FUERON GOLPES de esos que, en el momento, hielan la sangre porque se piensa en la integridad física de los pilotos. Son algunos pocos segundos, pero la incertidumbre los transforma en eternos.

En Concordia, el protagonista fue Augusto Scalbi, cuyo Renault Fluence voló por los aires tras quedarse sin frenos sobre el final de la carrera del TC 2000. El pibe de Conesa se despistó cuando estaba por encarar la curva. Al darse cuenta de que no iba a poder frenar, eligió encarar hacia la vía de escape pero allí en el pasto, el auto se le puso de costado, agarró una parte arada y comenzó a dar varios y violentos tumbos hasta detenerse justo sobre la contención. Los médicos lo atendieron rápidamente y lo llevaron al hospital, donde se constató que sólo sufrió algunos golpes. Por eso fue dado de alta un rato después.

Mirá el video:

httpv://youtu.be/7D-EkBr9HPs

 

Más tranquilo y con la certeza de haber superado una parada muy brava, Scalbi así contó el accidente: «Fue un momento muy feo, porque me quedé sin frenos y no sabía qué hacer. Cuando veo que el auto no se frena en el pasto, comienzo a volantear para ver si se para, pero se cruza, se traba y comienza a dar vueltas. Mientras iba dando los tumbos fui consciente de todo y sólo me nublé un poco una vez que el auto paró». Enseguida, agregó que «lo primero que hice fue soltar el volante y, cuando en un momento se me empezaron a salir el brazo y la pierna izquierda, los volví a traer hacia mí para no lastimarme».

Así quedó el auto de Scalbi tras el impresionante accidente (foto Twitter de Javier Delle Rose).
Otra foto del destrozado Fluence de Scalbi (foto Twitter Luis Tortolo).

 

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No fue el único gran susto del fin de semana en el automovilismo nacional. Con una de la más temidas características de los accidentes (despistes varios y múltiples choques en medio de la tierra), hubo un impresionante carámbola en Toay en la final del TC Pista. Participaron Christian Di Scala, Tomás Urretavizcaya, Juan Pablo Barucca, Gastón Ferrante, Valentín Aguirre y Joel Gassman. Una vez más la fortuna hizo precio con las consecuencias. Sólo Ferrante sufrió  traumatismos cervical y de abdomen. En principio fue derivado al Hospital Lucio Molas pero sin que corriese peligro su vida.

El múltiple choque en el TC Pista provoco temores. Por suerte, las consecuencias fueron menores..

Superado los sustos, sus afortunadas y leves consecuencias no deben impedir un par de reflexiones. Sobre el despiste de Scalbi en Concordia vale preguntarse cúal era el verdadero estado de las vías de escape que por lo visto no cumplieron su función de frenarlo, También,  recordar que 17 de abril correrá allì el Turismo Carretera… En cuanto a lo sucedido en Toay, causa prepcupación la exagerada asperenza que ponen muchos de los pilotos de TC Pista en las maniobras.

«¿Y estos son los pilotos que van a correr de invitados de los del TC en  Olavarría en los 500 Km.?»  se preguntaron muchos en los boxes pampeanos.

Y si… son estos. A algunos, habrá que calmarlos.

 

Por el equipo de VA.

 

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1 COMENTARIO

  1. Las levas en el volante no permiten electrónicamente bajar todos los cambios y menos si queres cortar el encendido y luego bajar hasta primera aunque explote el motor…. Algo para revisar ya que se quedan sin alternativas de, al menos, perder algo de velocidad.
    Otro punto flojo es esa franja de leca o tierra arada que uso de trampolín, eso debe ser todo leca, así quien se queda sin frenos se entierra en esa cama. Mira si a ese autódromo lo hubiera agarrado el gurú de los autódromos y le asfaltaba la salida de escape?? Todavía están despegando el fluence del paredón

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