UN HITO HISTÓRICO

Si hay un nombre que en Argentina es sinónimo de Rally ese es Jorge Raúl Recalde, Qué otro entonces podía escribir la más brillante página en el Campeonato Mundial. Y Jorge la escribió hace 30 años al ganar en los caminos cordobeses el Rally de la Argentina y convertirse  en el primer piloto argentino y americano en vencer en una competencia mundialista de la especialidad. Un privilegio que tres décadas después sigue conservando con exclusividad y que Jorge debe estar disfrutando desde la eternidad hasta donde partió el 10 de marzo de 2001 con apenas 49 años.

Por caminos conocidos, Jorge Recalde llevó con solvencia y sin errores a un rendidor Lancia Delta Integrale al tercero de los seis triunfos(1986-87-88-89-90-92) de la marca en el rally argentino.

Eran otros tiempos aquellos del Rally Mundial de los 80. “Eran rallies de verdad no, como los de ahora que son rallies express” suele comentar  Carlos García Remohí, el dirigente del ACA, con la autoridad que le da haber sido testigos de todas las ediciones en Argentina. Aquellos rallies tenían varias jornadas, con largada en Buenos Aires, días de descanso, largos tramos de velocidad. Valga recordar que aquella edición 1988 disputada entre el 2 y 6 de agosto, demandó un recorrido total de 2.141 Km. en 4 etapas  con 583,60 de velocidad divididos en 29 tramos de velocidad. Este año el Rally de Argentina tuvo un recorrido total de 1.300,65 Km.en tres etapas seguidas con 358,250 de velocidad repartidos en 18 primes. ¿Eran o no eran rallies de verdad los de los 80?

Eran también tiempos de dominio de Lancia entre las marcas y con campeonatos donde los equipos no tenían la obligación de participar en todas las carreras extraeuropeas. Ambas situaciones dejaron a los Lancia Delta Integrale de Recalde y el italiano Massimo Biasion,la estrella del equipo, como los grandes candidatos para quedarse con la victoria en esta 8ª edición de Rally de Argentina. Sumado a su gran conocimiento de los caminos, se abría así la gran oportunidad para que Recalde lograse el triunfo que necesitaba para terminar de consolidarse en el alto nivel del rally mundial luego de un ascendente recorrido desde que en 1980 comenzó a tutearse con los mejores de la categoría. Y los mejores de ese momento eran Juha Kankkunen, Didier Auriol, Timo Salonen, Stig Blomqvist,un joven Carlos Sainz, el propio Biasion. Todos campeones mundiales.

Recalde y su navegante De Buono disfrutan de la gloria del triunfo en la clásica pose de los vencedores en el rally. El cordobés, nacido en Mina Clavero, aventajó por 3m35s a su compañero Massimo Biasion.

Los hechos respondieron a las expectativas al comenzar la acción en los caminos. Rápidamente los Lancia se convirtieron en amplios dominadores. Recalde hizo punta pero todo pareció derrumbarse en la tercera etapa cuando al golpear una piedra, el Lancia número 2 rompió una parrilla de suspensión. Perdió 1m 15s y agregó un recargo de 2 minutos de penalización por la reparación. Más que suficiente para que Biasion tomara el comando. “La carrera no está terminada” fue la frase con la que Recalde fortaleció su esperanza. Y la carrera no estaba terminada porque antes de terminar la etapa el Lancia de Biasion se paralizó al quemar un fusible que comanda la inyección electrónica. Allí dejó 7 minutos y medio, y el liderazgo otra vez en manos del argentino.

“El telegrama puede llegar en cualquier momento” advertía Jorge Del Buono, el histórico y extravertido  navegante de Recalde, de cara a la etapa final. ¿Qué era ese telegrama?. Una orden de equipo que desde Italia podía enviar Cesare Fiorio, director del equipo, a Nini Russo, su responsable deportivo en la carrera argentina para favorecer las chances de Biason, el elegido para ser campeón. Esa desagradable situación ya la había padecido Juha Kakkunen en Montecarlo. Esa orden llegó luego que Recalde ganase los dos tramos iniciales del última día y Biasion venciese en el tercero. “Recalde” escuchó  Russo y así quedó cerrada toda discusión para la parte final. No la necesitaba Jorge para rubricar un éxito para el que había acumulado suficiente méritos. Igual más que una orden pareció un reaseguro para una victoria que el equipo tenía pendiente con Recalde.

El paso de los años no atenuó el recuerdo de Jorge Recalde, cuya figura e imagen están presentes en los caminos cordobeses que transitó con los rallies.
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En un colmado estadio Chateau Carreras (actual Mario Kempes), por esos años escenario de la ceremonia de coronación de la carrera, Recalde y su navegante Del Buono, recibieron una apoteótico recibimiento y una ovación saludó el momento supremo de la coronación al punto de emocionar a un habitualmente imperturbable Recalde. No era para menos.El cordobés acababa de escribir una página histórica en el Mundial de Rally. Tan histórica que relegó en atención a otro hecho inédito de un piloto argentino en el Rally mundial. El sexto puesto de Juan María Traverso sobre un Renault 18 GTX.   

 

Fotos: Prensa Lancia y Mónica Paz

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