaboradores que lo llevaron a este logro, mis felicitaciones. Muy buena la nota.

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