SEIS HORAS

Fue el lapso que transcurrió entre que el mismo box de Citroën que por la mañana estaba invadido de bronca, se poblase a las cuatro de la tarde. Primero con los efusivos abrazos de los integrantes del equipo por la pole de Manuel Urcera, y un rato más tarde por los nuevos festejos ante la victoria del sureño en la carrera clasificatoria.

El debut soñado para Citroen en su ingreso a la categoría, en principio tuvo el costo de la pesadilla vivida por las polémicas suscitadas por las trompas fuera de reglamentos de varios (Renault Chevrolet y Fiat) de sus rivales, que enfurecieron a Javier Ciabattari y Alberto Scarazzini,  responsables técnico y deportivo.

La imagen permanente de la lineal carrera clasificatoria: el Citroën de Urcera, por delante del Renault de Pernía.

“Es una burla para todos lo que hicieron con las trompas”, aseguraba Scarazzini en la radiante mañana del Gálvez tras revelar que “les dije  a la gente de Citroen que en señal de protesta no corriéramos pero ellos no quisieron… “.

Menos dura fue la posición de Ulises Armellini director de Peugeot uno de los pocos equipos junto con Citroen, con sus autos en regla. “No creo que Citroen se hubiese ido porque ya tiene todo el año activado. Tal vez lo que puedan hacer es evaluar lo que pasó, cuando tengan que decidir su continuidad para el año que viene”, estimó antes de criticar las actitudes de Renault Chevrolet  Fiat y algún Toyota, los autos cuestionados. “Pudo pasarles por no saber interpretar el reglamento o por pícaros…”, agregó Armellini  poniendo énfasis en las últimas palabras y considerar que “todo esto forma parte de una manera de ser de la gente de este país, donde se quiere ganar a cualquier precio, y por eso todavía hay quienes siguen festejando el gol de Maradona con la mano…”.

Un retiro de Citroen de esta carrera hubiese completado el papelón, y establecido un lamentable antecedente justo con una marca a la que costó convencer para entrar en la categoría. » No es bueno llegar a una categoría y ver autos fuera de reglamento aunque creemos que no hubo intención sino una mala interpretación. Igual  lo sucedido marca una falta de profesionalismo para encarar las cosas”, opinó Valentina Solari directora de marketing y comunicación de Citroen Argentina, antes que la felicidad por el debut victorioso dejase el episodio como un anécdota. “Las terminales entienden lo que es la categoría y su transparencia, lo que no significa que tengamos este tipo de situaciones“, destacó a su turno Antonio Abrazian presidente del Súper TC 2000 tras considerar a toda la situación como “parte de este juego”.

Alberto Scarazzini fue uno de los más molestos con las trompas ilegales de sus rivales. La pole y el triunfo de Urcera en la carrera clasificatoria calmaron su bronca.
-publicidad-

En «este juego» y esas seis horas que separaron la bronca de la alegría de la gente de Citroen pasaron cosas. Una clave fue la decisión de imponer un lastre de 30 kg. a   los autos objetados. ¿De quién partió? “Es una cuestión técnica que define la CDA (Comisión Deportiva Automovilística) del ACA”, se atajó Abrazian antes de conocerla. “La sugirió la categoría porque  los autos iban a correr observados”, contó un director deportivo que prefirió el anonimato. ¿Quién habrá sido el que tomó la decisión? Tampoco hubo coincidencia sobre el momento en que fue comunicada a  los equipos. “Nos enteramos  cuando ya terminaban los entrenamientos y no tuvimos tiempo de  probar con los kilos” se quejó Luciano Monti, responsable técnico de Chevrolet. “Nos avisaron por la mañana y pudimos probarla” , reconoció Miguel Angel Guerra flamante director deportivo de Renault, antes de mostrar su desagrado por esa medida de cargar 30 kg porque según dijo “el viernes todos los equipos firmamos un nota con membrete de la CDA, en la que acordamos que no habría ninguna sanción a los autos objetados, y ahora nos encontramos con esto”. Increíblemente la incertidumbre también alcanzó a algunos pilotos. “Che Chata (mecánico del equipo) probé con los kilos?, preguntó  Facundo Arduso ante Visión. “Si, los pusimos  en la segunda tanda…”, fue la inmediata respuesta.

Rossi y Ardusso formaron otra de las "parejitas" de la carrera clasificatoria. Con menor velocidad en su Toyota, Matías se las ingenió para aguantar al Fluence y quedó tercero.

“Me parecieron malo para la categoría las polémicas que se generaron por las trompas y también la decisión de que los autos objetados carguen 30 kilos. Fue un parche…”, disparó Matías Rossi antes de lanzar una particular reflexión al señalar que “uno espera lo mejor de todas las categorías pero más del Súper TC 2000 pero esta vez no lo demostraron…”.

Más terminante fue Urcera tras el relato de su triunfo de punta a punta. “No sé si el lastre compensó las ventajas que Renault tienen con esa trompa en los curvones veloces porque Pernía me hizo transpirar bastante…”, arrancó para enseguida acelerar como un rato antes había acelerado su Citroen en la pista y sentenciar que ”por eso y porque están fuera de reglamento el  lastre debió ser de 100 Kg, para que los autos objetados no puedan ganar y esta sea una carrera perdida para ellos… Eso pasa en cualquier otro deporte con quienes no cumplen con las reglas ”.

Quedó claro que la alegría del triunfo no le hizo olvidar la bronca.

 

Por Miguel Sebastián

Fotos. Mónica Paz

 

-publicidad-


1 COMENTARIO

  1. Que alguien explique como es que se corre una carrera con mas de la mitad de los equipos haciendo trampa. Que expliquen quien calculó que la trampa equivalía a 30 kg de lastre. Que alguien explique porque Toyota tenía los dos modelos de trompas en el box. Que alguien explique porque no sancionaron ni a Pernía ni a Urcera aduciendo que fue un «empate» de choques. En toda esta trampa , tendría que haber ganado Matías Rossi. Saludos a la categoría mas tecnológica.

DEJÁ UN COMENTARIO

Por favor escribí tu comentario
Por favor ingresá tu nombre