PASARON COSAS.

Y muchas, en la carrera que el Top Race disputó en el Autódromo de Paraná la décima fecha de su campeonato. Lamentablemente la mayoría no resultaron gratas, y como suele ocurrir, estas taparon a las buenas. Por ejemplo el impecable triunfo logrado por Marcelo Ciarrocchi sobre el Ford Mondeo del Lincoln Motorsport, en la continuidad de su dominio en clasificación. Ganó de punta a punta y le dio algo más de sustento a sus ilusiones de pelearle el campeonato a Josito Di Palma y Diego Azar.

Tremendo como vuelca el Chevrolet de Ulises Campillay. Con 19 años, debutaba en la categoría. La protección de la jaula antivuelco  evitó consecuencias más serias.»Una desgracia con suerte», calificó Josito Di Palma.

“Sé que estoy lejos y que no será fácil descontar las diferencia” reconoció el cordobés, con dos fechas por disputar se ubica tercero con 257 puntos en las posiciones que, sin contabilizar las dos fechas de descarte, ha vuelto a encabezar Azar con 293 contra 285 de Josito. ”Prevalecer sobre Aldrighetti en la largada y los relanzamientos resultó determinante”, señaló Ciarrocchi sobre su segunda victoria del año y quinta en la categoría. Permanente y resignado escolta, Facundo Aldrighetti, coincidió en lo decisivo que fueron lo sucedido en la largada, y en los relanzamientos para no poder superar al ganador.

De trámite lineal, la carrera tuvo para sacudir la modorra dos momentos de angustia. Apenas largada, Kevin Felippo continuó su infortunio en Paraná (partió al no poder clasificar por un accidente), y en un despiste perdió la goma trasera derecha de su Mercedes Benz. El neumático sobrepasó el alambrado, cayó cerca de un auto particular estacionado, y no pasó lejos de un espectador. Primer susto.

El Ford de Marcelo Ciarrocchi inalcanzable en Paraná. «Tuve un gran auto», resumió el cordobés, el más veloz en la clasificación y ganador de punta a punta la final.Sólo Aldrighetti le opuso algo de resistencia.

Enseguida llegó el segundo y fue más grande. Al intentar esquivar al descontrolado Toyota de Tomás Cingolani, Di Palma abrió un poco su línea y con su Fiat y sin intención  tocó al Chevrolet del debutante Ulises Campillay, y apenas agarró el pianito inició un espectacular vuelco (por lo menos se contabilizaron siete vueltas) que terminó en su posición normal pero muy destruido. Impresionante y preocupante, hasta que la comunicación de Campillay con el equipo revelo la inexistencia de lesiones de gravedad. La fractura de la clavícula izquierda y los politraumatismos detectados en su internación en la Clínica Modelo de Paraná, resultaron un bajo costo para la magnitud del accidente y ratificaron la alta seguridad de los autos de la categoría.

“El coche quedó destruido en un 80% pero la estructura aguantó. Y eso es lo importante”, informó Juan José Monteagudo, Juanjo, director del equipo de Campillay, antes de estimar que sólo quedaron por rescatar el motor, la caja y el diferencial. Semejante accidente motivó una larga neutralización de la carrera que consumió casi dos tercios de su anunciado desarrollo, previsto a 35 minutos más una vuelta. Esta situación sumó monotonía la carrera.

Diego Azar no pudo integrar el podio pero al final sonrió más que Lucas Guerra, excluido del tercer puesto por problemas técnicos en el piso de su auto. No hubo objeciones para Ciarrocchi y Aldrighetti.
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“Vinimos a correr 35 minutos y corrimos poco más de 7…”, lamentó Diego Azar en una queja que más que a la justificada neutralización apuntó al sistema de recargo a los primeros del campeonato implementado para esta fecha por la categoría. “Con estas penalizaciones es difícil recuperar posiciones cuando las carreras no tienen muchas vueltas de velocidad. Por eso ahora que se acercan las definiciones, quiero que se vuelva a los formatos normales” argumentó el campeón con la teoría que de haber tenido más vueltas de velocidad hubiese podido quitarle el tercer puesto a Lucas Guerra. Finalmente lo consiguió pero tras bandera de a cuadros cuando en el control técnico las autoridades detectaron irregularidades en el piso del Chevrolet de Guerra Junior.

Leandro Gonzalez cerró un gran fin de semana en el Top Race Series al repetir en la final el triunfo obtenido en el Sprint sabatino. También hubo doble triunfo de Juan Cruz Roca en el Top Race Junior.

También Josito Di Palma (abandonó tras el involuntario toque con Campillay) se sumó al Libro de Quejas. Renovó su cuestionamiento al contundente andar del Ford de Ciarrocchi en la clasificación sabatina. “Me sigue llamando la atención la diferencia que me hizo en clasificación. No puedo entender como de una tanda a otra avanzó un segundo» reiteró Di Palma, antes de anunciar que “ahora que llegan las carreras decisivas para el campeonato, habrá que hablarlo puertas adentro con la categoría…”

Está bien que lo hablen con la categoría, pero antes, y no después con los resultados y según como les haya ido a cada uno en las carreras.

 

Fotos: Prensa Top Race.

 

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