NI PUNTO DE COMPARACIÓN

¿Qué tienen en común nuestro compatriota Marcos Siebert, recientemente coronado en la Fórmula 4 Italiana, y el canadiense Lance Stroll, la flamante  y jovencísima (18 años) incorporación de Williams para reemplazar en su equipo de Fórmula 1 a Felipe Massa?

El finés Valtteri Bottas será el primer compañero de Stroll tendrá en la Fórmula 1.

 

Ambos fueron campeones de la Fórmula 4 Italiana. Stroll se coronó en el 2014, con el equipo Prema, el mismo que con Micky Schumacher, fue derrotado este año por Siebert.

¿Qué los separa?

Un inmenso abismo de respaldo económico. Stroll es hijo de Lawrence, un poderoso empresario del rubro de la vestimenta con  acciones en marcas internacionales como Ralph Lauren, Tommy Hilfigier  y Michael Kors.– Posee además una colección de Ferrari Vintage, valuada en unos 140 millones de dólares, una parte del equipo Prema y es copropietario del circuito canadiense de Mont Tremblant. Su fortuna está calculada en 2.4 billones de dólares. Es la 15ª familia más rica  de Canadá y en el ranking mundial de Forbes está ubicada en la 722º posición. Nada pero nada que ver con el patrimonio de los Siebert que a duras penas le permitió a Marcos correr en la Fórmula 4 Italiana. Incluso esa falta de respaldo motivo un parate en el 2014.

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Siebert cumplió en la pista y ahora encara la difícil carrera de conseguir el presupuesto para acercarse a la Fórmula 1,su gran objetivo.

 

Obviamente ese gran respaldo económico (se dice que aporto 30 millones de dólares) fue determinante para que Williams posase su ojos en este jovencito que con su presencia cerrará un largo ciclo sin pilotos canadienses en la Fórmula 1 iniciado en el 2006 con el retiro de Jacques Villeneuve. Y no sólo esto, también ese dinero resultó clave para disponer de los mejores autos y equipos en la escalera ascendente que incluyó la Toyota Series y la Fórmula 3 Europea y terminó con sendos títulos, que confirmaron que además de tener plata, mucha plata, este chico acelera mucho y bien. Plata y talento, el cocktail ideal, como sin ponerse colorados, reconocieron en Williams el día de la presentación de su nueva incorporación.

Esa cuna de oro en al que nació Lance le posibilitó «lujos» como el de renunciar en  el 2014  a la Driver Academy, el programa de jóvenes talentos de Ferrari al que había ingresado con apenas 11 años. Su padre Lawrence intuyó que bajo el ala del equipo de Maranello le sería complicado llegar  la Fórmula 1 y lo llevó a Williams. Allí una vez que vio la posibilidad de llegar la Máxima, no dudó y peló una vez más la billetera para que su hijo se vaya  acostumbrando a la potencia.  Para eso consiguió un Williams modelo 2013 y alquiló sólo para Lance  jornadas de pruebas en los circuitos de Silverstone, Hungaroring, Red Bull Ring, Montmeló, Austin, Montmeló, Monza, Sochi y Abu Dhabi, es decir la mayoría de los que transita el Mundial. Además para atender el auto y guiarlo le puso un equipo de 5 ingenieros y 20 mecánicos, y un coach como el piloto británico Gary Paffet, ex tester de McLaren.

Lawrence , el padre de Lance, hizo gestiones hace un par de año para comprar el equipo Sauber. No prosperaron.

 

Ese respaldo económico que tan bien acompañó y empujó el talento de Stroll en su ascenso a la cima del automovilismo mundial es la gran preocupación que ahora tiene Siebert luego de la alegría por el título conseguido. No parece fácil la tarea de juntar los 600.000 euros, que según estimó Luciano Crespi, el manager deportivo de Marcos, demandará una temporada en la GP 3 Series, el próximo objetivo en la campaña deportiva de este marplatense de 20 años que por el momento constituye la única  y lejana esperanza argentina de volver  tener un piloto en la Fórmula 1. Será cuestión que quienes puedan, se decidan a acompañarlo económicamente en un momento clave para su proyección y donde es importante ubicarlo en buenos equipos que le permitan demostrar su verdadera capacidad. Subir la escalera por los escalones justos, y aunque no sea con la celeridad que tuvo Stroll por su infinito respaldo financiero, hacerlo con pasos firmes.

Tal vez algún dia, Stroll y Siebert se encuentren en una pista de Formula 1. O no. Por encima de lo que pase habrá que recordar esta disparidad de situaciones para entender porque unos llegan muy rápido a la Fórmula 1 y otros llegan más  tarde o no llegan nunca.

 

Por M.S.

Fotos: Prensa Williams y Siebert.

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2 COMENTARIOS

  1. Se hubieran utilizado bien los fondos del «Automovilismo para Todos» se podría haber apoyado a estos pilotos y hoy tener mas esperanzas. 600.000 euros no parece una cifra lejana teniendo en cuenta los presupuestos que deben juntar los pilotos nacionales para correr una temporada en las categorias de punta.

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