CHRISTIAN LEDESMA TIRA Y NO ESCONDE LA MANO

«A MI NUNCA SE ME SUBIERON
LOS HUMOS A LA CABEZA
COMO LE PASO A OTROS PILOTOS«

Por Carlos Saavedra

Christian Ledesma suele ser de esos corredores de autos-figuras que no callan lo que piensan, en un ambiente como el del automovilismo argentino donde la hipocresía, especulación y falsedades, suelen derrotar a la sinceridad y erigirse en moneda demasiado frecuente. Vas a coincidir, los que lo habitan se ven sometidos a un combo de presiones, ambiciones personales, celos, deseos de ganar y de convertirse porque no, en otro de los que son admirados y se hicieron un lugar en el sentimiento de los aficionados, mas o menos fanatizados.

Ledesma, velocista nato desde la niñez en el karting desde donde saltó a los monoplazas que lo llevaron hasta Europa, supo ser otro de los chicos que acunó su gran sueño con forma de Fórmula 1. Hasta que obligado por la falta de sustento económico como en el 90% de los casos, se refugió en el Turismo Carretera donde encontró su mundo ideal desde donde se proyectó hasta tocar la cima: campeón de TC y también de TC 2000.

Afianzado, casado, dos hijos, el marplatense sigue con la misma determinación mental que traslada al pie derecho, a la que le suma experiencia y una cuota de serenidad, ya sea en la Chevy de TC o el Vectra de TC 2000, aunque no siempre los resultados acompañen. Esta temporada protagoniza mas el TC cuyo campeonato acaba de
encabezar hasta el reciente paso por Termas de Río Hondo; en TC 2000 los Vectra oficiales no terminan de completar el círculo.

Jura que aún desde el escalón que lo ubica como a uno de los corredores argentinos de mas renombre, «no me la creo» y lo ratifica, «a mi nunca se me subieron los humos a la cabeza como le pasó a otros pilotos». Christian entiende que a «algunos pilotos hay que agarrarlos de la «piolita» y bajarlos a la tierra, se piensan que estan parados arriba de un banquito, están creídos».

Ledesma en un podio. El marplatense en dialogo abierto con VA

Se ha dicho que el automovilismo no es precisamente un ambiente sencillo, a la pasión de cada uno de sus cultores sea el lugar que ocupen, arriba o abajo de los autos, dirigenciales o empresariales, puede agregarsele la escasa vocación a reconocer errores. «En el caso de los pilotos, no es fácil que reconozcan que se equivocan; uno puede ver una maniobra problemática de una manera y vos de otra. Y después en frío y si pasan una imagen, podés darte cuenta que no fue así como pensabas al principio. Yo soy de los que reconocen cuando me equivoco; si cometí un error lo admito, decime si no es así. En cambio otros siempre ponen excusas, nunca se equivocan, ¡anda!».

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«Tampoco entiendo -dice Ledesma a VisionAuto– como dos pilotos que se pelean mal un domingo y al siguiente andan como los «chanchos». El otro dia en la reunión de pilotos de la carrera de TC en Termas, Pechito y Werner andaban a las bromas y una semana atrás se habían dicho de todos en General Roca, ¡increíble!».

A propósito, la relación entre los pilotos argentinos vaya si es fluctuante y hasta medio histérica. No es imprescindible que seas un seguidor a sol y a sombre del automovilismo, para enterarte de los frecuentes encontronazos verbales entre pilotos, producto de acciones en las
pistas. Sin retrotraerse casi nada en el tiempo, fijate como se agarraron en la última de TC 2000 en Roca, Leonel Pernía y Norberto Fontana. El Tanito en especial, le dijo de todo al arrecifeño que, ducho, otra vez vio y contó lo sucedido en la carrera como para que le crean.

