POSTALES DE UNA TARDE NUBOSA Y UNA CARRERA AGITADA.
Agitada por mitades. Una primera parte muy entretenida, una segunda con menos atributos. Y el primer concepto que surge tras esta sexta carrera del año en la Fórmula 1 es la actitud ganadora de Oscar Piastri, ya convertido en el primer piloto de facto de la escuadra McLaren. Y cómo no, si con esta acumula cuatro victorias en seis carreras, las últimas tres de manera consecutiva. ya ganó más GGPP que su compañero Lando Norris y está sólidamente instalado en la vanguardia del torneo. Saltó del cuarto lugar al primero tras una formidable lucha con el campeón mundial, que luego lo ayudó demorando a Norris. Su frialdad contrastó con el calor de Miami.
«Lo disfruté en ciertos momentos, sí», dijo a los medios un rato después del colorido podio. «Al principio fue difícil intentar superar a Max. Intenté con todas mis fuerzas pasarlo, aunque todavía tenía todo en el coche. No fue fácil, pero elegí los momentos cuando lo necesitaba. Me di cuenta de que teníamos mucha paz desde el principio, y sería una cuestión de cuándo lo lograría, no de si lo lograría. Pero quería hacerlo lo más eficientemente posible porque sabía que, una vez que Lando volviera a estar detrás de mí, nos alcanzaría. Quería pasar rápido pero de manera limpia. Sentí que hice un buen trabajo en eso y luego construí una brecha. Quizás no fue la segunda mitad de carrera más fuerte de mi vida, pero creo que construir esa brecha y ser rápido en los momentos adecuados era lo que necesitaba».
Pero el más aplaudido de la carrera no fue Piastri, pese a que su tarea fue demoledora, sino Max Verstappen. Vuelta tras vuelta ovacionado por la masa que colmó el circuito -se reportaron 275 mil personas en los tres días-, resultó el auténtico ídolo de la concurrencia, por encima de los pilotos de Ferrari o de los de McLaren. Max les regaló un show de defensa, primero con Piastri, luego con Norris, que fue fabuloso. Valió el precio de la entrada. perdió el podio porque lo perjudicó un Virtual Safety Car. Pero lo suyo fue para el aplauso.
Muy bueno fue lo de Williams, que superó en rendimiento a Ferrari, y metió a Alex Albon en el quinto lugar; malo, en cambio, fue lo de los italianos, que acabó en el papelón radial que oímos todos, los que estuvimos en el circuito y los telespectadores alrededor de todo el planeta. Con un cuarto de torneo ya consumido, lo de Ferrari en 2025 apunta a fracaso. Y el duelo interno entre Charles Leclerc y Lewis Hamilton se volvió picante.
Un último párrafo para los cientos de argentinos que vinieron a Miami a ver a Franco Colapinto, alentados por tantos mensajes contradictorios lanzados en los últimos meses en las redes. Aquí en Miami siguió el sainete. En la grilla, Flavio Briatore confimró que Franco será piloto de reserva en Imola. pero su palabra está tan devaluada que esta semana podría decir exactamente lo contrario sin que se le mueva un pelo.
En resumen, fue un gran espectáculo. la gente accedió con facilidad y se retiró con mucha tranquilidad. Se vivió una auténtica jornada de fiesta. McLaren celebró, pero la gente vitoreó a Max.
Terminó la carrera. El gentío comienza a retirarse del circuito muy
tranquilo y sin exteriorizaciones algunas; otra forma de
vivir muy diferente al automovilismo (foto Visionauto)
Abajo, el Hard Rock Stadium de Miami: este fin de semana fue sede del Grand Prix de Fórmula 1 y el mes que viene albergará el Mundial FIFA de Clubes, con Boca y River entre otros. En la carrera estuvo el titular de la FIFA, Gianni Infantino, presentando el trofeo (fotos Visionauto).
(Enviado especial de Visionauto a Miami)