UNA PAUSA OBLIGADA

“Me deja tranquilo que al auto no queda parado, y que lo maneja un buen piloto”, le dice sin altisonancias Martin Moggia a Visión sobre el obligado parate que, por consejo médico debe hacer en la fecha del Súper TC 2000 en Oberá.

Su lugar sobre el Renault Fluence del Ambrogio Racing, lo ocupa el local Rafael Morgenstern, quien así reaparece fugazmente luego de un año y medio alejado de la actividad deportiva, al haberse dedicado a sus tareas en el gobierno provincial, como ministro de deportes de Misiones.

 

Moggia tuvo el espectacular despiste en los entrenamientos en el Zonda. Pudo clasificar y correr, luego estudios médicos posteriores determinaron la necesidad de un reposo por 30 días.

Recordarás que Moggia se pegó un palo bárbaro en los entrenamientos en el Zonda,  en la anterior fecha de Súper TC 2000 y debió ser derivado a un hospital  sanjuanino. Con el alta médica, volvió a las cuatro horas al autódromo; clasificó, corrió la carrera inicial y la final dominguera, aparentemente sin mayores problemas. Por eso, sorprendió el comunicado oficial que días después anunció  la ausencia de Moggia en Oberá por problemas físicos derivados del accidente en San Juan. Algunos recordaron entonces, que aquella tarde sabatina en el box de Renault no todos estaban convencidos de la conveniencia que Moggia saliese a pista tras el accidente.

“Me recomendaron reposo porque el problema no es tanto que corra, sino la posibilidad que un golpe profundice las pequeñas fisuras que tengo en la espalda. ¿Si estaba en condiciones de correr en El Zonda? Sí, porque el médico me dio el alta. Frente a esta situación hay dos teorías: o la lesión no era seria y se agravó con la carrera o ya estaba y no se detectó. Esto último pudo darse porque en San Juan no se hizo un examen tan  fondo, ni tampoco con los tiempos más extensos que se tuvieron en Buenos Aires”, ha revelado Martin quien aceptó resignado pero tranquilo, el período de reposo confiado en que podrá volver a subirse al Fluence en la siguiente fecha, nada menos que en el callejero de Santa Fé el 1 y 2 de septiembre.

Frente a sus coterráneos, el misionero Rafael Morgenstern retornaba al Súper TC 2000 luego de un año y medio.
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Diferente es la situación por la que Matías Milla, el otro accidentado de San Juan, tampoco corría en Oberá. Sin problemas físicos (al día siguiente del vuelco estaba entrenando), su escollo ha sido el no tener auto disponible ya que el Sportteam no terminó los trabajos de reconstrucción del Citroen C4 Lounge dañado en El Zonda el día del mismo estreno. Tampoco viajó a Oberá, Franco Riva. Como Moggia, esperan volver en las calles santafesinas.

 

Fotos: Prensa Renault y prensa Súper TC 2000

 

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