OTRA DECEPCIÓN.

Nada es seguro en la Fórmula 1. Sin embargo hay hechos que tientan a predicciones. “Por fin es el año de Ferrari” anticiparon muchos cuando dos triunfos en las tres primeras carreras frente al par de abandonos de Max Verstappen, su gran rival, le habían dado a Charles Leclerc una aventaja de 46 puntos (71 contra 25) sobre el holandés. Obviamente no era decisiva con 19 Grandes Premios por delante pero ¿quién iba a imaginar que un equipo con la contundencia y eficacia que mostraba Ferrari, con un Leclerc inspirado, el buen acompañamiento de Carlos Sainz y la alta confiabilidad del auto, podría perderla tan rápidamente.

Una buena detención en boxes para el cambio de gomas le permitió a Leclerc llegar al liderazgo hasta que apareció el problema en la unidad de potencia del motor y todo se frustró.

La debacle comenzó con el error de Imola que le costó a Leclerc unos puntos, siguió con la clara derrota ante Max en Miami y entró en su punto más preocupante con la rotura del motor en España y el error estratégico en Mónaco. Dos triunfos que Leclerc tenía en el bolsillo y que se transformaron en frustraciones acentuadas por las  victorias de Red Bull con Verstappen y Pérez, que no sólo hicieron pasar a la punta del campeonato al holandés sino  también acercaron al mexicano a  la posición de Charles. Por entonces, entre errores propios y ajenos,  se había debilitado la figura de Sainz.

Verstappen y Pérez concretaron un importante 1-2 para Red Bull. George Russell los acompañó en su tercera visita al podio enla temporada.Una muestra de su afianzamiento en el primer nivel de la categoría.

Azerbaiyán se presentaba como el lugar ideal para la recuperación Es que el potencial del equipo estaba y sólo era cuestión de recuperar la confiabilidad y concretar una buena gestión. Una nueva pole, la tercera consecutiva de Leclerc reabrió la esperanza. Duró poco en carrera. El prematuro abandono de Sainz por un problema hidráulico fue el aviso. Minutos después el humito que salió de la Ferrari de Leclerc preanunció otra inevitable frustración, nuevamente como en España, por la unidad de potencia. Una frustración potenciada por el 1-2 de Verstappen-Pérez que el equipo austriaco digitó en ese orden cuando el mexicano estaba al frente. Este doblete dio para que Max ampliase su ventaja y Checo desplace a Leclerc del segundo puesto del campeonato. Peor imposible para Ferrari.

«Hemos sido rápidos y no tuvimos grandes problemas en la primera parte de la temporada. Ahora tenemos más fallas en comparación con el principio del campeonato, cuando no hemos cambiado nada. En todo caso, hemos mejorado. Así que es difícil de entender lo que está pasando en estos momentos. Tendremos que analizarlo profundamente. No tengo una idea completa de lo que ha pasado» dijo un desconsolado y desconcertado Leclerc a su regreso a boxes. «Me duele y debemos investigar lo que pasó para que no vuelva a ocurrir. No encuentro las palabras adecuadas para describirlo. Es muy, muy decepcionante” agregó.

El rostro de Charles Leclerc refleja su desconsuelo por el nuevo abandono que lo aleja de Max Verstappen en la lucha por el título.

«No sabemos si tenemos que tomar acciones a corto, medio o largo plazo, hay que ver qué pasó, pero es pronto para señalar una cosa concreta. El motor de Leclerc volverá a Maranello, analizaremos e investigaremos, y seguro que como equipo encontraremos una solución. Esta es una escudería que puede resolver estos contratiempos, y lo harán en el futuro» se limitó a comentar Matttia Binotto, director deportivo de Ferrari.

Por los fuertes dolores en la espalda, Hamilton necesitó ayuda para salir del Mercedes Benz tras su destacado cuarto puesto. Su jefe deportivo Walter Wolff puso en duda su presencia en la próxima fecha en Canadá.
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Vale recordar que tras el abandono en España, Ferrari tuvo que cambiar varios componentes del motor y es posible que esta avería de Bakú lo obligue a cambiar de nuevo algunos elementos y esto lo colocaría cerca de recibir una penalización en los futuros ordenamientos de las grillas.

Esta debacle de Ferrari y Leclerc está bien reflejada en los números. En los últimos cinco Grandes Premios, Verstappen ha sumado 125 puntos contra apenas 45 del monegasco. O sea que le sacó 80 puntos. Le alcanzaron y sobraron para descontar los 46 de diferencia que había hecho Charles al principio y encima sacarle 34 con el cómputo de 150 a 116 que ahora muestran las posiciones y sin olvidar que entre ambos se ha insertado Checo Pérez con 129. Más duro es el panorama para Ferrari en la Copa de Constructores donde Red Bull cosechó en estas cinco carreras 224 puntos contra 95 de Ferrari. Así revirtió la ventaja de 49 puntos que tenían los italianos luego de las tres primeras fechas y pasó al frente con 279 contra 199, es decir 80 puntos de ventaja.

¿Campeonatos definidos? Para nada. Está claro que nada en seguro en la Fórmula 1.

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