PASÓ DE TODO, PERO TERMINÓ COMO SIEMPRE.

Si ante la falta de rivales en pista, la Fórmula 1 necesitaba una carrera caótica, con cambiantes situaciones y riesgos permanentes generados por la lluvia, para al menos intentar cortar la impresionante racha ganadora de Max Verstappen y su Red Bull, se le dio en el Gran Premio de los Países Bajos en Zandvoort ahí nomás del Mar del Norte. Justo en el que Max volvió a jugar de local, y donde ha dominado desde que en 2021 volvió al calendario.

Como gran campeón, Max Verstappen supo sobreponerse a las complicadas circunstancias que la lluvia planteó en el circuito de Zandvoort, para lograr su noveno triunfo consecutivo y undécimo en el año. Aumentó a 138 puntos (339 a 201) su ventaja sobre Checo Pérez.

Hubo caos, mucho caos, la lluvia fue y vino, hubo despistes, cambios de neumáticos no programados y hasta una detención de carrera a menos de una decena de vueltas para el final. Nada sin embargo alcanzó para que a la hora de la bandera a cuadros, cayese antes que nadie sobre el Red Bull de Max. Fue el tercero de sus triunfos consecutivos en la carrera en la provincia de Holanda, 46° de su campaña en la Fórmula 1, 11° del año y básicamente el consecutivo, que le permitió igualar el récord que otro piloto de Red Bull, Sebastian Vettel, ostentaba, desde 2013.

Terminó como siempre, pero por las circunstancias apuntadas no tuvo la 13ra fecha del campeonato, un desarrollo normal, como la mayoría de los anteriorres éxitos de Max “Hoy nos lo han puesto difícil. Ha sido complicado acertar con la meteorología y la estrategia”, ha reconocido el bicampeón. De la misma manera que admitió un estado emocional superior al imperturbable que lo caracteriza, “tengo los pelos de punta desde que escuché el himno a principio de carrera, vaya ambiente!”, recordó sobre ese clima festivo y colorido a puro naranja, que con tribunas colmadas reinó en la previa de la carrera con espectáculos musicales, conformándose una de las mejores previas de las carreras del mundial, reiterada durante la pausa cuando el GP se detuvo con bandera roja cuando faltaba muy poco, llovía mucho y sobrevino el despiste del chino Guanyu Zhou . Al rato, el triunfo Max prolongó el entusiasmo desbordante del que no fueron ajenos el Rey Guillermo y la reina Máxima, con sangre argentina.

Con su victoria ante sus compatriotas, Verstappen agregó un lindo y pintoresco trofeo para acompañar en su vitrina a los muchos logrados en su enorme trayectoria.

La nueva circunstancia que tuvo la victoria de Max, potenció más aún su imagen y la del equipo. Ambos supieron responder con frialdad, y sin fallas a urgentes decisiones estratégicas. Ante las presiones e imprevistos, no cometieron errores. Y eso merece otra explicación, más allá de la superioridad del auto, del dominio abrumador de Red Bull. El equipo no falló con los llamados a boxes y trabajos en las detenciones. Max tampoco se equivocó, en una pista complicada que invitaba al error como le sucedió a su coequiper Sergio Pérez, y con algo susto a Logan Sargeant y el chino Guanyu Zhou que se pegaron fuerte contra las gomas de contención. Por suerte, sin lesiones.

En esa pista, intrincada, angosta y con peraltes, húmeda por momentos, mojada en otros y anegada en unos pocos, Max supo mantener un ritmo veloz, de acuerdo a las circunstancias que desalentó rivales, otra vez… El último examen lo dio tras la reanudación, a menos de diez rondas del cierre. Fue cuando cuando Fernando Alonso creyó ver cerca la chance de retornar al triunfo, como corolario de una gran carrera iniciada con impecables sobrepasos a Albon, Russell y Norris que lo catapultaron al segundo lugar y a recibir el reconocimiento de la multitud naranja desde las tribunas.

No fue un Gran Premio bueno para Checo Pérez. Perdió el segundo lugar por un despiste, y el tercero ante Gasly, por un recargo por exceder la velocidad en su entrada a boxes. Terminó cuarto.
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«Pedí permiso al equipo para atacar a Verstappen. Le dije a Mike Krack (director del equipo Aston Martin), que en cuanto tuviera la oportunidad, iba a ir con todo por él, si estaban de acuerdo. Sé que ha sido muy valioso este segundo puesto, pero era el momento, Max tenía más que perder que yo«, contó Alonso. ¿La respuesta de Krack?: «Haz lo que quieras, qué te voy a decir algo si hoy te sale todo, así que sigue haciéndolo».

No se animó Alonso. Porque vio un Max decidido y firme al frente, y prefirió dejar para otro momento su ansiada victoria 33. “Hubiese podido intentar el sobrepaso, pero era arriesgar demasiado y sé que si me tocaba con Max,y lo perjudicaba, me hubiese costado bastante salir del circuito, je…” ,argumentó con  humor.

Un toque entre Verstappen y Alonso era lo único que le hubiera faltado al Gran Premio de los Países Bajos. Sí, pasó de todo, pero terminó como siempre.

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