EL GRAN DESAFÍO.

Todo está listo. El último examen en pista con las prácticas finales dio altamente aprobado para Agustín Canapino con su sexto lugar. Ahora llega el gran desafio, asumido por el propio Agustín como “el mayor que tuve en mi campaña deportiva…” Comenzará a encararlo este último domingo de mayo, cuando el tradicional  «Ladies and gentlemen, ¡start your engines! («Damas y caballeros enciedan sus motores”), ponga en marcha las 107ma.edición de las 500 Millas de Indianápolis, una de las carrera más famosas, prestigiosas y riesgosas del mundo.

En cada prueba sobre el Dallara-Chevrolet, Canapino fue mostrando una notable evolución.»El objetivo es terminar la carrera pero tambiénm quiero correr para llegar lo más adelante posibel»destaca Agustín sobre sus expectativas para la carrera.

No es una edición más para los argentinos. Entre sus 33 participantes, estará un compatriota: Agustín Canapino, algo que no ocurría desde 1940 cuando Juan Gaudino concretó la que era hasta ahora la última experiencia de un argentino en el ovalo estadounidense. No pudo ver la bandera de a cuadros.

¿Quién podía imagina este presente internacional de Canapino hace un año? Tal vez ni el propio Agustín, por entonces enfocado en conquistar nuevas coronas del TC y TC 2000. Mucho menos podía pensarse en verlo, como estará, con su buzo antiflama y el auto, con los colores argentinos, en una meritoria 26ta. posición sobre el Dallara-Chevrolet del Hollinger Racing de su compatriota Ricardo Juncos, el gran impulsor de esta aventura.

El equipo de Ricardo Juncos con los colores argentios que identifican a sus integrantes representan una colorida y simpática imagen en el ambienet de IndyCar.

Cambiaron muchas cosas en la vida de Canapino en estos últimos meses. Un camino con ilusiones, dudas, esfuerzos, sacrificios, temores,con distintas y nuevas sensaciones tanto arriba del auto como abajo, donde su vida se modificó con el mismo vértigo de los casi 400 km/h que debió encarar en las pistas. Sensaciones que no siempre fueron las mejores pero que lo templaron en pos de seguir adelante rumbo al gran objetivo,

Largar las 500 Millas es un paso importante pero no debe ser el final o uno de los finales de este camino emprendido con el proyecto Indycar. Por encima del resultado (terminar la carrera sería como un triunfo) o del dato histórico tiene que representar un quiebre en la campaña de Canapine con miras a su futuro deportivo e incluso en la relación argentina con el IndyCar. De lo contrario, todo lo bueno construido hasta ahora habrá servido para poco y a unos pocos.

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1 COMENTARIO

  1. Creia que Raul Riganti habia sido el ultimo participante
    Estaria bueno Miguel leer alguna semblanza tuya de Riganti,un idolo de su epoca
    Saludos desde el sur

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