EL FIN DE SEMANA DE LOS FACUNDO

¿Lo tenían  a este otro Facu para pelear por el titulo de Súper TC 2000?

Chapur mantuvo controlado a Rossi, hasta que una falla hidraúlica dejó afuera al Toyota. «Podía haber ganado» lamentó el Misil.

 

Hablamos de Facundo Chapur quien tras insinuar en la carrera del día anterior, el potencial personal y de su Citroen, escalando del 17º puesto al , dominó de punta a punta la carrera dominguera. Rubricó así el exitoso fin semana de los Facundo en el Súper TC 2000 en Rosario, iniciado con la victoria del campeón Ardusso, el gran ganador de la segunda fecha. Llegó como líder del campeonato con apenas 3 puntos de ventaja, y gracias s su triunfo y tercer lugar se fue con 23 de ventaja sobre su compañero Leonel Pernía.

Juntitos, juntitos. Así anduvieron los Renault de Ardusso y Pernía, incluso en una apretada maniobra de sobrepaso a Werner que motivó un reclamo de Peugeot. No prosperó y los pilotos del rombo se consolidaron al tope del campeonato.

 

Extravertido y  verborrágico, con un perfil distinto al bajo y prudente que cultiva su tocayo Ardusso, Facundo Chapur  estuvo cerquita de quedar afuera del Súper TC 2000 para esta temporada  2018- Fue cuando Peugeot necesitó su lugar para cumplir el compromiso de recibir nuevamente a Néstor Girolami, tras su experiencia internacional. Tan cerca estuvo que hasta se dio por hecho su ingreso al JP Carrera de Gustavo Lema para sumarse al TC Mouras, aceptar por fin  el “pedido” de Hugo Mazzacane y así empezar a desandar el camino rumbo a su futuro desembarco en el Turismo Carretera.

Julián Santero compensó para Toyota el abandono de Rossi con un gran escalada que desde el 9º lugar lo llevó al 5º luego de varios y precisos sobrepasos.
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“Sigo con las ganas de ir al TC pero por el momento mi prioridad está en el Súper TC 2000”, le dijo un por entonces tranquilo Chapur a Visión, un rato antes de largarse una final en la que como dueño de la pole, palpitaba su segunda victoria en la categoría. “Con piso seco se forma la huella y es difícil pasar, por eso si mantengo la punta, me van a  tener que correr…”, pronosticó. Resultó un anticipo de lo que se vió en pista un rato después, en una carrera sin los atractivos de la del sábado. Matías Rossi apenas lo corrió unas pocas vueltas hasta que falló la dirección hidráulica de su Toyota. Agustín Canapino fue siempre un lejano y resignado escolta. ”Perdí tiempo en las vueltas iniciales pasando a Werner y Rossi”, lamentó el Titán.

Milla (23), Spataro (22) y Llaver (2) protagonizaron uno de los ásperos duelos que en el lote intermedio aportaron el interés que faltó en la punta.

Quiero dedicarles la victoria  a este excelente equipo que integro”, arrancó diciendo Chapur ante la orgullosa sonrisa de Soledad Bereciartúa, gerente de comunicación de Citroen y DS Argentina, para enseguida pasar a destacar “el trabajo del grupo técnico que encabeza Javier Ciabbatari que me dio un auto increíble y esto es esperanzador (sic) para pelear por el título”. En ese momento se largó esa lluvia que podría haber complicado su paseo veloz, y beneficiado el interés de la carrera y que terminó de acentuar las falencias de infraestructura de un autódromo como el de Rosario que, lejos está de ser el que Pablo Peón ponderó como “boutique” en sus tiempos de presidente de la categoría. No faltan quienes lo extrañan en esta época de incertidumbre que vive el Súper TC 2000.

Valió el reconocimiento de Chapur al equipo Citroen porque desde esas áreas administrativas y deportivas, junto con el deseo de la categoría de impedir que la ACTC  le quitase un piloto de primer nivel, se dieron las condiciones para el cordobés llegase a la marca del doble chevrón, y un domingo nublado en la cuna de la bandera, plantase la suya mostrando que es el otro Facu que quiere ser campeón.

 

Por Miguel Sebastián (Especial desde Rosario)

Fotos: AIF y Prensa Santero.

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