UN GRAN MISTERIO
Es el que rodeaba los motivos de la desaparición del publicista Juan Ferrari (al momento de escribir esta nota, hasta que se supo que se encontraba en Concordia). El tema copó grandes espacios en las crónicas policiales en los medios desde que el lunes 6 se conoció noticia. Faltaron precisiones y abundaron conjeturas que en todos los casos relacionaron la desaparición con problemas económicos. Será cuestión que se aclaren a partir de su aparición una semana despùes.
El tema se metió en el automovilismo porque Ferrari es un habitué de las carreras de TC, donde suele frecuentar el box del Trotta Competición, equipo al que le gestiona algunas publicidades para sus autos de TC y TC Pista.
“Somos de la misma ciudad (Chacabuco), y hace unos años fuímos a veranear juntos pero no sé nada de lo que pasó. Tengo sensaciones encontradas sobre lo que le pudo haber sucedido”, le dijo con destacable amabilidad y locuacidad Esteban Trotta a Visión, haciendo un alto en su tarea sobre los Torino de TC de Facundo Ardusso y Emiliano Spataro. Esas sensaciones oscilaban entre la intución de una desaparición por decisión propia y el temor de un hecho más grave.
Menos expresivo fue Emiliano Spataro. “No tengo por qué hablar de estos temas acá…” , le retrucó a Visión en su box, antes de aflojar un poco y puntualizar “que esta situación de Juan me afecta en lo personal, pero no en lo económico…”. Más lacónico fue Ardusso, el otro integrante del equipo de Trotta. “No sé nada”, dijo Facu.
Sin dudas, todos los involucrados dijeron mucho menos de lo que sabían o presentían sobre la situación de Juan Ferrari. Puede entenderse. Sin embargo por ese hermetismo se filtro una cierta decepción reflejada en esta frase escuchada en el box del equipo: “Por todos lo que confiamos, no merecíamos que Juan nos hiciese esto…”.
¿Qué habrá hecho? Un gran misterio.
Por M.S (Especial desde Neuquén)
Fotos: Prensapro
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