NUNCA ESTUVO TAN ABAJO,

¿Qué tienen en común marcas como Vanwall, Cooper, Lotus, Brabham o Tyrrell? Que todas fueron campeonas mundiales de Fórmula 1. Y luego desaparecieron.

¿Podría suceder lo mismo con McLaren?

Se habla aquí de uno de los equipos más poderosos de toda la historia de la Fórmula 1. Con 12 títulos de pilotos y 8 de constructores. Con 182 triunfos en 832 carreras.

Uno de sus diseñadores más afamados, el sudafricano Gordon Murray (72), el hombre que pergeñó el McLaren MP4/4, que tres décadas atrás ganó 15 de las 16 carreras del Mundial de 1988, acaba de ser nombrado Caballero del Imperio Británico por sus méritos.

Toda esa prosapia no ha impedido su lento pero firme deslizamiento hacia los más oscuros lugares de la grilla de la Fórmula 1. De no haber sido por el pésimo Williams-Mercedes, un auto completamente inestable en las curvas, el McLaren MCL33 habría sido, indudablemente, el peor coche de 2018.

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Llamativamente, en el primer año de su asociación con Renault, McLaren terminó en sexto lugar el campeonato de constructores, a pesar de la pobreza de su chasis. La explicación es una sola: Fernando Alonso. El español sacó al equipo de lo que parecía un seguro anteúltimo puesto en el Mundial de Constructores, y lo clasificó tres lugares más adelante gracias a su capacidad y tesón.

Ocho veces campeón de constructores, McLaren acabó 2018 en el sexto lugar.

McLaren arrancó el 2018 creyendo que contaba con un chasis muy adecuado y que, habiéndose liberado de Honda, los resultados iban a regresar. Pero al tener el mismo motor que RedBull, su mediocridad quedó más en evidencia que nunca.

Lo explicó Andrea Stella, el ex ingeniero de pista de Alonso en Ferrari, y que en McLaren es director de performance. “El diseño del auto es tal que ha hecho difícil mantener downforce en el tren trasero a lo largo de las curvas. Por eso hemos tenido que usar casi siempre un alerón trasero más grande, para compensar”. Así se perdía velocidad, rendimiento y confianza. Si la potencia del motor Renault no era suficiente para que los RedBull pelearan contra las Ferrari y los Mercedes, ¿Qué quedaba para los coches anaranjados?

CAMBIAR PARA NO MORIR

Quedaron lejos los tiempos en los que Ron Dennis rechazaba sponsors de mediana capacidad porque creía que solo los muy importantes podían asociarse a la gloria de McLaren. Hace años que el equipo no cuenta con un patrocinador principal y sobrevive gracias al dinero de la TV y al aporte de sus propietarios bahrainíes (dueños del 56 por ciento del equipo) y nuevos inversores, como el canadiense Michael Latifi, que compró el 10 por ciento a mediados de 2018; lo de Alonso como inversor del equipo fue una broma del Día de los Inocentes que algunos compraron en la Argentina…

Dennis ya no está; un golpe palaciego lo dejó fuera en 2016 de la empresa que hizo grande. La cara visible de McLaren es el estadounidense Zak Brown: él procedió a una enorme reestructuración interna del equipo. Muchos de los que estaban en el arranque del 2018, ya no se encuentran más. Se fue Eric Boullier, llegaron Gil de Ferran como director deportivo, y el ex BAR/Honda Pat Fry, responsable del MCL34 de este año. Siguen Andrea Stella y Simon Roberts, y en poco tiempo más entra James Key (exToro Rosso) como director técnico, aunque sin la chance de influenciar en el coche de esta temporada.

Zak Brown, Gil de Ferran y Fernando Alonso.

Alonso se alejó rumbo a Indianápolis: Brown le armó una escuadra satélite, que dirigirá Bob Fernley, el capacitado ex DD de Force India, con auto propio y motores Chevrolet. Muchos piensan que la operación distrae esfuerzos de la verdadera necesidad de McLaren: resucitar al equipo de F-1…

El liderazgo en la pista quedó a cargo de Carlos Sainz: ¿podrá el joven español lidiar con todo lo que ello representa? A su lado lo va a acompañar Lando Norris, el ascendente británico que tiene mucho para aportar, pero seguramente no la experiencia técnica que el equipo podría necesitar para una temporada de resurgimiento.

https://twitter.com/McLarenF1/status/1069665534013255680

Para colmo, McLaren ya no entra en los esquemas importantes. Ferrari apoya a Haas y, en segundo plano, a Sauber; Mercedes podría hacer de Racing Point (exForce India) un equipo B; RedBull ya lo tiene, es Toro Rosso. ¿Se resignaría McLaren a ser un satélite de Renault? Más: ¿querrá la casa francesa destinarle ese rol, lo que parece improbable?

“Es un año importante para nosotros, para mostrar progreso”, admitió Brown en su informe de cierre de ciclo. “Hay mucho optimismo pero también cautela, porque ya hemos cometido ese error antes. No tenemos idea de hasta dónde avanzó la competencia, pero estamos complacidos con el progreso realizado. Hemos hecho distinto las cosas, hay confianza”. El MCL34 se presenta el próximo 14 de febrero.

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Brown no piensa en una hecatombe final que borre a McLaren del mapa de la Fórmula 1. “Renault nos dice que están contentos con su avance en este periodo. Encontraron más potencia y creen que serán muy competitivos en este nuevo campeonato”, asegura el norteamericano.

Pero sabe que la incertidumbre dominará el panorama: “No ha sido un viaje sencillo en el último par de años. Somos todos guardianes de un legado especial, eso es lo que nos ayuda a trabajar rumbo al suceso”, aclara. El 2019 dirá lo suyo.

Fotos: @McLarenF1 y gentileza Motorsport.com

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