UNA PREGUNTA VÁLIDA PARA UN PILOTO CAPAZ

Parece mentira pero ya pasó casi una década desde el momento en que un pibe de Mar del Plata, le corría y le ganaba el título de la Fórmula 4 Italiana a Mick Schumacher, el hijo de Michael, quien por entonces era mucha más promesa de lo que acabó siendo como piloto.

Lo que vino después fue, lamentablemente, lo acostumbrado. La carrera de Marcos Siebert, tan prometedora, se estancó por falta de presupuesto. Schumacher seguía adelante siendo campeón de Fórmula 3, Fórmula 2 y desembarcando en una aventura más amarga que agridulce en la Fórmula 1, mientras Marcos languidecía en categorías menores sin poder dar el salto. Aunque, claro, nadie desea carencias pero mucho menos la de Mick –crecer sin la palabra de un padre experimentado en la materia- que la de Marcos.

Pero la campaña de Marcos Siebert parece haber salido a flote. Ya no habrá horizonte de Fórmula 1, a los 27 años, pero si la posibilidad de ganarse el pan conductivo como piloto en alguna de las tantas categorías de Europa, en la que el talento puede balancear la billetera.

Siebert fue mentado durante mucho tiempo por el enorme Luciano Crespi y sus contactos suizos, al punto que aparece este año compitiendo para el Cool Racing, la escuadra helvética de Alexandre Coigny, y en la que Nicolas Lapierre –uno de los pilotos más experimentados del Mundial de Resistencia (WEC)– también tiene participación.

Así se produjo el ingreso de Siebert en la European Le Mans Series, serie europea que organiza el Automóvil Club del Oeste (ACO) de Le Mans, y que funciona como una suerte de semillero del WEC. Lo sentaron a bordo de un auto de la clase LMP3 –coches Ligier, motores Nissan con motores 4.5 litros y 320 HP- y Marcos señaló la pole-position de la clase en la carrera inaugural del certamen, las 4 Horas de Barcelona.

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Siebert (27 años, considerado piloto Plata) es el piloto más potente de la tripulación que completan el francés Adrien Chila (47, piloto Bronce) y el mexicano Alejandro García (19, piloto Plata). La tendencia en el torneo es poner al mejor piloto a completar la carrera, pero el equipo mostró un desequilibrio al dejar a Chila conducir la primera mitad de la carrera (dos horas y 49 segundos, exactamente 67 de las 134 vueltas que recorrió el coche nº 17), y dejando a García otras 34 vueltas al volante. Cuando Siebert se subió al auto que había puesto en pole, sus compañeros se las habían arreglado para retrocederlo al tercer lugar.

 

 

 

 

 

 

El marplatense condujo a lo largo de 33 vueltas, durante 55 minutos. Se puso a la cola del líder, el francés Antoine Doquin, pero la conducción defensiva del líder más las características del circuito catalán, en el que es tan complicado superar rivales, le impidieron llegar a la vanguardia merecida, pese a que pensó maniobras y las intentó, especialmente una en el último giro. Doquin se concentraba en salir traccionando de la última curva y sacar ventaja en la recta principal, con lo que podía defenderse después en el resto del trazado.

Finalmente, el segundo lugar se transformó en victoria cuando, tras la bandera a cuadros, se le aplicó una penalidad de 105 segundos al vencedor por haber cumplido una parada en boxes cuando la carrera estaba neutralizada (Full Course Yellow). De esa manera, Siebert y sus compañeros se quedaron con el triunfo y pasaron a liderar el torneo.

La segunda fecha de la ELMS será en Paul Ricard, el 16 de julio, después de las 24 Horas de Le Mans. Las carreras de la ELMS se pueden ver vía Youtube (relatos en inglés) o en los canales 615-1615 o 616-1616 de DirecTV (con comentarios en castellano).

PECHITO, SIN SUERTE.

La de Siebert no fue la única aparición de un argentino en las 4 Horas de Barcelona. José María López decidió por fin abrir un segundo frente en su actividad profesional en Europa: el año pasado sintió que se había quedado muy corto solo con las seis carreras en el WEC.

El cordobés, que acaba de cumplir 40 años, también se sumó al Cool Racing, gracias a su amistad con Lapierre, y operó de mentor de dos jóvenes pilotos Plata, el francés Reshad De Gerus (19) y el ruso Vladislav Lomko (19). Pechito tiene la más alta calificación para la FIA: Platino.

De Gerus había puesto al coche, un Oreca 07-Gibson, en la pole-position de la clase LMP2, la más potente de la ELMS, y Lomko mantuvo la punta en el inicio, pero el auto se volvió inestable con el transcurso de la carrera y cuando le llegó al turno a López –el último stint- la tendencia sobrevirante era excesiva, al punto que fue penalizado en un toque que no pudo evitar por esa razón.

Acabaron séptimos en la general, pero cuartos en su división. En cambio, Coigny y Lapierre llevaron su auto al cuarto lugar (tercero en la clase LMP2). El cordobés vuelve a correr el fin de semana en el WEC, disputando las 6 Horas de Spa el sábado 29. Luego irá a Le Mans para las 24 Horas, los próximos 10 y 11 de junio, y regresará a la ELMS en julio. Un año cargadito.

 

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