PARECE UNA AFIRMACIÓN MUY ARRIESGADA, SIN EMBARGO…

Al cumplirse la primera vuelta del reciente Grand Prix de los Estados Unidos, en el Circuito de las Américas, Lewis Hamilton le llevaba 836 milésimas de segundo a Max Verstappen.

Al final del GP, los relojes cantaron que el campeón mundial había vencido al inglés por apenas 2s225. En definitiva, entre los giros 1 y 56 de la competencia, el piloto de RedBull había amasado en definitiva algo más de tres segundos sobre Hamilton.
Hasta acá, nada raro. O sí, teniendo en cuenta que Verstappen solía ganar carreras durante este torneo por 20 segundos de diferencia.

La indecisión estratégica del equipo Mercedes (¡James Vowles, volvé!) pretendiendo que Hamilton completara el GP con una sola parada en pits para cambiar algunos giros más adelante, comprometieron las chances de triunfo del siete veces campeón.
En la vuelta 15, cuando se detuvo por primera vez, Verstappen viajaba 4s645 POR DETRÁS de Hamilton. El Mercedes no se detuvo en la vuelta 16, como sí hizo Lando Norris, hasta ahí líder de la carrera: McLaren tomó esa decisión para responder al intento de undercut de RedBull. Mercedes no se planteó esa posibilidad.

En las vueltas 18 y 19, con Verstappen con gomas frescas, el comparativo de tiempos con Hamilton fue el siguiente:
Vuelta 18: 1m40s989 (MV) vs 1m42s787 (LH)
Vuelta 19: 1m40s809 (MV) vs 1m43s523 (LH)

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Hamilton finalmente se detiene en el giro 20. Y Al cumplir el giro 21, Verstappen cruza la línea de sentencia exactamente 6s541 segundos DELANTE de Hamilton.

En definitiva: Entre los giros 15 y 21, el campeón ganó 11s186 segundos sobre su rival. Pero al cabo de la carrera solo le había sacado 2s255.

¿Conclusión? Hamilton podría haber cruzado primero la meta si Mercedes lo hubiera traído a boxes, apropiadamente, en el giro 16. Aunque los fans votaran otra cosa, fue el Piloto del Día en el COTA.

«Estaba esperanzado con alcanzarlo (a Verstappen), pero hubiera necesitado un par de vueltas», reconoció el británico. Dos vueltas más o no haber perdido tanto tiempo en esas vueltas tan lentas…

Después vino el episodio de la plancha, que no fue un intento de trampa sino una transgresión reglamentaria como puede serlo quedarse con menos de un litro de combustible en el depósito al terminar la carrera.

 


Con el panorama completo, la conclusión parece atinada. Por primera vez en el año, el Mercedes pudo ser competitivo. Ayudaron, desde ya, los problemas de frenos del RB19 de Verstappen. El día anterior, con la pista bastante menos caliente que el domingo –y con otras pastillas de frenos-, Max no sufrió esos dramas y le sacó prácticamente medio segundo por vuelta a su rival. Pero el final del GP revivió, acaso por primera vez también desde Abu Dhabi 2021, la rivalidad que había signado los últimos años de la era del Fondo Plano en la F-1.

¿QUÉ CAMBIÓ?

Este Mercedes W14 es un coche con un downforce de aparición impredecible (nunca se sabe cuando se cuenta con esa carga aerodinámica) y mucho drag, resistencia al avance. Esas características le habían quitado confianza a Hamilton. Con ese techo de performance más bajo, George Russell podía desafiarlo y hasta vencerlo.

Pero desde Singapur para acá, los desarrollos y los avances en puesta a punto han vuelto al W14 un poco más predecible y, con el nuevo piso que estrenó en el COTA, ganó más en ese sentido. Y Hamilton produjo una declaración reveladora: “con este avance, ahora siento la cola del auto”. James Allison, el DT de Mercedes, había calibrado la mejora en una décima de segundo pero quedó comprobado que, en manos del piloto inglés, esa ganancia se multiplica por dos o por tres por la confianza que le produce esa predecibilidad del tren trasero. Cuestión de manejo de elite.

Algunas versiones sostienen que este piso flamante incorpora alguna ideas basadas en aquellas fotografías del RB19 que pudieron tomarse cuando Sergio “Checo” Pérez se despistó en las prácticas del GP de Mónaco y su auto fue alzado con una grúa. Cinco meses después podría haber sido posible la réplica por parte de un equipo rival.

Si Mercedes adopta este criterio, la base del auto que fue segundo en pista tanto en el Sprint como en el GP, como concepto para el coche de 2024 –que ya tiene que estar definido y probablemente refinándose- entonces es posible que, contra todos los pronósticos funestos –en términos deportivos- que sostienen que la dupla Verstappen-RedBull (que ya suma 50 triunfos, 30 en las últimos 19 meses) permanecerá imbatida por las próximas dos temporadas, hasta que el reglamento cambie en 2026, Mercedes pueda oponerse, recuperar la competitividad que tuvo hasta fines de 2021 -antes de ingresar en la Era Efecto Suelo- y Hamilton, entonces, pueda pelear por la conquista de su octavo título mundial.

Si lo que se vio en Estados Unidos se hace costumbre y no es una excepción, entonces Hamilton no está tan lejos de su octavo título mundial. No gana un Grand Prix desde hace casi dos años. Parece muy próximo a romper esa racha negativa y conseguir su triunfo número 104. Con la confianza recuperada, podría terminar de aplastar a su compañero Russell: por ahora van 201 a 143…

Por de pronto, la altura de la Ciudad de México puede disimular el otro gran problema del W14, el drag: con un aire 25% menos denso que a nivel del mar, los coches con excesiva resistencia al avance penalizan menos en términos de performance. En 2022, Hamilton fue segundo de Verstappen, algo más de 15 segundos por detrás.

Interesante.

 

 

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