CUANDO A PRINCIPIOS DE AÑO, SUPO SU DIAGNÓSTICO LUEGO DE CONSULTAR AL MÉDICO POR UN MALESTAR QUE CONSIDERÓ MENOR.

 

José Ciantini, el Bocha, otro de los corredores tan arraigados al Turismo Carretera, quien tras su retiro años atrás, ha seguido sosteniendo con la misma intensidad su pasión por los autos y las carreras, enarbola la bandera de la Fe y transmite las ganas de continuar adelante.
El Bocha se aprontaba cuando comenzó 2023, a atravesar un año muy intenso. En el automovilismo apoyando, respaldándolo cada vez más a su hijo Diego en TC; en lo personal abocado a proyectos empresariales de envergadura, desafíos que también le dan sentido a su vida.
Hasta que, con valentía y sin medias tintas, hizo público lo que le habían transmitido los médicos: cáncer en el páncreas y metástasis en otros órganos. Entonces decidió someterse sin condicionamientos a las indicaciones de los facultativos y comenzaron los tratamientos médicos. Hasta que no hace mucho, se resolvió operarlo en el Hospital Italiano donde permanece internado.
Debido a que el reciente 1 de mayo, se cumplieron 18 años de su primera victoria en el automovilismo, y mientras va recuperándose, el Bocha ha dejado un mensaje profundo, sentido y cargado de contenido.
«Hoy 1° de mayo gané mi primera carrera de TC; 18 años después siento que me están bajando la bandera de la carrera más difícil que me tocó, empezar a dejar a dejar las cosas ordenadas y despedirse de las cosas que uno ama.
Desde el momento cero estuve súper contenido por mi mujer, que me acompañó en todo, lo mismo que mi familia y muchos amigos; hasta gente que no conozco rezaba por mi recuperación. Decidí hacer todo, jugar todas las cartas, hice terapias complementarias, reiki, biodecodificación, curas sanadores, dietas alcalinas, sesiones de quimioterapia mientras mis estudios patológicos avanzaban. De pronto mi tumor se convirtió en neuroendocrino, y eso cambió el panorama porque daba chance a la operación y erradicar todo. Tomé la decisión de hacerlo rápido.
Por suerte todo salió como los doctores pensaron. Quiero agradecer tantos mensajes de apoyo y a mi oncólogo el Dr Guillermo Méndez y a los cirujanos Dr Oscar Mazza y Dr Diego Fernández; al Hospital Italiano por su profesionalismo y amor por lo que hacen.
Que viva la vida que hay mucho por seguir disfrutando, nunca se den por vencidos. Cuando las circunstancias son difíciles lo único que queda es no darse por vencido, tomarlo como un desafío ¡y pelear con todas nuestras fuerzas! Gracias a todos por tanto apoyo, fueron parte de esto».

 

Bocha, metele!

 

Foto gentileza: La Vanguardia

 

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