¿PROVOCARÍA TANTA EXPECTATIVA el Gran Premio de Argentina de Motociclismo, sin una figura convocante como  Valentino Rossi?.

Visión se lo preguntó a Marc Márquez, el español que sobre su Honda  dominó los entrenamientos en el Autódromo de Río Hondo pero que en su box no tuvo ni la mitad de la gente que se juntó en la parte trasera del que ocupó Valentino (apenas quedó séptimo) y que durante una hora se bancó el impiadoso sol de la tarde santiagueña con una temperatura de 35 grados.

Sobre la Yamaha en pista, Valentino no lució mucho. Quedó 7º y se quejó de la falta de adherencia y la suciedad en pista. Peor (14º) le fue a su compañero Jorge Lorenzo.

 

“No sé, habría que ver que lo que pasa cuando no esté Valentino, aunque la gente no sólo viene a verlo a él, también viene a ver las motos…”, respondió con una sonrisa pero también con firmeza Márquez en ese baño sauna que fue la carpa de prensa de Honda, entre el reducido espacio y la gran cantidad de periodistas.

Menos dudas que el bicampeón mundial de MotoGP, tuvieron la mayoría de esos fanáticos; con remeras, gorritas, banderas y galeras con los clásicos colores amarillo y azul más el infaltable número 46 que caracterizan al italiano, rodearon la parte trasera de su box y con paciencia  soportaron la alta temperatura con tal de verlo. Lo recibieron al grito de “Vale, Vale…”, cuando asomó desde el fondo del box y lo despidieron con un “Olé, Olé, Olé,Olé, Vale, Vale…”, al  ingresar a  la carpa de Yamaha.

“No vendría a ver el Gran Premio si no corriese Valentino..”, aseguró Keller Junior, un simpático brasileño que se vino desde Fox de Iguazú y quedó tan feliz luego que Valentino le firmó su casco amarillo, que se prestó para la selfie y el abrazo con cuanto argentino lo rodease al grito de, “Hermano mío, hermano mío…”. También mostró orgulloso al “Il Dottore” tatuado en su pierna derecha.

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Rossi donó una moto al Museo de Río Hondo. La gobernadora santiagueña Claudia de Zamora le agradeció el gesto.

 

“Estoy aquí porque corre Valentino, de otra manera me quedaría en casa”, aseguró Luis que se vino desde su Santa Fé natal para ver a su ídolo. “Lo que me gusta de este pibe, más allá de lo que anda sobre la pista, es que atiende a la gente, se para firmar autógrafos y sacarse fotos. Otros en cambio pasan de largo, como Lorenzo, que pasó por el mismo lugar que Rossi  y nadie le dio bola pese a que es el campeón”, explicó antes de cerrar con esta comparación: «Rossi es como los Di Palma en el automovilismo argentino, no necesitan salir primeros para atraer a los hinchas…”.  Verdad irrefutable.

“No, no creo que vendría…”,  admitió Nelson, un jóven  chaqueño de Tres Isletas, otro de los fans del italiano que exhibió como un preciado trofeo su casco de motociclista firmado por Valentino. “Vine el año pasado y no pude verlo, para este año hicimos un esfuerzo con mi padre y sacamos una entrada de boxes, por suerte se nos dio”, contó. Nelson es corredor de motos en los campeonatos en óvalos de tierra, y hasta ahora ese casco que firmó Valentino era el que utilizaba para correr. “Ahora no sale de la vitrina”, anticipó.

Como estos, fueron más los testimonios de aficionados que condicionaron su asistencia al Gran Premio de Argentina a la presencia de Valentino Rossi. Está claro que por todo lo que significa , ya con 37 años y una campaña de 20 años en el Mundial plagada de triunfos y títulos, Valentino es el corazón de esta carrera. Y por qué no, del Mundial

 

Por Miguel Sebastián (Especial desde Río Hondo)

Fotos: Mónica Paz

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1 COMENTARIO

  1. concuerdo 100% con ustedes muchachos, valentino aparte de ser un as del manubrio y de haber hecho hazañas sobre la moto, tiene un carisma especial para con la gente, por eso el público lo ama, lo sigue y lo banca en todas, en las buenas y en las malas… yo tambien. no me imagino ver una carrera de moto gp sin valentino corriendo.

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