DOS QUE SE PERFILAN.

“Lo voy a extrañar a Agustín porque es un piloto muy competitivo que siempre da espectáculo”. Mariano Werner fue una de las pocas voces escuchadas en el mundo del TC, sobre lo que representaría la ausencia de Agustín Canapino, Canapa, uno de los grandes referentes de la categoría en la última década, ya instalado desde hace semanas en Estados Unidos para encarar el difícil desafío de IndyCar.

Tal vez prevaleció en Mariano la nostalgia de perder a su gran rival del último año, más allá que la corona fue a parar a manos de Manuel Urcera. Y quizás también imperó el “temor” de no encontrar una oposición similar para jerarquizar su camino al tercer título. Quizás Mariano no imaginó para 2023, la reedición de un duelo que también dio que hablar en el TC: el duelo con Matías Rossi. Tan o más caliente que el de Canapino el Misil. Recordarás aquel toque que con la bandera de a cuadros a la vista, originó el entrerriano en la definición del título en La Plata 2016, cuyo resultado dejó con las manos vacías a Matías y sumó otra afortunada coronación a Guillermo Ortelli.

Urcera arruinó con un toque la buena carrera del debutante Martín Vázquez. Sancionado, largó último (53°) en la final y llegó 14°. Flor de remontada.

El tiempo pasó y enfrió el duelo. Además Matias estuvo ausente del TC en 2020 y 2021, coincidentemente los años en que Werner logró sus dos títulos en el TC. Volvió el año pasado, pero el proceso experimental del Toyota Camry, en su primer año en la categoría no propició la competencia directa, que en el caso de Werner apuntó a Canapino y Urcera.

Cambaron algunas cosas en este 2023. Werner sigue con Ford y Matías con Toyota, pero los retoques reglamentarios le dieron a la marca japonesa, el impulso competitivo para ir no sólo en busca del primer triunfo sino también para pelear el campeonato. Siempre con Matías como carta mayor. Como dentro de Ford, es Mariano .

Ganador de la segunda serie, Santero integró el trío de punta en la final, hasta que problemas en la caja del Ford del equipo de Campanera, al que se sumó, motivaron su abandono.

Es muy prematuro para decirlo, y mucho más en el TC, pero por lo visto en Viedma se puede advertir que Werner y Rossi asoman como grandes candidatos al título, Como anticipo inauguraron la temporada marcando una clara superioridad sobre el resto. Vale como ejemplo el comentario de Jonatan Castellano , el Pinchito quien sobre su Dodge, recuperó competitividad como la marca, y los tuvo más cerca o menos lejos en  carrera. “Tenía un buen auto, pero los dos de adelante andaban a un ritmo impresionante”, contó el de Lobería. Esos dos de adelante eran el Ford de Werner y el Toyota de Rossi.

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Para fortuna de los espectadores, esa superioridad no atentó contra el interés de la carrera. Por el contrario, el conocido espíritu competitivo de ambos los enfrentó en un duelo sin concesiones, con maniobras de alto nivel favorecidas por una pista que a diferencia de algunas carreras del año anterior, extendió sus límites por encima de las zonas pintadas de azul, como en otros circuitos. Experimentados “zorros” de las pistas se midieron y buscaron el error ajeno. Werner se equivocó último al irse ancho en una curva, a siete vueltas del final. Pareció definitivo para sellar el esperado primer triunfo de Toyota, pero a dos vueltas del banderazo, la rotura del motor del Camry lo dejó para mejor oportunidad y frustró a Matías.

Mariano volvió al escalón más alto del podio en Viedma. Sus escoltas Jonatan Castellano y Juan Tomás Catalán Magni, llegaron tras aprovechar los abandono de Santero y Rossi.

“No quería abandonar, necesito regularidad para pelear el campeonato. Vine a sumar, pero son cosas que pasan. Me voy amargado. Parecía que tenía la carrera ganada, pero así son los fierros. Lo importante es el rendimiento que tuvimos”, explicó Matías con mensaje de consuelo incluído. “Se dio un final increíble, heredé la carrera. Cuando iba delante de Matías, pensé que yo tenía un neumático pinchado porque mi auto iba muy de cola. No tenía más resto y Rossi iba sobrado de ritmo y tracción, estaba en un nivel superior”, reconoció y precisó Werner. El de Paraná llegó a su triunfo número 22 en el TC, e igualó al recordado Carlos Pairetti, campeón 1968 con el Trueno Naranja.

En medio del entusiasmo por la carrera emocionante, a la que sólo la faltó un final más incierto, ¿alguien se acordó de Canapino?. No muchos. Si, se habrán acordado los hinchas de Chevrolet y la gente del JP Carrera, su ex equipo. Los primeros apenas tuvieron como recompensa el noveno puesto de Christian Ledesma, iniciando a buen paso en la Chevy de Las Toscas Racing, su temporada 26 en el TC (perdió chances cuando en la serie al pisar la tierra apenas cuando salió de una curva, fue embestido por Gastón Mazzacane. El Chevrolet del Rayo voló unos segundos por el aire. En la final también hizo una remontada notoria, largó 40º y finalizó 13º. ¿La escuadra de Gustavo Lema sin el Titán?, se llevó poco, 28° Santiago Mangoni y 29º Diego Ciantini. Como para no extrañarlo.

 

Fotos: Prensa ACTC

 

 

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2 COMENTARIOS

  1. entiendo que el periodismo intente poner en el tapete para vender el duelo Werner-rossi, pero todos soslayan a santero, que tenia el ritmo y también rompió. con respecto a Chevrolet, con mas reglamento que el año pasado, perdió a su gran referente y no creo que tanto mazzacane, como Ledesma o el JP esten a la altura de pelear el campeonato. por ultimo Torino, el gran perjudicado, que perdió reglaménto como premio al gran año del maquis parts del 2022. urcera clasifico a 7 décimas, y viene de hacer varias Poles en los playoffs. parecería que la ACTC se quiso asegurar que Torino no gane 2 campeonatos seguidos…

    • Si Pedro,tal cual,ademas imaginate si lo vuelve a ganar el novio de Nicol lo que seria,uno se puede bancar,pero dos….Parece que este año pinta para Dodge Toyota o Werner,si no le fallan los motores de Agut.

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