CADA PERSONA QUE ESTUVO…

no pudo sustraerse a la emoción, y a la vez a la sensación de agradecimiento hacia ellos. Los Satriano; uno, Emilio, presente; otro, su también ilustre hermano Pablo fallecido hace poco.

En Chivilcoy se inauguró un monumento en el acceso a la ciudad sobre la ruta n°30, que los homenajea a ellos, a Emilio y Pablo Satriano. La silueta de la inconfundible e inolvidable cupé Chevy verdiblanca, lleva a perdurar aún más en la memoria de tantos seguidores del automovilismo, más allá de las marcas, lo que construyeron los célebres hermanos de Chivilcoy.

Emilio acompañado por su familia, amigos, el intendente Guillermo Britos, gente del ambiente como Tito Urretavizcaya, Esteban Trotta, hinchas de Chevrolet, entre otros. El gran Obispo, campeón de TC 1990, coronado en la Vuelta de Tandil en el recordado circuito rutero, un domingo de sol abrasador y con una muchedumbre presente, cuando habló no olvidó a su hermano, «fue un gran luchador», y agradeció a familiares y amigos que siempre les dieron una mano en aquellos años dorados, «todos hicieron algo para que pudieramos llevar a Chivilcoy a lo más alto”, dijo.

Emilio levanta la mano, los hinchas de Chevrolet no faltaron.
Emilio junto a Tito Urreta y Esteban Trotta.
El Obispo y la Chevy junto al intendente de Chivilcoy, entre otros.

Es una satisfacción inolvidable, un recuerdo que voy a llevar durante toda mi vida, este monumento dejará plasmado a nuestro apellido hacia adelante”, dejó después Emilio emocionado como todos.

Mirá lo que tuiteó Cintia, la hija menor del Obispo:

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Los Satriano, Emilio y Pablo. El automovilismo y el deporte argentino les agradece muchachos.

Fotos: gentileza www.lagacetadeloeste.com.ar y Twitter.

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