EN LA CARRERA ESPECIAL, VOLVIÓ AL TRIUNFO LUEGO DE CASI TRES AÑOS.
Tal vez influenciado por el color verde que caracteriza los autos de la familia DeBenedictis en el TC, Juan Bautista DeBenedicitis, ”Johnnito”, nunca perdió las esperanzas que algún día se reencontraría con ese triunfo que le era esquivo desde la carrera de Viedma que abrió el campeonato 2022. A partir de entonces, fueron pasando y pasando las carreras entre marchas Y contramarchas, cambios de equipos e ilusiones que no tenían tiempo de construirse y ya se derrumbaban. La cuenta llegó a 54 finales sin triunfos. Muchas para el prestigio del apellido en el TC.
“Sabía que en algún momento llegaría, y por eso nunca bajé los brazos, ni dejé de entrenarme todos los días, ni de levantarme después de cada carrera como si no hubiese pasado nada”, contó en el festejo de su sexta victoria en 242 carreras en TC, y segunda en el circuito de Toay. El que había inaugurado con un triunfo el 11 de noviembre de 2012, mientras recibía los mimos y felicitaciones de mamá Mónica y papá Juan Antonio, el conocido Johnny. Dos pilares fundamentales de ese respaldo y apoyo, que también resultaron importantes en los momentos sin festejos y con dudas.

Así en el domingo de Pascua de Resurrección llegó la resurrección deportiva de Johnnito, en la primera de las carreras especiales que tiene programadas el TC para la actual temporada. Una carrera con exigencias especiales, que el de Necochea supo cumplir a la perfección sobre el veloz y confiable Mustang del Maquin Parts: un eficiente trabajo del equipo en la recarga de combustible, el adecuado cálculo del combustible a consumir y una afinada estrategia que tuvo su espaldarazo cuando en el giro 14, el de su detención, también salió el “temido”auto de seguridad. Era cuestión de aprovechar la oportunidad que le entregaba la buena fortuna. Y Johnnito la aprovechó mejor que sus principales rivales. El amenazante Werner, el poleman Agrelo y un relevante Landa.
LEDESMA IGUALÓ UN RECORD DE ORTELLI
No fue una carrera más para Christian Ledesma. Y no por el noveno puesto sobre el Camaro del Pradecon que no agregó demasiado a su éxitosa trayectoria. El significado particular estuvo en que cumplió con su carrera 409 en el TC, y así igualar el récord que tenía Guillermo.Ortelli . Debutó el 21 de febrero de 1998 en Mar de Ajó, y desde entonces ganó 26 finles, 53 series, hizo 31 poles, 23 récord de vuelta y subió 59 veces al podio. Fue campeón en 2007 con el Chevrolet del equipo HAZ.
El abandono de Werner (bajó al puesto 25 en el campeonato…) por problemas en el motor de su Mustang, le allanó el camino a Johnnito. Era el adversario más serio. Instalado en la vanguardia le quedaron por delante una treintena de vueltas, paradójicamente la misma cantidad de una carrera normal en Toay. En este caso representaron “sólo” las dos terceras parte del recorrido total de 45 giros como carrera especial. DeBenedictis cumplió sin problemas ese támite veloz, y los más entretenido estuvo en la lucha entre Landa y Agrelo para ocupar el puesto de escolta. Prevaleció el uruguayo, y asi le dio el primer podio del año al equipo Pradecon. El tercer escalón de su primer podio en TC, fue un magro consuelo para un Agrelo que confiaba en debutar como ganador tras su pole sabatina. “La entrada del auto de seguridad me complicó” explicó.

Sin llegar al podio, Juan Martín Trucco le sacó un buen rédito al cuarto puesto en su Challenger; completó el poker de principales ubicaciones con diferentes marcas. Sumó puntos que lo elevaron a la cima del campeonato. También resultó destacado lo de Nicolas Bonelli (5°) y Facundo Ardusso (6°). En cambio fue opaco otra vez lo de Matías Rossi (16°) y Julián Santero (13°), uno de los más contrariados por este tipo de carreras y en un circuito tan veloz.
Para lamentar quedó el cálculo del combustible equivocado del Trotta Racing; cerca del final ocasionó el retrasó a los autos de Facundo Chapur(15°) e Ignacio Fain (29°). Estaban para meterse entre los seis primeros. Pero lo del Canning Motorsport con las rotura de motores de los Camaro de Agustín Canapino, Santiago Mangoni y Valentín Aguirre. Para preocuparse.
No decepcionó pero tampoco entregó momentos emocionantes esta carrera especial, más larga que las habituales. Igual hubo que renovarle la confianza. El automovilismo argentino necesita este tipo de competencias.
Fotos: ACTC