EL CAMPEÓN IMPONE SU LEY A PURO TRIUNFO Y VA POR LA CUARTA CORONA
Pueden ser atractivas, monótonas, intensas, lineales, pero casi siempre las carreras de este TC2000 muestran un común denominador: la presencia de Leonel Pernía en los podios.
No fue la excepción lo visto en la sexta fecha en el Autódromo de Río Cuarto, en el comienzo de la Semana de la Velocidad, a concluir el próximo domingo 18 con Top Race. Como en la primera carrera del fin de semana, Leo subió al podio, pero a diferencia de haberlo ocupado como tercero el sábado, a lo mas alto subió el domingo.
Una fructífera cosecha que ayudada por el temprano abandono de Bernardo Llaver en el choque originado por Tiago Pernia, le permitió estirar a 57 puntos la ventaja en el campeonato. Por la contundencia mostrada por los Renault Fluence, tiene pinta de definitiva la diferencia, sin olvidar que faltan otras seis fechas, que incluyen los 200 Km de Buenos Aires. Es una especialidad de Leo, ganador de sus cuatro últimas ediciones. Para la versión 2024, es posible que cambie a Antonino García, su invitado en los tres últimos años, por el joven Ignacio Montenegro, su ex-compañero, de destacada participación actual en el TCR Europeo y Español.
Sin ser pobre, la buena cantidad de público que ratificó lo sabido, Río Cuarto es una buena plaza para el TC2000, si bien la gente en la ocasión, no se llevó la alta imagen emotiva esperada de la carrera. Más que atractiva, fue desprolija por la sucesión de despistes (Llaver, Tiago Pernía,Teske, Mariano Pernía, Ponce de León), y las dos entradas (la primera demandó 13 minutos, 37% de los 35 minutos de duración de la competencia del auto de seguridad.
“No sabia que había tres autos y no pude hacer nada…”, declaró Tiago, sin sensación de culpa sobre su arriesgada maniobra de querer pasar por afuera a Fineshci y Llaver, que terminó con su Fluence y el Honda del mendocino, despistados en medio de una nube de tierra que, hay que repetir, no habló bien de las medidas de seguridad del circuito. Si Tiago no veía, como reconoció, ¿por qué arriesgó siendo que recién era la primera vuelta? Pecado de un joven de 21 años, esgrimirán sus defensores. Excesiva auto confianza de quien con poco recorrido en el automovilismo, ha logrado bastante y ve el camino más sencillo de lo que realmente lo es, señalarán los más exigentes y objetivos. “Tiago se equivocó al abrirse demasiado pensando no había tres autos”, fue la acertada reflexión de un desilusionado Llaver.
La situación más el segundo ingreso del auto de seguridad, fueron bien aprovechadas, por Matías Rossi para escalar a puro push to pass con su Toyota Corolla, desde el decimoctavo lugar en la grilla hasta las cercanías del líder Leo Pernía.
No hubo el duelo esperado que hubiese dejado otra imagen final. Tampoco antes había existido la lucha entre Leo y Aldrighetti, cuando en un reinicio Facundo buscó recuperar el liderazgo ante el campeón. Hubo un intento que Pernía neutralizó con el mejor estilo de los cierres que su padre Vicente realizaba en el lateral derecho en sus tiempos en Boca. ”Me defendí con todo de Facu, porque si me pasaba era muy posible que Rossi nos alcanzara a los dos y ganase la carrera” argumentó el campeón.
Rossi pasó a Aldrighetti pero al llegar a Pernia para el vibrante final que muchos esperaban ni siquiera se convirtió en amenaza, “No pude atacarlo a Leo porque me quedé sin potencia. Los dos usamos los push to pass al mismo tiempo y nos neutralizamos”, contó Matías, quien se fue satisfecho por volver a sumar varios puntos (ascendió al 6° lugar en el campeonato a 76 puntos de Pernía) pero con la bronca de no quebrar su mala racha en Río Cuarto. ¿Cuál? No haber ganado nunca sobre un TC2000 en el Imperio del Sur cordobés.
Fotos: Prensa TC2000
