LOS DOS QUE QUIEREN EL NÚMERO 1.

Por encima de la cantidad que entregan los números de las posiciones en la Copa de Oro, la realidad muestra que la sucesión de Manuel Urcera como monarca del Turismo Carretera, está reservada a dos candidatos: el líder Mariano Werner y Julián Santero, sus escolta a 40 puntos con 117,50 en juego en las carreras restantes, el fin de semana en Toay y el  3 de diciembre en el Villicum sanjuanino .

Entre ambos, Werner es el candidato que se lleva la mayoría de los boletos. ”Por el sólido conjunto que forman su veloz Ford, el respaldo técnico y económico, la gran infraestructura del equipo y la capacidad y experiencia de Mariano”, explican  buena parte de sus rivales. ”No me preguntes porqué, pero sale campeón Werner…”, le dice a visionauto Josito Di Palma, con ese particular lenguaje que siempre deja algo para leer entrelíneas.

Werner resultó inalcanzable para sus rivales en Rafaela. Sumó su tercera victoria del año (las anteriores en Viedma y Posadas) y tomó una buena ventaja de 40 puntos (149,50 a 109,50) sobre Santero en el campeonato.

Fiel a su personalidad, Santero no habla mucho. ”Sé que en Toay tengo que descontar y bastante, por eso vamos a darlo todo…”, dice con la fe intacta. Sin nada que envidiar a Werner en lo conductivo, tal vez no juegue muy a favor esa relación más fluida que Mariano tiene con la ACTC al participar también en las TC Pick Up, mientras que el mendocino, que también años atrás se manifestó reacio a bajar al TC Mouras para llegar al TC, ocupa esos fines de semana en el TC2000.

A su favor, junto con los imponderables de las carreras, Santero tiene este gran momento deportivo que vive. Ganador en las tres categorías (TC, TC 2000 y clase 3 de TN) que corre, posee chances de campeón en el TC (2°)y TN (4°) y está cerca del subcampeonato en el TC 2000. En todos los casos sin tener el auto más desequilibrante que han tenido Werner y Pernía en el TC y TC2000 Por si algo faltase, se vió en Paraná, con el atrevido sobrepaso que le hizo a su amigo Llaver y la forma en que a más de 200 km/h aprovechó los rezagados que complicaron a Ardusso para ganarle la carrera final. Una situación que demostró que junto a talento conductivo  y velocidad, el mendocino de 30 años, posee  esa astucia y picardía que hacen a los grandes pilotos y campeones.

Una imprevista falla en el Ford de Werner le permitió a Santero encontrarse en San Luis con su segundo triunfo (había vencido en Calafate) de la temporada..Una situación que anímicamente relanzó sus chances.

Todas las altas notas, dan un promedio que colocan a Julián en el escalón más alto de un teórico podio de mejores pilotos del automovilismo argentino en un 2023 por terminar. Su promedio general está más alto que los de Leonel Pernía (cómodo campeón en TC2000, excesivamente especulador en TN y uno más en el TC), así como el infortunado e irregular Facundo Ardusso y un Matías Rossi, perseguido por las frustraciones con el Toyota Camry de TC. Esto no significa desconocer capacidades y méritos de ambos pilotos, simplemente refleja la actualidad de cada uno. Una actualidad en la cual el excelente momento de Santero en las tres categorías más importantes del automovilismo, sólo es comparable con el que transita Mariano Werner en Turismo Carretera (1°) y TC Pick Up (2°).

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