DECISIÓN TOMADA.

Siempre es noticia Matías Rossi. Cuando corre, cuando no corre, cuando gana, cuando no gana, cuando habla, cuando no habla.

Y lo fue de nuevo en las últimas semanas, ante la chance que tenía para seguir en Turismo Carretera, luego de su desvinculación del equipo oficial Toyota, producida a fines del año último.

La noticia que lo involucró tuvo que ver, como en otras ocasiones pasadas, con episodios sucedidos fuera de las pistas. Con sólo acordado su regreso en 2024 al Toyota Team Argentina de TC2000, diluída la posibilidad de continuar en el Stock Car de Brasil, la vuelta al TC de donde se había ido hacía poco, resurgió como una renovada apetencia, además de necesaria. Finalmente, luego de especulaciones y varios idas y vueltas, su decisión de bajarse de la categoría al no tener el aval de la ACTC, y concretamente de su presidente Hugo Mazzacane, no cambió. El Misil pretendía volver a correr con un Chevrolet en lugar de continuar con Toyota como le propuso la categoría con tono de condición innegociable.

Extrañamente, la propuesta de Matías de subirse a un Chivo del flamante Pradecom Racing, se diluyó rápido ante un comunicado del equipo en el que aclaró que las dos butacas disponibles tenían dueños. Eran para Christian Ledesma y Otto Friztler. Tampoco se supo en que aguas naufragó la idea del Dole Racing de armar un Chevrolet para Matías. Marco Jakos le habría propuesto ponerle en pista una Chevy para que la corriera, en un gesto que no prosperó en los hechos, y menos aún ante la postura del presidente de la ACTC con quien, dicho sea de paso, a lo largo de su participación en TC, supo oscilar el vínculo entre momentos de recíproca buena convivencia, con otros álgidos y donde surgieran motivos desacuerdos.

«Es muy emocionante haberle ganado la pole a un piloto como Matías Rossi» reconoció Facundo Aldrighetti, tras su segunda pole en la categoría en un circuito que le cae muy bien.

Lo cierto es que Matías Rossi no corre en el TC en este 2024. “Hablé con Mazzacane y me dijo que no…”, contó Matías sobre la negativa del titular aceteísta, al mencionado pedido de cambio de marca. Rossi ha entendido, trascendió, que la decisión de no permitirle subirse a un Chevrolet, fue de la ACTC y el no tuvo nada que ver. Un escollo increíblemente insalvable en una negociación, y al que aún cuesta encontrarle una justificación lógica. Es entonces donde hay que ahondar en otras cuestiones. Por ejemplo, el enojo de Mazzacane por la determinación de Rossi de regresar tras algunos años al TC2000, primero, y al Top Race más recientemente. Decisiones entendibles de un piloto profesional cercano a los 40 años, que en la plenitud de sus condiciones necesita mantenerse vigente y además, y no menos importantes, sostener los ingresos económicos.

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En el marco del análisis, resulta evidente y vale recordar y reiterar como dato a tener muy en cuenta para encontrar acaso respuestas a lo sucedido que, más allá de apariencias y frases de ocasión, la relación entre Mazzacane y Rossi atravesó durante todos estos años varios momentos ásperos.

Por su carácter contestatario y como permanente fuente de opiniones a veces controversiales, Matías no es alguien a quien la dirigencia de la ACTC mire con mucha simpatía. Es incómodo, como ocurre con quienes suelen alzar su voz, mientras el resto por conveniencia o temor, prefiere el silencio.

No hubo acuerdo entre Matías Rossi y Hugo Mazzacane. Ante la negativa del presidente de la ACTC para otorgarle el pase a Chevrolet, el Misil decidió no correr en TC durante este año.

“Veremos si el año que viene puedo volver al TC…”, ha dicho Matías sin cerrar la puerta al regreso a la categoría. Por ahora, su su retorno al Top Race concretado en el Autódromo de Rosario, le ha surgido como la alternativa más viable para mantener la diversidad de categorías donde participar; estrategia deportiva y comercial, a la cual apelaron en los últimos años principales figuras del automovilismo nacional.

Matías fue noticia entonces, además si bien menos de lo esperado en el arranque de su regreso al Top Race, porque no se quedó con la pole que muchos imaginaban tras el dominio en los entrenamientos y primeros cortes clasificatorios. Ese halago se lo llevó Facundo Aldrighetti del Halcon Motorsport, seguido por Lucas Guerra del equipo JM Motorsport de Juanjo Monteagudo.

¿Y el campeón Josito Di Palma? Quedó afuera del último corte clasificatorio, fue a consecuencia del despiste que llenó de pasto la trompa de su Fiat Cronos. Largaba sexto, tres lugares más atrás que Rossi, presencia la del Misil que como dijo Josito a visionauto en nota anterior, no lo preocupa.

“Cometí un error en el frenaje de la chicana”, explicó Matías sobre el porqué la intuida pole se devaluó en un tercer puesto. “Son decisiones propias del momento”, agregó sin más data, sobre el motivo por el que no aprovechó la segunda vuelta para buscar la pole. Sonó a decisión estratégica con la mira puesta en un regreso triunfal dominguero. No hay vueltas, Matías Rossi siempre es noticia.

Fotos: prensa Top Race y prensa ACTC

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2 COMENTARIOS

  1. Que triste verlo a Matias arrastrarse en esta categoria!!
    La vuelta de pole a 7 SEGUNDOS de la pole que hizo el Misil en 2019 en TC..
    Hoy largaron 14 autos y terminaron 6

  2. Es cierto…no se que es peor..si Rossi corriendo en esa seudo carcasas horribles o declarando después que los levy estaban haciendo las cosas bien levantando la categoría….de que están no pasa de 15 autos nunca…

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