NO TODOS se lo tomaron con la misma seriedad. Algunos buscaron los records con interés, otros cumplieron, otros usaron las tandas para poner a punto sus autos. Otros, en cambio… ni locos.
Si no fue casualidad que Facundo Ardusso y Gabriel Ponce de León, los que se quedaron con los records, fueron los únicos que se golpearon contra el paredón, no es menos cierto que Peugeot y Honda son los equipos que más precisan resultados en esta nueva etapa; la marca francesa, porque se le niega el triunfo; el nuevo equipo oficial de la marca japonesa, liderado por Sergio Polze, porque está lejos de la punta.
Ambos equipos tomaron el desafío del vértigo con enorme entusiasmo, al punto que cuando Ardusso rompió su Peugeot, al estallar el neumático delantero derecho (el más exigido en este circuito de Rafaela) cuando viajaba a 280 km/h y frenó («no me dio tiempo de asustarme» contó), el equipo puso en condiciones el 408 de Matías Muñoz Marchesi para volver a mandarlo a pista.
«Fijate como están estos autos» le apunta Agustín Canapino a VA mirando el Honda de Gabriel Ponce de León. «Mi Chevrolet está puesto a punto como para correr, con la trompa más baja que la cola; en cambio en éstos el piso está en paralelo con el asfalto, para viajar más rápido en las rectas». Chevrolet fue uno de los equipos que no se obsesionaron con el record.
Otro fue el PSG16, que mandó a José María López a la pista con el auto de Jorge Trebbiani, pero sin prepararlo aerodinámicamente. «Estos tipos no se esfuerzan por bajar marca alguno porque ni locos le regalan un record a Ford» le dijo a VA un entendido que suele conocer la interna del equipo que hasta el año pasado fue oficial del óvalo.
A la hora de marcar una vuelta rápida, López quedó quinto entre ocho autos, a 1s759 del tiempo de Ardusso. Pero para la prueba de velocidad final, al Focus le sacaron los espejitos retrovisores y Pechito anduvo por arriba de los 300 km/h…
Por el equipo de VA (desde Rafaela)
Foto: AIF
