PASIÓN SIN LIMITES.
La verdadera pasión por una actividad suele presentar resistencia al paso del tiempo. Conocida es la especial pasión, que a diferencia de muchos colegas, tiene Ernesto Tito Bessone por el automovilismo. Se ha visto en aquellas añoradas épocas de los duelos con Juan María Traverso, Guillermo Maldonado, Cocho López, Miguel Guerra y tantos otros con sus múltiples triunfos y títulos en las categorías en las que participó.
En el presente deportivo de Tito no hay nombres trascendentes entre sus rivales, ni maneja autos de avanzada tecnología, ni tampoco compite en una categoría top. Sin embargo su pasión sigue siendo la misma en la Fiat Competizione, telonera habitual de TC2000, convertida en su cable a tierra para sus ganas de seguir corriendo, cuando está a punto (3 de abril) de soplar las 66 velitas. Es lo destacado porque no solo compite, también gana como hizo en la segunda carrera de la reciente fecha en Concordia.
“Amo al automovilismo y lo sigo disfrutando como el primer día” dijo Tito tras el emocionado abrazo con su hijo Figgo. El chico después del triunfo de su papá, redondeó un fin de semana bueno para la familia con su destacado debut en TC2000. “El equipo hizo un excelente trabajo y me entregó un gran auto. Corrí a fondo y con las gomas frías pude hacer maniobras que resultaron clave como el sobrepaso a Marcelo Julián”, contó Bessone quien a su reconocida calidad conductiva, unió un excelente estado físico y una alta motivación. Dos aliados indispensables para demostrar en su caso, que la pasión suele plantearle lucha a ese rival invencible que es el paso del tiempo.