EL RETOQUE efectuado al reglamento ha apuntado a atenuar el dominio de los Chevrolet y a equiparar fuerzas entre las marcas del TC.

Sin embargo, el resultado –tricota de chivos en Neuquén– en principio no pareció dar el resultado esperado, si bien se notó la recuperación de la marca Torino. ¿Qué puede pasar en Viedma?.

El que espera ansioso la segunda excursión al hilo al sur, es Christian Ledesma. El marplatense viene con el paso bien cambiado desde el inicio del año, y no se lo ha visto en la misma tónica que sus colegas de marca, justamente los superiores Chevrolet.

 

El Chevrolet de Christian ahora afilado

 

¿Qué le ha ocurrido a la nueva Chevy de Christian?, desde la primera en Concordia donde arrancó con el pie izquierdo con una salida de pista casi apenas al salir a entrenar, no se pudo acomodar el nuevo auto. En el Jet Racing donde tambien habita Agustín Canapino, cuyo auto muestra un rendimiento acorde, la preocupación se ha notado. Eso llevó a que se acentuara el trabajo en el Chevrolet azul-celeste.

Ah!, a propósito del Jet Racing, se produjo una fuerte movida; del taller en San Justo, cuyo costo de alquiler ante la renovación del contrato se había incrementado notoriamente, los que deciden resolvieron cambiar de lugar en la misma zona. Sin embargo, no fue posible y así fue que se decidió trasladar todo el equipo a Arrecifes; sí a Arrecifes, al taller que posee Alberto Canapino, responsable técnico del Jet. El traslado tuvo como una de las derivaciones, el cambio parcial del plantel de mecánicos.

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Ahora retomemos el caso del auto de Ledesma, el optimismo por el funcionamiento luego de la prueba efectuada en el Mouras de La Plata previo a viajar a Concordia, se diluyó rápidamente. Ante la experiencia tan válida recogida con el auto de Canapino, que fue puesto en pista en acertada jugada el año pasado para descubrir sus secretos y arrancar bien afilados el 2015, se trasladó la puesta a punto de la Chevy de Agustín a la de Christian. Sin embargo, la solución buscada no se encontró.

Ledesma, habrás leído o escuchado, ha reiterado su extrañeza ante el cambiante comportamiento de su Chevy. Para hacertela corta, mientras los Chivos de Rossi, Ortelli, Canapino y cía, se mostraban adelante, no  ocurría lo mismo con la del marplatense. Cuentan que la primera vuelta iba ok, pero en la siguiente se ponía imprevisible, arisco. En el taller lo desarmaron por completo para encontrar la raíz del problema.

La razón por el deficiente andar de ese Chevrolet al que no le falta nada en cuanto a equipamiento, calidad de elementos y respaldo económico, la encontraron en Neuquén, según supo Visión, ¡piedra libre!. El problema estaba localizado en un implemento mecánico de primera calidad que lleva la cupé, impensado hasta que fue localizado. Elemento que, propiamente dicho, aún no logramos descubrir, tené un poco de paciencia…, ya lo vamos a saber.

Por eso respiran más tranquilos en el Jet “arrecifeño”, aguardan que a Agustín, en Viedma por fin, se sume Christian a la lucha por los porotos gordos.

Por C.S
Foto: Jet Racing/Lop

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