EN MILLONES DE REALES, lo que el Grand Prix de Brasil de Fórmula 1 movió la economía de San Pablo, la ciudad más gigantesca de Sudamérica. Cien palitos verdes… un número, ¿no?


Interesante sobre todo para los que se anotan en la carrera por volver a recibir la Fórmula 1 en la Argentina, que sabemos que son poquitos pero muy importantes… y que de eso de impacto económico saben bastante. No estaría mal que Buenos Aires recibiera un impacto similar de parte del turismo extranjero que venga a ver un Grand Prix. ¿Buenos Aires, dijimos…? Uh, se nos escapó.

Boxes abajo, paddock arriba: cada una de esas entradas costó más de 4.500 dólares...

Está claro que la inversión necesaria para repatriar el Grand Prix es cuantiosa, sobre todo porque se habla en idioma verde. No solo hay que adquirir el fee y adecuar el escenario a condiciones FIA, para traer la carrera, sino también vencer el prejuicio eurocentrista para poder sostenerla: Interlagos puede ser uno de los tres mejores circuitos del calendario en cuanto a la exigencia conductiva (reconocido una vez más por los pilotos), pero es constantemente criticado por sus instalaciones, a las que tachan de incómodas y pasadas de moda.

Este año, la Prefectura de San Pablo gastó algunas decenas de millones para mantener a tono el trazado: de hecho lo reasfaltó por completo, por primera vez desde 2008. Sin embargo, se escucharon quejas oficiales sobre el asfalto nuevo, por resbaladizo: la superficie flamante dejaba salir un residuo aceitoso del bitumeno. El reasfaltado permitió bajar un record que duró una década: nadie había andado tan fuerte desde 2004, cuando Rubens Barrichello marcó 1m10s646; ya en la práctica libre 3 Nico Rosberg bajó ese registro y en la Q3 cuatro pilotos (todos con motor Mercedes) estuvieron por debajo de esa marca. El alemán se quedó con el nuevo record, 1m10s023, a 221,533 km/h.

Nelson Piquet, el alcalde paulista, Emerson Fittipaldi, Bernie Ecclestone y otro funcionario.

Fue el último año con el viejo complejo de boxes, que es (¡guarda!) solo cuatro o cinco años anterior al del autódromo porteño; levantarán uno nuevo para el GP de 2016. Todos esos anuncios y las medidas para sostener el Grand Prix –el contrato fue extendido hasta el 2020– no le aseguraron, ciertamente, más popularidad al alcalde paulista, Fernando Haddad, que fue profusamente abucheado cuando se anunció su presencia en la grilla de largada junto a Bernie Ecclestone. Tanto, que luego no tomó parte de la entrega de los trofeos en el podio. Eso, para que lo sepan quienes solo vean rédito político en una operación como ésta.

Cien millones de dólares, entonces, movieron aproximadamente los turistas que vinieron a ver el GP de Brasil. Con tribunas cubiertas al 80 por ciento (más de 65 mil personas estimó la Prefeitura), con precios que iban desde los 525 reales (unos 200 dólares) de la arquibancada G, con la fervorosa masa, hasta los 11.600 reales (casi 4.500 dólares) del Paddock Club, pasando por los 1.450 reales (unos 550 dólares) de la platea M que está frente a los boxes y te permite ver la recta principal, los bólidos pasando a más de 300 km/h y la actividad de los equipos en sus garajes. Con fanáticos que elevaron la ocupación hotelera al 95 por ciento, y que no dudaban en comprarse por 150 reales (casi 60 dólares) chombas de Ferrari, McLaren, Mercedes o RedBull, o de gastarse 20 reales (algo así como 7,50 dólares) para la hamburguesa y la cerveza.

Tantos turistas latinoamericanos en Brasil… ¿no vendrían a ver un Grand Prix de Argentina en Buenos Aires? A pensarlo.

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Por P.V. (especial desde San Pablo)

Fotos: César Ogata/SECOM Sao Paulo

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6 COMENTARIOS

  1. Si es tan buen negocio, buscate un par de financistas y organizala, mi un peso del estado debe ser usado para esto, la plata del estado debe ir a salud, educación y justcia

    • Si, es verdad, pero si el estado con esa guita puede generar un evento que movilice sensiblemente a un montón de actores de la economia (la economia somos vos, yo, el trapito que cuida los autos, el mozo que labura cerca del autodromo, la empresa que tiene que reasfaltar, el chabon que pinta los boxes, y miles involucrados directa o indirectamente) logra que un montón de gente este mejor (la que tiene laburo gracias a eso y la que disfruta del evento) y a través de cánones, impuestos y maneras de recaudar varias, recupera la que puso y mas tambien, con lo que se pueden hacer mas escuelas, hospitales, comisarias, etc. que las que podias hacer originalmente.

  2. A esos 100 palos hay que restarle lo que se gastó en traer el evento y tb la que se gastó pero se va por otra ventanilla. Las chombas son muy lindas, caras, pero made en china.

  3. No es negocio, la plata se la lleva TODA Eclestone. El mismo modelo de negocio, es el que adoptó el TC: les hace poner plata a los gobiernos, exigen que les cedan el predio del autódromo y todo lo que ocurre allí dentro en el fin de semana (quisiera creer que las chicas y «chic@s» que brindan sus servicios no estarían incluídas -buen tema para que analicen también, amigos de VA-) es a beneficio de la ACTC: desde las entradas hasta los chori, al club NO LE QUEDA NADA.

  4. si se concretara la remota posibilidad de que se organizara un gran premio argentino de fórmula 1, espero no escuchar a los caceroludos, ni a los periodistas similares, poner el grito en el cielo diciendo que sería un gasto innecesario, que hacen falta más escuelas y hospitales, etc, etc. eso no sería un gasto, sería una inversión. claro que hay que sacar punta al lápiz y hacer bien las cuentas. pero ningún país, salvo los árabes, pagan una carrera por amor al deporte. lo hacen porque algún beneficio deja…

  5. Muy buena la estimación de la prefectura de un 80 % de las tribunas cubiertas, lo que no dicen que hay un tipo por m2. Si con esa densidad de ocupación había 65.000 personas puedo estimar que en el autódromo de Bs. As. debe haber habido 400.000 espectadores en las carreras de F1 pasadas porque en las tribunas habia 5 personas por m2 y las tribunas cubiertas asl 100%.
    Cuando entras a la web del GP de Brasil las entradas estan todas «esgotadas» pero en 2012 la del domingo la pagué de reventa mas barata que el precio oficial porque no sabian donde meterselas.
    Puedo decir esto porque estuve en todos los GP de Argentina y varios de Brasil (2012 el último).
    La verdad estoy podrido de escuchar estas mentiras incluidos los periodistas de las transmisiones (nacionales e internacionales) que se la pasan diciendo de la gran cantidad de espectadores.
    Aclaro que me como apasionado del automovilismo me gustaría que las tribunas estuvieran al 150 % aqui, en Brasil y en China.
    Por otro lado me gustaría que alguien me explicara concretamente que es eso que «se movieron» 100 millones de verdes, como lo calculan, etc. y como alguien escribió cuanto es lo que queda verdaderamente.

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