«NO ME GUSTAN

LOS COMPAÑEROS
DE EQUIPO
DE MEDIO PELO«
Por Pablo Vignone

La charla arranca a 220 por hora cuando volvemos a Punta del Este, dónde arrancó el año con el TC2000 logrando un lustroso segundo puesto, pero la vehemencia característica de su manejo esquiva el elogio y se instala de golpe en el todavía polémico toque entre Guillermo Ortelli y Néstor Girolami, a caballo de una revelación. “¡La culpa es cien por ciento de de Ortelli! Sobre todo porque desde hace tiempo venimos los pilotos de la categoría insistiendo en una campaña para no cerrar la línea de marcha en ninguna circunstancia, de manera de permitir que haya más autos a la par y favorecer el espectáculo. Quizás Ortelli lo aprieta pensando que Girolami iba a levantar, pero si ambos hubieran sabido el desenlace de antemano, habrían actuado distinto. De la manera en que quedó cruzado Guillermo, si le pegábamos habría sido un desastre. Ojo, tampoco estoy de acuerdo con Girolami que dijo que lo volvería a hacer, ¿eh?”.

Matías Leonardo Rossi (26) opina a mil pero su voz nunca derrapa. Ni siquiera cuando se le recuerda que el domingo volverá a correr en San Martín (Mendoza), escenario de su única victoria en el 2009 en el TC2000. ¡Y qué victoria! “Fue una de mis mejores carreras –sonríe- Ese día los Honda volaban… me la pasé mirando más por los espejos que por el parabrisas. Estaba tan concentrado…”. Aquel día marcó el inicio de las hostilidades dentro del equipo Petrobras entre Pechito López y el Pato Silva. Hoy, el chaqueño es coequiper del piloto de Del Viso en el equipo Renault.

“Tuve la suerte de que Renault me consultara para la elección del otro piloto. Y no tenían por qué hacerlo, ¿eh?, a mí me pagan para correr. Pedí que trajeran al mejor piloto disponible. ¿La verdad? No me gusta un compañero de equipo de medio pelo al que le puedo ganar fácil. Lo bueno de Silva es que me exige”.

¿Se puede repetir el domingo el triunfo en la tierra mendocina? “El año pasado yo largué sin penalización alguna y este año penalizo once puestos” recuerda, sin perder la esperanza. “Yo me tengo fe, me gusta el circuito” señala, aunque no cataloga al “Jorge Angel Pena” de San Martín entre sus favoritos.

“Tenemos un problema de autódromos en el país –considera- Nuestro automovilismo es muy federal y está bien que vayamos a todos lados a correr, pero teniendo en cuenta el profesionalismo que alcanzó la actividad, diría que no hay más de cinco o seis trazados aptos para correr con los autos que tenemos hoy. Se avanzó más con los coches que con los autódromos. Diría que son aptos Termas de Río Hondo, Paraná, San Luis, Potrero de los Funes, Buenos Aires –aunque hay que mejorarlo- y ya está… A mí me gusta mucho Potrero de los Funes, por lo exigente, pero mirá lo que hicieron con Rafaela. Lo estropearon con tantas chicanas, se perdió el espíritu velocista”.

Hablando de velocidad, Rossi, se le recuerda que en 2007 fue, tácitamente, el mejor piloto de la Argentina, habiendo ganado el título de TC2000 por segundo año consecutivo y el subcampeonato de TC. ¿Es posible que después de ese pico su campaña se haya amesetado?

“Sí, es cierto –acepta- En 2008 y 2009 no fui el mismo, perdí competitividad. Lo noté a la hora de evaluar las equivocaciones: mi margen de error se había multiplicado. Estaba más propenso a hacer macanas y lo pagué. ¿Una explicación? Creo que en un punto correr también en TRV6 no fue la mejor decisión. La categoría me gustó, tengo una cuenta pendiente, pero en una temporada hice 42 carreras y en un momento ir a correr pasó a ser una rutina. No fue una linda sensación, no me gustó. Yo sé que Pechito López hizo las tres categorías muy bien el año pasado, pero a mí en un momento me agotó. Por eso tomé la decisión este año de no correr en TRV6, como para salir de la duda y ver si realmente fue eso”.

Concentrado entonces en TC2000 y en TC, Rossi cree que tendrá un buen año en ambas, aunque no deja de recordar que en la categoría más popular puede verse perjudicado manejando un Chevrolet. “En condiciones normales –subraya-
no estamos para pelearle a los Ford. Salvo a Ledesma, al resto de los pilotos de la marca nos cuesta correrlos. La realidad es evidente: en Mar de Ajó, Moriatis ganó cómodo; en Balcarce, el Gurí Martínez ganó cómodo; y en Buenos Aires, es cierto, ganó Ledesma, pero si Ugalde no tenía ese problema con la suspensión, ganaba cómodo también”.

Así como se siente en cierta inferioridad de condiciones en el concierto teceísta 2010, no deja de recalcar que “si la oportunidad se presenta, yo gano una carrera. Hay una gran discusión sobre el tema del lastre –recuerda-
y yo quiero decir que si tengo la chance, gano, porque quiero pelear el título y para eso necesito el triunfo. Pero también tengo que decir que, después de ganar, buscaría evitar subir al podio. Más de 30 kilos de lastre en el auto se nota, y con 50 se complica mucho”.

¿Especulación? ¿Rossi, el adalid de la lucha franca, del desafío, del riesgo, pensando en especular? Sale airoso con una maniobra de manual, entonces. “No especulo. Son las reglas con las que nos obligan a competir. A mí, particularmente, me gusta arriesgar…”.

(foto: prensa TC2000)
5/4/2010
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