"EL EQUIPO NO SE DECIDIÓ A DAR LA ORDEN"

LUCES Y SOMBRAS

Hubo luces a pleno en el equipo Fiat con el impecable triunfo de Bernardo Llaver.  A metros de la bandera a cuadros, la rotura del motor del otro Fiat de Manuel Urcera, transformó inicialmente el palpitado 1-2 de la marca en un 1-3 con el relevante Esteban Guerrieri, filtrando su Toyota entre ambos Linea del PSG 16. Esos mismos  Linea que tras la clasificación del sábado Matías Rossi (5º) observaba con alguna desconfianza. Una hora después el recargo de un puesto a Guerrieri por maniobra peligrosa a Mariano Werner, le devolvió el doblete a los autos  de la marca italiana.

“Pensé que Manu me pasaba por afuera pero por suerte pude mantener  la cuerda, ese fue el momento más tenso de la carrera”, contó un feliz Llaver  sobre el único instante en que su liderazgo estuvo en peligro: la primera curva.  Muy poco para darle interés a la lucha por la punta.

En cambio la segunda victoria de la temporada,  significó mucho para este esforzado piloto mendocino en su deseo de mantener el lugar en el equipo para el 2017. También esta nueva y para muchos sorpresiva victoria de Bernie, sirvió para la satisfacción de su padre Roberto,  infaltable acompañante las carreras, que justamente había faltado en su anterior triunfo porque el dinero era escaso, y apenas pudo juntar el presupuesto para correr.

Hubo sombras en el equipo Renault pese al primaveral domingo de Toay. Sombras de la decepción sobre una carrera  que Facundo Ardusso y Leonel Pernia, sus principales espadas en el campeonato, encararon con el objetivo de descontarle puntos al líder Agustín Canapino, y se fueron más lejos. La distancia del Titán (6º) a Facu (10º) subió de 32 a 37, y la de Agustín con Pernía (8º) , de 57 se elevó a 62, casi dos carreras, con sólo tres fechas para terminar el campeonato.

-publicidad-

“Todavía falta y pueden pasar muchas cosas”, decía Marcelo Ambrogio, director de una de las dos estructuras del equipo Renault, más en tono de consuelo que como realidad. Es cierto pueden pasar muchas cosas pero si pasan cosas como las que pasaron en Toay, difícilmente Renault estire la definición del título hasta la carrera final en el Cabalén.

Sentado en la mesa, a espaldas de su director deportivo, el rostro de Ardusso no podía ocultar su decepción e intimamente, tal vez su dolor por una situación que no pareció la indicada para quien, dentro de la marca, es el principal candidato al título en su primer año el equipo.

“No estoy para nada conforme, el auto no tuvo ritmo ni velocidad. No podía correr ni pasa a nadie. Habrá que analizar bien lo que pasó…”, le contó Ardusso a Visión sobre el pobre rendimiento de su Fluence, algo extraño en una carrera que era  tan importante en su lucha por el título. Por encima de las palabras, se vio en la pista y especialmente en la final, donde pese a largar 8º por delante de Canapino (9º)  y de Pernia (20º), rápidamente fue superado por el Titán y luego por su compañero gracias a una orden de equipo. Ahí empezó la historia del culebrón del domingo.

“Dimos la orden de que Facu lo dejase pasar a Pernía, porque venía a mejor ritmo y para que fuese a buscarlo a  Canapino para intentar sacarle puntos. Al ver que llegó hasta Agustín pero no pudo pasarlo, le preguntamos a Facundo si quería que Pernía le devolviese la posición pero él dijo que no quería…”, contó Ambrogio, tras reconocer que “el auto de Ardusso no estuvo a la altura de las exigencias…”.

La versión de Ardusso no varió demasiado pero agregó un dato importante con un reclamo al equipo. “Es cierto que me preguntaron y les dije que no, porque no me gustan estas situaciones. Son decisiones que tiene que tomar el equipo y no tirarle la responsabilidad al piloto. Creo que el equipo no se decidió a dar la orden”, descargó un Ardusso, más serio y tenso que nunca, pero siempre amable en la charla.”Le  voy a plantear todo esto al equipo”, agregó antes de la despedida en un box de Renault, donde ya no estaba Alejandro Reggi,  el  director comercial de la empresa y el mismo  que un día antes había anticipado que esta carrera de Toay era la última chance para que Pernía y Spataro (abandonó) tuviesen opciones de pelear el título al igual que Ardusso. Si cumple, dentro de cuatro semanas (23/10) en San Juan, ya no habrá discusiones ni malos entendidos y  Ardusso tendrá por fin la prioridad. Parece algo tarde.

“En los equipos hay que ser inteligentes y dejar los egos de lado. Los pilotos somos egoístas por naturaleza pero eso debe quedar afuera si se quieren conseguir resultados”,  había destacado un rato antes Llaver como punto importante en su victoria y el 1-2 de Fiat.  ¿Cuánto de esto podría aplicarse como explicación a  este fracaso  Renault?.

Por Miguel Sebastián (Especial desde Toay, La Pampa)

Fotos: AIF 

-publicidad-