Y UN AVISO QUE NO PUEDE DESATENDERSE.

No sólo las últimas diez, frenéticas vueltas del Grand Prix de Inglaterra transformaron a la competencia en la más apasionante de la decena, que ya lleva apurada la Fórmula 1 2022, pero sí que fueron el momento culminante, con autos de cinco marcas distintas ocupando los seis primeros lugares, y con algunos hitos, como el nuevo ganador número 112 en la historia del Mundial. Así de extraordinaria, El Grand Prix dejó flotando algunos interrogantes, que se intentan develar aquí.

¿Por qué venció Carlos Sainz?

Quedó claro al ojo experto que el español no fue el piloto más veloz del domingo: había sido superado claramente por Max Verstappen en la primera parte y su compañero Charles Leclerc también caminaba mucho más rápido aún con un auto en inferioridad de condiciones: el propio madrileño lo reconoció cediéndole en un momento la posición en la pista. El día anterior, en la clasificación, había sucedido algo parecido en términos de velocidad pura. Pero Sainz se benefició del ojo benévolo de Ferrari, de una decisión estratégica favorable y de una determinación propia para no correr como escudero de Leclerc en ese sprint final, argumentando la presencia cercana de rivales directos como Lewis Hamilton y Sergio Pérez. Esa voluntad de correr para sí y no para el equipo, sin cometer en esa instancia un solo error como en la primera parte del GP, lo depositó en el escalón más alto del podio. Hacía rato que merecía ganar, aunque en Silverstone no haya deslumbrado.

 

  • «Estaba en problemas con el balance de mi auto. Necesitaba mantenerme en la carrera, al final el safety-car entró y lo hicimos. Estaba nervioso antes del último relanzamiento: necesitaba no equivocarme» (Sainz)

¿Ferrari traicionó a Charles Leclerc?

El monegasco podría señalar tres momentos claves en el Grand Prix en los que Ferrari no lo favoreció: el más flagrante fue no haberlo convocado a boxes apenas se neutralizó la carrera tras el abandono de Esteban Ocon, cuando todavía estaba a 500 metros de la entrada a boxes. Con gomas duras y sin un endplate (cinco puntos menos de carga aerodinámica en la trompa) contra una jauría equipada con cubiertas de agarre superior, la victoria habría sido una hazaña. Su defensa final fue heroica pero el cuarto puesto tuvo escaso sabor, especialmente por no haber podido capitalizar el drama de Verstappen. En definitiva, la equivocación de la Q3 se pagó muy caro. Y el reto de Mattia Binotto que mostraron las cámaras, cuando el piloto no podía ocultar su fastidio, pronostica una semana tormentosa en Maranello.

 

  • «Desde mi perspectiva, perdí mucho tiempo. Fue una carrera decepcionante para mí. Pero no soy nadie como para pedirle explicaciones a Ferrari» (Leclerc)
  • «No hay nada que aclarar internamente. A Charles lo calmé, le dije que entendía su decepción, pero que había hecho una carrera fantástica» (Mattia Binotto)
 

¿Qué ocurrió con Max Verstappen?

En el piso seco y con su RedBull RB18 entero, era el piloto más veloz del GP. Un trozo de carbono que había quedado en la pista (producto del toque entre los Alpha Tauri de Gasly y Tsunoda en el giro 11) acabó por provocarle un agujero en el piso, quitándole alrededor de un 20 por ciento de carga y sacándolo del cuadro de aspirantes. Acabó peleando mano a mano contra el Haas de Mick Schumacher (para sentimentales: los padres de ambos fueron compañeros de equipo en Benetton en 1994, 28 años atrás, pero nunca pelearon así en pista…) y esos dos puntos que salvó con denuedo achicaron el deficit con Leclerc y con el sorprendente Checo Pérez, más afirmado que nunca como escolta en el certamen.

 

  • «Después de la carrera, cuando salí del auto, revisé el piso y toda la parte derecha del fondo estaba totalmente destruída. Por eso perdí tanta carga. Sufrí mucho para llegar al final». (Verstappen)
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¿Sergio Pérez pudo haber triunfado, por cómo se dio la carrera?

Sin dudas: perdió el endplate por un toque contra su propio compañero Verstappen en la vuelta inicial, y la inevitable parada, que lo dejó último en la fila, rescató al mejor Checoel que produce carreras consistentes de maravilla. Y en este, su momento más destacado en la Fórmula 1, no podía menos que brillar. El safety-car renovó sus esperanzas dándole una parada prácticamente gratuita, luego dejó atrás con claridad a Lewis Hamilton e intentó entablar una batalla final contra Sainz que no prosperó: fue en esas vueltas que el español hizo más por su triunfo. El cambio de su trompa en el giro 4 mostró, por oposición, otra de las malas decisiones de Ferrari…

¿Qué le faltó a Hamilton para ganar su carrera como local?

Un poco de fortuna: antes del abandono de Ocon se le había abierto una gran chance, y parecía muy competitivo con su W13 contra las Ferrari sobre gomas duras pero más frescas. Las blandas del vertiginoso final no le cayeron tan bien, aunque se las ingenió para fraguar un sorpasso por afuera sobre el disminuido Leclerc que fue uno de los momentos salientes de la carrera; un rato antes, había hecho un 2×1 sobre el propio monegasco y Pérez. Mercedes recuperó terreno con sus desarrollos, tal como se había diagnosticado aquí una semana atrás; si entonces no podíamos negar la chance de que el equipo campeón ganara antes de fin de año, ahora parece más claro que, efectivamente, ese triunfo llegará. De no haberse visto involucrado en el accidente inicial, George Russell podía haber sorprendido largando con gomas duras; el SC le habría regalado una parada gratis y entonces…

«Sin el safety-car habríamos ganado. Teníamos un auto para ganar. Perdimos ritmo en las últimas vueltas: lo teníamos con las gomas duras y con las medias, pero no con las blandas» (Toto Wolff)

Impresionante. El accidente del comienzo (Foto gentileza Autosport).

¿Qué se puede aprender del tremendo accidente de la largada?

Mucho, como es habitual: el Halo -que tanto criticábamos con argumentos estéticos y que tan pronto nos mandó a callar con formidable evidencia- volvió a salvar una vida, en este caso la del chino Guanyu Zhou (por segunda carrera consecutiva, Q3 en qualy); pero las fotografías muestran que, al volcar, la barra antirrolido del Alfa Romeo se quebró, y eso no debe ocurrir. Como siempre, los márgenes de riesgo se achican más y más, pero jamás desaparecerán por completo. El accidente pareció aquel de Allan McNish en Le Mans 2013, peligrosamente terminado muy cerca de la tribuna. El camino de la seguridad máxima posible (que nunca será total) hay que transitarlo sin pausa.

 

 

(Versión original de la nota, en www.pablovignone.com)

PD: El análisis completo del Grand Prix de Inglaterra podés compartirlo, como es habitual, en el Taller de Racing Class Latinoamérica. Este lunes 4 (22 horas de la Argentina, 20 de México). Si te interesa tomar parte, podés informarte escribiendo a consultoriodeformula1@gmail.com. Cupos disponibles y aranceles accesibles.

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1 COMENTARIO

  1. Brillante como siempre pablo. Disfrutemos esta carrera que cuando VER no tenga problemas la va a hacer mucho mas aburrida. Esta escapado aunque no se note demasiado. De P2 para atras todo puede pasar ahora que MB se suma, ferrari sigue sin aprender y checo es una moneda al aire.

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