SIN CARRERA Y CON PILOTO EN DUDA.
Siguen alcanzando a la Fórmula 1 los coletazos del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, agravado por la invasión y bombardeos rusos a territorio ucraniano.
Se palpitaba la cancelación del Gran Premio de Rusia, previsto para el 25 de septiembre en el circuito de Sochi. “Es imposible celebrarlo en las actuales circunstancias”, explicó el comunicado oficial de la FIA que se sumó a la posición de boicot a la carrera rusa, adoptada por varios pilotos (como te contamos en nota anterior).
Si bien para una decisión definitiva, puede no serla tanto, ya que en otro punto, la FIA señala a su deseo de recuperar el Gran Premio en la medida que mejore la situación. A eso se ha sumado la reacción de ANO Rosgonki, la empresa promotora del Gran Premio de Rusia. Ha advertido que la carrera todavía tiene posibilidades, de efectuarse en la fecha y lugar establecidos. Se verá pero el panorama no era el mejor y no sólo por la situación, sino por la indignación general del ambiente a la actitud asumida por Rusia en su conflicto con Ucrania.
Otra consecuencia que no sorprendería puede ser la baja de Nikita Mazepin, sostenido económicamente en su butaca en el equipo estadounidense Haas por el aporte económico de la empresa Uralkali, propiedad de su padre y de estrecha relación con el presidente ruso Vladimir Putin, como lo mencionó visionauto en otra nota.
“Es un momento difícil y no tengo el control de todo lo que pasa y se dice”, se ha defendido Mazepin, al tiempo que Guenther Steiner, su jefe deportivo en Haas, aclaró “no todo depende de nosotros. Hay gobiernos involucrados y no tenemos poder sobre ellos” . Por las dudas adelantó que el brasileño Pïetro Fittipaldi, su piloto de reserva (en 2020 corrió dos Gran Premios en reemplazo de Romain Grosjean) era quien se encontraba presto para subirse al Haas si se bajara Mazepin.
Por algo lo dice…