CON SUS 18 aÑOS, Jorge Lacunza encaró su debut en el Dakar con el privilegio de ser el participante más jóven de la legendaria competencia.

Por eso el día previo a la largada en la reunión de pilotos realizada en Tecnópolis, debió leer ante todos los participantes los manifiestos de la carrera que puntualizan el espíritu Dakar.

«A mi que no me gusta leer, tuve que hacerlo ante un montón de pilotos, muchos de ellos muy famosos « le comentó a Visión, a la salida de la reunión, este chico nacido en Saladillo e hijo único de una familia con antecedentes motociclisticos de parte de su abuelo Julio y de su padre Jorge Julio.

Precisamente  su padre fue uno de los grandes impulsores no sólo deportiva sino económicamente de esta experiencia que encaró su hijo Jorge y que según reconoció tuvo un costo cercano a los 100.000 dólares.

Etapa por etapa, Jorge fue sobrellevando con buen ritmo  las dificultades extremas que con altas tempraturas, granizo, lluvia y caminos complicados y veloces, tuvieron los motociclistas. Sin embargo no pudo cumplir su sueño que como no podía ser de otra manera para un debutante, era simplemente llegar.  Paradojicamte su abandono en la décima etapa no se produjo por ninguna caída o problema mecánico, sino por las consecuencias de una comida que le cayó mal y que al día siguiente le produjo una descompostura con fiebre y vómitos a la que se sumó una hipotermia debido a las cambiantes temperaturas.

«Me sentí muy débil», admitió a VA en el campamento de Salta y a punto de emprender el regreso como muestra la imagen. Pese al abandono el pibe Lacunza  quedó entusiasmado y aspira a repetir la experiencia el año que viene.  Con sólo 18 años tiene muchos Dakar por delante.

 

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Por el equipo de Visión (Especial desde Salta)

Foto: Mónica Paz

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