MARIANO LE CONTESTÓ EN LA PISTA

 SI ELLOS LO DICEN…

 “No, no tiene un sabor especial esta victoria por haberle ganado a Rossi. Si , la valoro en función de que es mi gran rival en el campeonato, y no, por cuestiones personales  Lo que no me gusta es que a veces  habla pavadas, pero está vez en pista  Matías se comportó bárbaro…” , confió a Visión, un emocionado y feliz Mariano Werner tras agradecer a su padre José, al equipo, a su patrocinantes y a  su amigo Roberto Alonso, por la victoria que lo devolvió  a  la cima de la Copa de Oro, tras un carrerón que justificó la presencia de la multitud que ratificó la excelente plaza que es La Pampa para el TC.

“No me duele  más porque me ganó Werner, me duele porque me ganó el principal rival en el campeonato…” , sostuvo un serio Matías Rossi, quien también en función de ese campeonato que dejó de liderar consideró más dolorosa esta derrota en Toay que la de una semana  atrás en el Súper TC 2000 de El Zonda. “En la de San Juan  no tuve nada que ver, no pudo ser  porque Guerrieri no obedeció una orden de equipo, mientras que acá yo fui el responsable  por las malas decisiones que tomé estando adelante y luego cuando tuve que atacar”,  comparó y admitió.

A su turno tanto Mariano común Matías negaron ese sabor especial  que para uno y otro pudo tener esta victoria y derrota ante su rival del momento. No reflejaron esas palabras sus rostros. Fue desbordante la  felicidad de Werner. Resultó notoria la seriedad de Matías en una conferencia de prensa donde casi no se dirigieron la palabra. Pudo haber sido otro capítulo en esa rivalidad  en la que con sus fuertes declaraciones, Rossi llevó la voz cantante a partir de su cuestionamiento al pedido que Werner hizo en la carrera de San Luis por dos gomas nuevas más en el reparto por fecha. Alli ganó Matías porque la ACTC no dio curso al pedido el entrerriano

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“No me importa lo que diga Rossi, me importa lo que pasa en la pista…” ,declaró Mariano el día anterior cuando Matías era el piloto que marcaba el rumbo, con un Chevrolet que parecía imbatible. Y en la pista, con la incuestionable realidad de los hechos, el entrerriano fue el mejor con un actuación impecable. A diferencia de Rafaela, la otra gran carrera que Mariano le ganó a Matías, esta vez no sólo tuvo que controlarlo, sino que debió superarlo. “Cuando encontré el hueco, no lo dudé, lo pasé y enseguida me dije Que Dios me ayude para aguantarlo…», contó Werner  sobre la maniobra que le dio el condimento especial a esta victoria. Puso lo suyo para defenderla pero también tuvo ayuda divina porque el Chevrolet de Matias quedó envuelto en un vertiginoso grupo que integraron Christian Ledesma, Gastón Mazzacane, Josito Di Palma, Agustín Canapino y Emanuel Moriatis. Un  grupo que, con sus múltiples sobrepasos, también contribuyó al tono emocionante que tuvo la 3ª fecha de la Copa de Oro.

“Debí hacer la carrera más lenta cuando estaba adelante. Por ir rápido el auto se me corrió un poco, y esos dos metros que le dejé, los aprovechó Mariano para superarme”, reconoció Rossi, sobre el doloroso lunar deportivo de este domingo. Llegó a caer hasta el cuarto lugar pero sobre el final arremetió, se puso a la par y tuvo un roce con el Ford. “Werner no aceleró hasta que lo toqué y ahí me dejó sin pista para superarlo. No tengo nada para decir contra Werner porque defendió bien su lugar”, declaró Rossi, quien en esa maniobra también dejó el segundo lugar en manos de Christian Ledesma. “Pensar que hace un mes y medio veía las carreras de TC  por televisión y ahora llegué a este podio en una gran carrera que disfruté mucho”, destacó e l marplatense, quien también  tuvo un involuntario roce con Werner. “Levanté porque no quería complicarlo ya que Mariano está peleando el campeonato” aclaró antes de reconocer que «está situación me hizo correr con algún condicionamiento”.

Separados por dos puntos (141,50 a 139,50), Werner y Rossi se consolidaron como los dos grandes candidatos para la corona. Algo relegado quedó  el  tercer integrante del trío mayor, Guillermo Ortelli (111), tras un roce con Lionel Ugalde que lo retrasó en la serie, y lo obligó a remontar la final desde el puesto 33 al 15. Peor le fue  a Ugalde que drásticamente fue excluído de la carrera. Se juzgó la consecuencia y básicamente que su perjudicado fue un participante en la Copa de Oro. Un criterio discutible que en la final alcanzó también con el mismo cuestionable criterio a  Omar Martínez por un toque a Mauricio Lambiris.  “El auto iba mal en esa curva, se deslizó y para evitar el toque hice el trompo, pero igual lo toqué. No fue mi intención golpearlo, no sabía que existía esa severidad en la sanción para quienes se tocan con los que están en la Copa de Oro ,” declaró Ugalde, lógicamente contrariado por la sanción.

“Ugalde frenó donde no tenía que frenar y me arruinó el fin de semana. En la final la falta de potencia me impidió avanzar más. No hay dudas que con este resultado salí lastimado en la lucha por el campeonato pero espero recuperame…”, acusó y contó Ortelli, quien como el año pasado (abandonó yendo en punta) volvió a  sufrir en Toay un duro golpe para sus ilusiones al séptimo campeonato.

¿Seguirá la maldición que algunos hinchas chivos le lanzaron cuando en el 2013, en este mismo circuito pampeano, el Guille le abrió la puerta al Ford de Diego Aventin para un triunfo que allanó el camino del Pumita al campeonato?

Por Miguel Sebastián (especial desde Toay, La Pampa)

Fotos. AIF

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