«EL PLAN ERA comenzar a tener resultados en el tercer año, y creo que lo estamos cumpliendo…»

El chico marplatense, durante el diálogo con VA en el lobby de un hotel porteño. Sobre la mesa, el trofeo obtenido por el triunfo en Mugello.

 

Marcos Siebert lo siente así y lo demuestra con los resultados; el pibe marplatense de 19 años que corre en Fórmula 4 Italiana, en las últimas 6 fechas, estuvo entre los 5 mejores y ganó en Mugello.

En Europa pese a su juventud no duda en decir, «viviendo allá he ganado experiencia, me dedico a full, trabajo en la semana en el equipo en distintas tareas para avanzar en el desarrollo de los autos de F-4, con el simulador, con la adquisición de datos, pruebas; vivo las 24 horas del día para el automovilismo y puedo decir que soy un profesional 100%. Las carreras son todo para mí en este momento de mi vida y así encaro lo que hago, estoy poniendo todo, es ahora o nunca. Ya vendrán tiempos en todo caso para distenderse algo. Tengo en claro que para llegar a Fórmula 1, se precisa un gran respaldo económico y que en nuestro país se compolica conseguirlo, pero bueno, yo miro para adelante eso sí, no quiero quemar etapas, eso no es bueno».

Como a todos los chicos argentinos que han corrido en el exterior, la variable económica es el gran cuello de botella, Marcos lo sabe y admite, «la verdad, tengo que agradecer mucho la confianza que me ha depositado el Jenzer Motorsport para el que corro, ellos aportan el 60-70% del dinero que se precisa para correr». Al conocido equipo suizo, lo acercó Luciano Crespi, su director deportivo e impulsor de su proyección internacional; Luciano en su época de corredor, supo también competir para el Jenzer. La escuadra, segunda en importancia de Suiza, luego de Sauber, cuenta con 9 jovenes pilotos a los que apuesta a futuro, Siebert claro, es uno de ellos.

«Vivir solo allá es lo más difícil pero soy conciente de eso y se que así son las cosas y me fuí adaptando por completo, los días por mi trabajo en el equipo se me pasan rápido, sino trabajara ahí sí capaz que se complicaba la vida de todos los días», cuenta Marcos sobre como afronta lo que considera una de las principales barreras: la soledad más allá que su mamá ha viajado varias veces para acompañarlo y papá Fabián también.

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«Marquitos está haciendo las cosas sin apurarse, allá está muy bien visto; veremos que pasa en el futuro», afirma el padre y revela, «después que cumplió la etapa del karting, le dije «Marcos, ya está, listo, hastá acá llegamos; no quería que siguiera; además no tenía recursos como para continuar en el automovilismo, pero bueno, las cosas se fueron dado y acá estamos». La familia lo respalda en forma incondicional, y le brinda el apoyo máximo, tanto que por ej., Marcos cuenta con un sicólogo deportivo, Oscar Berra de Mar del Plata, con el que está en contacto via skype.

Siebert en 2013 se fue a correr a Europa, «vivo en Lyss, Suiza, donde está el equipo Jenzer». Como otros pibes, sus inicios fueron en karting, y tuvo que ver la amistad de su padre Fabián con Christian Ledesma; en el equipo del hermano del piloto de TC corrió desde 2004. Después Luciano y Tulio Crespi quienes apuntaban a trabajar con un piloto joven para proyectarlo internacionalmente, lo conocieron, notaron su capacidad y le propusieron ir a correr afuera.

«Nos establecimos con Luciano, Tulio y la gente del Jenzer, un plan a 5 años; no me desespero no quiero quemar etapas, la ansiedad es negativa. Quiero avanzar paso a paso, estoy feliz de trabajar con la gente que lo hago; ya me amoldé a la vida en Europa».

 

El chico argentino con el F-4 del Jenzer Motorsports

 

Obvio, la F-1 es el gran objetivo, pero a diferencia de otros chicos argentinos que fueron a correr al exterior, «no me quita el sueño, además desde ya, la cuestión económica siempre es la gran barrera y más no siendo un piloto europeo, por eso primero debo atravesar todas las etapas del proyecto. Me han ofrecido por ejemplo, subirme a un auto de GP3, pero consideramos que no era el momento, quiero afianzarme en F-4 Italiana, posiblemente en 2016 también corra en F-4 Alemana (hará unas prácticas en los primeros días de agosto); sí, es donde está el hijo de (Michael) Schumacher; también es probable que en el 2016 haga unos test con un auto de World Series que tiene más potencia», apunta.

«La F-4 -asegura- es una gran escuela, incluso permite obtener la licencia FIA para correr en F-1, hay 20 chicos de distintos paises que van realmente muy fuerte». En Adria, entre el 4 y 6 de setiembre, Marcos va a estar ante otra oportunidad para continuar con su evolución, eso sí, sin poner el carro delante de los caballos.

Por Carlos Saavedra

Fotos: Prensa Siebert

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