AIF
AYER Y HOY. Dante Emiliozzi con la cupecita Ford, dominadora en los 60.
Diego Aventín, con el Falcon que llega puntero del play off.

¿LA ÚLTIMA DEL TC EN OLAVARRÍA?

Por M. S.



Tiene un sonido especial el nombre de Olavarría para el Turismo Carretera. Durante muchos tiempo estuvieron estrechamente ligados por los éxitos y campeonatos de los Hermanos Emiliozzi, íconos deportivos, y por esa tradicional Vuelta que recorría centenares de kilómetros por tierra y asfalto en una cita tan clásica en el calendario que se ganó el título de Capital del TC, en aquellos dorados años de los 50, 60 y 70 en los que la categoría tallaba fuerte en varias ciudades de la provincia de Buenos Aires. La memoria también rescata un gran dolor de la historia de Olavarría. Allí, un 3 de marzo de 1963, cayó para siempre Juan Gálvez, el más campeón y ganador de todos los pilotos que pasaron por el TC. Fiel a su estilo, iba en punta.

Los tiempos cambiaron y los cambios que trajo el tiempo impulsados por el incontenible progreso no le cayeron bien a Olavarría. Le quitaron ese especial encanto que tenía para el TC. Ya no están más los Emiliozzi, la seguridad convirtió en pasado las carreras en ruta y el apuro de los tiempos modernos acabó con las recordadas
Noches de Gala que reunían a los pilotos antes de las carreras. No hubo otro piloto local que tomara la posta ganadora de Dante y Torcuato, el autódromo pese a su gran infraestructura no cautivó tanto a la gente como la ruta y encima los vaivenes económicos del país arrasaron con la industria cementera, motor de la economía de la ciudad y generadora de miles de empleos. En la combinación de todos estos factores puede encontrarse la causa final por la que Olavarría ya no es lo que era para el TC.


Este fin de semana Olavarría aparece de nuevo en el camino del campeonato de TC, esta vez como segunda fecha del
play off que arrancó con la victoria de Diego Aventín. Oír su nombre trae la nostalgia del pasado brillante pero también la preocupación de un presente complicado para atraer público como en otros tiempos y la incertidumbre de un futuro que por esa situación ve tambalear su continuidad en el calendario. “Esta carrera puede ser la última en Olavarría, si no tenemos una cantidad razonable de público” se oyó decir en el edificio de la calle Bogotá. Un ultimátum lanzado al ver que las distintas inversiones realizadas en los últimos años para relanzar la categoría no tuvieron el resultado esperado y que tampoco entusiasmaron demasiado las variantes en el circuito. Para este año se probará con el retorno a la horquilla larga, sólo utilizada en 1998, año de su inauguración. También ese ultimátum lo motiva la presencia de nuevas plazas, como Mendoza, San Juan, Junín y Bahía Blanca que buscan su lugar en el calendario sin tanta añeja tradición como Olavarría pero con fuertes apoyos económicos. Un símbolo de estos tiempos que por lo visto no parecen a la medida del TC en Olavarría.




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