LA ALUCINANTE EXPANSIÓN DEL CORONAVIRUS EN EL MUNDO.

Va originando en lo que al mundo de las carreras de autos se refiere, decisiones muy duras y preocupantes. El impacto sobre el automovilismo es inédito, la crisis supera todo lo conocido en las últimas décadas. Y además, como para agravar el cuadro, no se vislumbra en lo inmediato, una luz al final del túnel. Te lo marcamos en la nota anterior «Juegan para el equipo», y profundizamos en las líneas que lees acá.

La apreciación acerca de lo que ocurre en Europa y Estados Unidos en materia de automovilismo, frente al colapso provocado por el coronavirus, bien puede emparentarse con  paralizado automovilismo argento. Si te hablamos de categorías nacionales, apenas han comenzado el TC y sus hermanas menores que habitan el planeta TC, Turismo Nacional, TC 2000, Turismo Pista, Rally Argentino, Top Race. Y en todos los casos, apenas se han cubierto un par de fechas de los calendarios.

Como ven desde adentro de la F-1, el inédito presente (Foto gentileza Car and Driver)

El panorama general inmerso en la conmoción, como reflejamos en notas anteriores, se agrava ante la gran incertidumbre debido a la evolución del virus que, anhelamos con fuerza, sea superada lo antes posible la irrupción del coronavirus. Hay proyecciones de científicos en el mundo que no son halagueñas; y que si hablamos de la Argentina, hacen temer con datos, un agravamiento fuerte en materia de contagios, enfermos y…muertos.

Las consecuencias de la pandemina por coronavirus, están expuestas y al automovilismo internancional, al motociclismo y a la actividad argentina le impactan de una manera que, ningún obstáculo anterior globalizado, pudiera haber incidido antes.

La FIA ha tomado medidas para afrontar la lo que vendrá y los equipos de F-1 se alinean. El equipo McLaren lo ha mostrado, al resolver que van a reducir sueldos, habrá más licencias al personal durante tres meses, y no se descartaban despidos, como una forma de atenuar el impacto que de lleno, ocasiona el coronavirus en las economías de las escuderías.

McLaren que utilizará motores Mercedes en 2021, uno de los escasísimos cambios técnicos que quedaron en pie, dado que el resto ha sido «congelado»,  cuenta con 3700 empleados. De ellos, 850 integran el equipo de F-1. Las instalaciones se encuentran en el presente sin actividad mientras, hay que insistir, persistían  grandes signos de interrogación entre otros puntos cruciales, acerca del inicio de la temporada  2020.

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Quienes se encargan de los «números» contables y financieros en McLaren, tal como te mencionamos en la nota previa, hicieron saber que desde marzo, los trabajadores formales pueden reclamar el 80% de sus salarios, y 2500 libras (alrededor de 3100 dólares) por mes, a modo de ayuda del gobierno británico.

Si de medidas austeras y de recortes te hablamos, McLaren se ha convertido en el primer equipo de F-1, en avanzar en ese tipo de decisiones. Y los recortes, el achique son generales, y comprenden a los pilotos Carlos Sainz jr y Lando Norris, además de ejecutivos y directivos, los que van a sufrir una poda en sus sueldos. Te referenciamos sobre el panorama en F-1, y las decisiones apuntadas a mantener el barco sin perder el equilibrio y su rumbo, en un mar encrespado.

Consideraciones para tener muy cuenta, respecto al tema del que te hablamos, las ha efectuado el periodista español Albert Fabrega, uno de los que más inquietos y de los que más conoce de la cocina de la máxima. Ha alertado a como podría emerger la F-1 post pandemia. «Va a ser un 2020 difícil para la industria de la F-1, y del motorsport en general cuando se retome, allá a finales de agosto. ¿Seguiremos viendo hospitalitys millonarios?, ¿o iremos a las carpas, como en Japón, EE.UU o México?. Si de verdad quieren ahorrar: sólo 40 técnicos + motoristas, fin del muro virtual y sólo sábados y domingos, abaratarían también costos de inmediato».

Complejidades como las que han aparecido y van continuar  multiplicándose, convierten al automovilismo global en un campo fertil para cambios impensados. Acaso aunque imaginarlos cueste, también podrían despuntar en la Argentina, más aún teniendo un posible reacomodamiento ante la vulnerabidad economica que rodea a la actividad fierrera. Actividad inmersa en el tan arduo y crítico momento por si faltara algo, de la economía argentina.

El TC, categoría puntera del automovilismo nacional, como las demás, afronta un futuro inmediato con acechanzas debido a lo generado por el coronavirus  (Foto ACTC).

La derivación de la pandemia en el deporte motor puede extenderse más allá de la variables directas y conocidas, que representan el A-B-C de la actividad. Es decir, costos y provisión de materiales, algunos importados, elaboracion de piezas nacionales, construcción de nuevos autos, mano de obra, neumáticos, contratación de pilotos y salarios, logítica, acuerdos comerciales entre sponsors y equipos y categorias. Convenios que no sería nada extraño, que tuvieran que reformularse o en el peor de los escenarios, hasta cancelarse.

Los efectos podrán hacer efecto en la cadena de valor digamos, jaqueando a puestos de trabajos de personal no profesional que cobra sueldos a veces bastante magros. También en los pagos a proveedores, han ingresado en una seria zona de riesgo. No todos en el automovilismo, se pesa en oro o dólares. Dentro de las fábricas de equipo de F-1 y otras categorías top en el mundo, así como en la Argentina; donde existe un automovilismo con una excepcional potencialidad, que ha sabido superar con éxitos crisis generales recurrentes, conviven además tantos que no son pilotos, ni ingenieros, ni figuras conocidas.

Son personas anónimas que viven de sueldos medios y bajos, que ni por asomo les permiten acercare a las luces que bañan a que se mueven en la cima o casi. Son gente común, en la F-1 y en la Argentina, en el TC, Súper TC2000 y las otras divisiones del tablero argento.

El Super TC2000, empeñado luego de los cambios producidos, en atravesar el año que no tuvo en 2019. También encerrado en el dilema al que dio pie la pandemia; acentuado el panorama además por la muy complicada situación que atraviesan fabricas automotrices, varias de las cuales participan en la categoría.

Son hombres y mujeres que hasta van a trabajar a los talleres en colectivo, y con la tarjeta SUBE en mano, o como aquellos hinchas, simpatizantes, que cubren el cemento de las tribunas domingo a domingo. Unos y otros también son soportes vitales del automovilismo. Sobre esa masa de gente no causaría sorpresa alguna, que se derramara la pandemia económica.

Esta vez el de Arriba que tantas veces le dio una mano al automoviilismo, en episodios críticos en las pistas, donde quedaron al filo vidas humanas, va a tener que trabajar horas extras…

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