EL LEGADO DEL CHUECO es inoxidable.

Y una muestra de esto es la idolatría que le profesa el marplatense Marcos Siebert, quien fue campeón de la Fórmula 4 Italiana derrotando ni más ni menos que a Mick Schumacher, el hijo del sensacional Kaiser, y que está a la espera a ver si puede arrancar esta temporada en la competitiva GP3, categoría que corre junto a la Fórmula 1.

Marcos estuvo en Balcarce en la tradicional Fiesta Nacional del Automovilismo y se dio el gusto de pilotar el legendario Volpi Chevrolet, «La Petiza», tal como la había bautizado en su momento Juan Manuel Fangio, auto con el que corrió en Fuerza Libre ganando siete de nueve carreras entre 1947 y 1949.

 

Por Cristian Re.

Foto: gentileza Corazón de F1.

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