UN VICTORIA DE EQUIPO.
El tiempo mostrará el valor de este triunfo que Leonel Pernía logró en los 200 Km de Buenos Aires en compañía de ese eficiente invitado que ha sido Antonino García. Por el momento ese valor es alto ya que le permitió a Leo trepar a la cima de campeonato con una diferencia de 14 puntos sobre Canapino, y 34 y 41 sobre Rossi y Ardusso, ambos retrasados en las posiciones por inoportunos abandonos.
Por el momento también esta victoria deja tranquilo y sin deudas deportivas a Antonino García. ”Me daré por satisfecho si contribuyo para que Leo logre un resultado que le sirva para el campeonato” había anticipado Antonino a la hora de las expectativas para esta 8va fecha del campeonato y sin apartarse del bajo perfil mostrado fuera del Renault . Cumplió. Hizo lo que tenía y debía hacer tras recibir el Fluence como claro lider por el buen ritmo impuesto por Pernía en las primeras 25 vueltas como parte inicial de la estrategia. No cometió errores, mantuvo el ritmo y no dejó que disminuyese mucho la ventaja de 18 segundos. Una tarea silenciosa pero precisa y efectiva que ni siquiera le dio chance a Canapino de intentar una de sus conocidas escaladas. “Los Renault estuvieron superiores a todos” argumentó esta vez el Titán sobre la inexistencia de una lucha que mucho imaginaron pero nunca siquiera se insinuó.
Esta situación le quitó atractivos al desarrollo de una carrera lineal, donde la victoria del binomio Pernia-García resultó la lógica consecuencia de la clara superioridad mostrada durante el fin de semana. Sin Push to Pass hubo carencia de sobrepasos en un circuito como el 9, que no es de los mejores para promoverlos. Tampoco abundaron los golpes de escena, habituales en este tipo de carreras, abiertas a muchos imponderables. Sobran los dedos de la mano para contarlos. El despiste de Ardusso, el abandono de Pechito López. Coincidentemente por el mismo motivo: el desprendimiento de una rueda. No hay que quedarse en la casualidad y preguntar sobre si muchas veces esa ansiedad por realizar con rapidez los cambios de neumáticos se contrapone con la eficiencia.
“Creo que fue un error en el cambio porque no estaba bien torqueada o un tornillo entró cruzado” estimó Luciano Monti, responsable técnico de Honda. Facu llegó hasta las gomas de contención. Más fuerte que el golpe físico fue el que sufrieron sus chances en el campeonato. Pechito llegó hasta boxes donde su titular Matías Rossi ya estaba lamentando los puntos (marchaba 5°) que se escaparon junto con ese neumático que salió del Toyota. “Lo seguiremos intentando” prometió Pechito sobre ese triunfo en los 200 Km que sigue en el haber del binomio que para muchos es el mejor que se puede formar en el automovilismo argentino. Esta vez el flojo rendimiento del Toyota que venía de arrasar en Toay no los ayudó.
No sobraron las emociones en esto 200 Km pero como hecho válido queda su recuperación luego de la pausa del 2020 por la pandemia. No hubo extranjeros, pero esta carencia fue compensada por la posibilidad que se le abrió a jóvenes y promisorio pilotos para mostrarse. Aplausos para Facundo Marques, invitado de Juan Angel Rosso, que con sus 18 años se bancó como un experimentado a Pechito López para conservar el cuarto puesto que colmó sus expectativas. En cambio las superó Jorge Barrio. “Me conformo con estar en el Top 5” le había dicho a visiónauto este chico de 17 años que compartió el Fluence con Matías Milla. Subió al podio en el día de su debut en el Súper y minutos después de haber ganado su 7ma carrera en la Fórmula Renault 2.0. Por si fuese poco dejó el recuerdo de su espectacular largada superando por afuera a Llaver, Ciantini y Ponce de León.
“Lo que manejó este guachín es impresionante” exclamó un emocionado Milla tras besarlo en la cabeza y sentenciar “este es el futuro…” No hay dudas.
Fotos: Prensa Súper TC 2000.
