DESPUÉS DEL CIMBRONAZO.

«La prioridad era recuperar el auto, ojalá volvamos al nivel que teníamos; como dije y, no he pensado tanto en entrar a la Copa de Oro». Guillermo Ortelli afrontaba el cierre de la etapa regular en El Villicum, con sensaciones entremezcladas, la inquietud y preocupación acentuada en los últimos tiempos ante la caída del rendimiento de su Chevy, la del JP Carrera, y el optimismo abierto por la provisión de motores de otro preparador, Rody Agut.

Adentro de la Copa de Oro en forma provisoria, 9º con 221.50 puntos; el Guille no podía descuidarse. Se iba a largar por sorteo, por ende saldría desde la retaguardia como otras figuras, con los riesgos extras de eventuales roces y toques que implicaba, con el aditamento de entrar a boxes todos en forma obligatoria a recargar nafta y cambiar al menos una cubierta. Los 40 puntos en juego eran más que tentadores, y a la vez complejo para sumar porotos de los buenos…

Con Agut como motorista (el mismo que provee impulsores a Matías Rossi, quien no se inmutó al conocer que Rody se ocuparía de los de Guillermo), el objetivo del 7 veces campeón y del JP Carrera era superar la principal falencia (el funcionamiento no acorde del motor), considerada en forma coincidente por Ortelli, Willy Kissling (jefe técnico) quien se lo aseveró a visionauto en ocasión de la carrera en Concordia, y Gustavo Lema, el dueño de la escuadra.

El Chevrolet con motor de otro motorista, Agut.

-Así que el motor resultó el Talón de Aquiles.
-El motor ha sido el problema principal, no he contado con uno que rinda en la forma que pretendemos. Desde ya, hay otros aspectos también para tener en cuenta, pero el del motor ha sido fundamenetal. Claudio (Garófalo, anterior preparador) se esforzó mucho, pero entendió que el motor que me entregaba no alcanzada la potencia esperada. Y bueno, ahora comenzó a trabajar Rody en los motores; ojalá, deseo en que el auto recobrara el rendimiento para volver al protagonismo. Desde ya, también hay que continuar trabajando en el auto, siempre hay aspectos a mejorar. ¿Que quiero decir?, que si vos tenés más potencia pero no la podés aplicar arriba del auto, de poco te va a servir. Por eso insisto, necesitábamos un motor más potente pero no sólo dependía del motor.

-Guillermo, vamos a coincidir que el JP es uno de los equipos más calificados del TC, sin embargo en tu caso, las recetas pareció que habían dejado de dar resultados; han pasado 10 fechas del campeonato. ¿Pueden agotarse las hojas del recetario, a la hora de preparar un auto de carrera?
-No, no; cada uno, cada técnico tendrá su libro, pero en el caso del JP el trabajo siempre ha sido constante, se analiza todo, se efectúan pruebas en forma constante, hay gente muy valiosa; hay que mejorar, nada más.

La situación provocada por la no debida performance del propulsor, reiterada al decir de protagonistas de la historia, y remarcada por Guillermo hasta llevarlo a un notorio y no disimulado fastidio, dio pie a la versión recogida y adelantada por visión en la anterior fecha en Concordia, en torno a su posible alejamiento del JP para sumarse eventualmente al Donto Racing de Laureano Campanera.

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Relativizada por algunos en el ambiente dicha alternativa, incluso por el mismo Campanera, Ortelli al charlar días atrás con visión admitió: «Sí, hablé con Laureano, soy amigo de el, pero nada más; no sé si su equipo podría atender otro auto. De todas maneras, yo sigo en el JP. Hablamos a fondo con Gustavo, y pusimos las cartas arriba de la mesa; Gustavo ha estado tan preocupado como yo por el rendimiento de mi auto y han trabajado mucho para encontrar soluciones». Un dato que no podés pasar por alto, para encontrar la última victoria de Guillermo en TC, tenés que remontarte al 2 de octubre de 2016 en Concepción del Uruguay, han pasado 40 carreras; muchas, demasiadas…

-Esa posibilidad Guillermo, que fueras al equipo de Campanerea generó ruido en las filas del TC, en los medios, y desde ya, en tantos de los muchos seguidores que tenés.
-Mirá, no quiero irme del JP, al menos por ahora; repito, quiero que sigamos trabajando para recuperar el funcionamiento del coche y el protagonismo.

El puntero del campeonato, Manuel Urcera maneja el otro Chevrolet del JP, en tanto Valentín Aguirre (8º) corre la Dodge del equipo. Ambos han ganado en lo que va de la temporada y, se encontraban entre los clasificados a la Copa previo a El Villicum. Acerca de supuestas razones que han molestado a Ortelli en el seno del JP, además del consabido funcionamiento del motor, se especuló que no se sentía cómodo porque no tendría la preeminencia de antes en el equipo y además, debido al gran andar de Urcera que podría contar con ciertas prioridades en la atención, apuntalada -se susurró- porqué no en su sólido respaldo económico.

-¿Que te parece Guillermo?
-No, no, para nada; nada de eso. Manu anda muy bien, su auto ha rendido bárbaro pero no pienso en otra cosa. Si yo me diera cuenta, o notara que existiera algo así, que hubiera favoritismos, no dudaría un minuto en irme del equipo.

Fotos: JP Carrera

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