HISTERIQUEADOS

¿Que pensás del puterío como se dice en el ambiente de la farándula, que puede existir entre los pilotos, ustedes no estan demasiado histeriqueados?», pregunta VA; Ledesma responde: «¡uy!, sí, y sabés porque; porque no se ejerce la autoridad. Las autoridades son las que tienen que cortar con todos estos quilombos. Si no un día van a terminar todos agarrándose a trompadas, ¡es de locos!. Lo del otro día en Roca fue de no creer. Y lo lindo que las autoridades solo sancionaron a Ponce por un toque y fijate, a a mi me dieron por todos lados en la carrera y no pasó nada. Claro!, como no me voy a calentar si nadie toma medidas, y para colmo terminé rompiendo el motor…».

Los pilotos, el automovilismo, según Christian

Le cuesta a Ledesma y su compañero Guillermo Ortelli, prenderse en la pelea en TC 2000, «Alberto (Canapino, chasista del equipo Chevrolet-JP Racing) está pagando para mí los años que no estuvo en la categoría; para mí es lo que puede pasar. Los autos siguen yéndose de trompa, es el problema que nos tiene a maltraer. De todas formas, tengo plena confianza en Alberto. ¿Si los Vectra sirven para correr, no son demasiado grandes?; seguro, no tiene nada que ver el volumen de los autos; que sean mas grandes que el resto. El año pasado penamos con los motores, eso ahora ya pasó, ya pelearemos la punta. No, el Astra no era mejor para correr, para nada; el problema no es el auto».

Aunque dicen sus defensores que al Chevrolet le cuesta ser ganador en Turismo Carretera, Matías Rossi acaba de mostrar en Santiago del Estero en la mejor carrera de los últimos tiempos al ganarle por una diferencia casi imperceptible al Ford de Diego Aventin, que pueden. El cambio de reglamento ha generado cuestionamiento del lado de los de Chevrolet con Rossi a la cabeza seguido por Mariano Altuna. ¿Que piensa Christian sobre la quita de cargas aerodinámicas y la mayor compresión y menor altura de los coches otorgadas a los Ford para 2010, «sobre los Ford soy cauteloso, en cuanto a las menores cargas aerodinámicas ya nos acostumbramos, en las primeras carreras lo notamos pero ya no. ¿Si dio resultado para que los autos volvieran a pasarse?, y es difícil, en Termas hubo sobrepasos pero acaso esto de que los autos no se pasen, ¿es problema sólo del TC?. Mirá el TC 2000 e incluso la Fórmula 1».

A ACHICAR LAS GOMAS

«A mi entender -argumenta sobre lo último-, para buscar que los coches de TC se pasen habría que achicar las gomas. Como eran antes, desde ya manteniendo la calidad actual y también, hacer frenos no tan sofisticados. Entonces ahí habría mas imprevisibidad y los pilotos pasarían a ser mas importantes de lo que son hoy. Eso hay que lograr, que los pilotos vuelvan a tener mas importancia arriba de los autos, y con cubiertas mas angostas tendrías que fijarte mas para cuidarlas, para no quemarlas, lo mismo con los frenos».

Le costó habituarse a ser un tipo conocido, una figura del automovilismo. «Me acuerdo que cuando llegué al TC, le huía a la gente; sí, al periodismo también medio le equivaba, je». Para entender el mundo que se abría delante suyo, supo pasar por el sicoanalista, «y me sirvió, pero lo que me ayudó muchísimo ha sido la ayuda de mi señora. Ella me asesora en muchas cosas, en cuestiones de imagen, me maneja la página de internet, me dio una gran mano, me aclaró muchas cuestiones. Un ejemplo, ella me dice «ves, mirá esta persona te escribió a la página y dijo que porque abandonaste la carrera se amargó tanto que no comió al mediodía. Yo no lo puedo entender, pero bueno sera así. Lo que pasa es que sigo siendo un tipo normal que anda por la calle, va al mercado, hace las compras y una vida de familia. Ya dije, a mi nunca se me subieron los humos a la cabeza como le pasó a otros colegas; sigo siendo el mismo y por eso es que no deja de asombrarme la reacción de la gente».

11-5-2010

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