CAMPEONATO CASI SELLADO.

Max Verstappen con 258 puntos en el bolsillo, 80 más que Charles Leclerc, bien podría si se le antojara, prolongar sus descartadas idílicas vacaciones veraniegas junto a su novia hija de Nelson Piquet, la bella que le gana en edad. Sino regresara del disfrute de los días de calma y reposo, el último fin de semana de agosto en Spa-Francorchamps para el Gran Premio de Bélgica y lo hiciera tres carreras más tarde, igual seguiría al frente del certamen que podría ganar además, sin volver a subir a lo más alto del podio en ninguna de las nueva pruebas restantes.

Así de demoledor es el presente de Verstappen y Red Bull, al cierre de la primera parte de la temporada, concluída con el tan entretenido y reñido Gran Premio de Hungría en el Hungaroring, perdonado por la lluvia que recién comenzó a caer una vez finalizado.

Estrategia.

Verstappen y Red Bull partieron felices a las vacaciones, una vez reforzados ambos liderazgos en el Mundial de Fórmula 1, y más aún luego de avanzar nueve lugares, para anotarse el octavo triunfo del año (noveno de Red Bull al cabo de 13 capítulos). Con la 27ª victoria alcanzada por “Mad Max” en F1, no sólo equiparó la marca del mítico escocés Jackie Stewart, triple campeón (1969, 1971 y 1973), dio además paso gigante para alcanzar el objetivo de revalidar el título. Meta que sólo una verdadera debacle impensada, podría frustrar.

Y así como siguieron a paso firme rumbo a apoderarse por segundo año consecutivo de las coronas, el neerlandés y Red Bull del otro lado, el de los rivales más enconados, Ferrari con Charles Leclerc y Carlos Sainz, reiteraron un paso en falso. El cuarto lugar de Sainz y el monegasco sexto, luego de amenazador andar en la previa, los dejó de nuevo descolocados a los de Maranello por otro desliz propio.

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¿LA TENÍAS?

Esta mujer es Hannah Schmitz, ingeniera principal de estrategia en Red Bull Racing, responsable de las brillantes decisiones sobre las paradas en boxes de Max Verstappen, ganador en Hungría después de largar en 10º lugar. FOTO @jacobinevdb

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Lejos de aprovechar otra clara oportunidad para acortar distancias, Ferrari se dejó superar de nuevo por Red Bull. Leclerc voló, clavó récords de vuelta, alcanzó y claramente pasó a Russell quien no se la hizo nada fácil. Quebró la resistencia del inglés en la vuelta 31 para alejarse a mitad de carrera (se corrió a 70 giros) a más de tres segundos de George con Sainz y Verstappen a continuación. En la 39, Max paró y le colocaron neumáticos medios, al toque se detuvo Leclerc; a su Ferrari le calzaron gomas duras para arruinarle definitivamente cualquier esperanza de ganar…

Game over.

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