UNA MUESTRA DE AUTORIDAD.

La pilcha de candidato le calza justo, cosa de la que dio prueba una vez más en Río Cuarto, donde Marcelo Ciarrocchi logró su tercera victoria de la temporada y la cuarta en cuatro carreras para el Citroën C4 Lounge (en la fecha anterior había vencido su compañero Hernán Palazzo), estirando su ventaja como líder del TC 2000.

Lo del cordobés de Almafuerte fue pura contundencia a pesar de los 65 kilos de lastre en su auto, imponiéndose con tranquilidad en la final más allá de que largó desde el segundo cajón de la grilla, junto al poleman Rodrigo Lugón, con el Fluence. Pero, de movida, Ciarrocchi le tiró toda su experiencia encima, pasó a comandar la carrera, hizo una buena diferencia y la administró hasta el banderazo.

Ciarrocchi dominó de principio a fin y es el rival a vencer para todos.

Detrás, hubo una entretenida lucha entre Lugón, los Ford Focus de Santiago Mallo y Martín Chialvo, el Fluence de Mariano Pernía y el Peugeot 408 de Agustín Lima Capitao. Finalmente, Lugón y Lima terminaron acompañando en el podio a Chelo con un segundo y tercer puesto, respectivamente. Jorge Vitar, que había logrado su primera victoria en el Sprint a bordo de un Chevrolet Cruze, logró un buen 7° puesto.

«Carrera a carrera seguimos evolucionando, es impresionante el potencial del auto. Me la jugué en la largada, porque me parecía que iba ser muy difícil intentarlo después, por suerte me salió bien. El auto funciona excelente en línea generales, tiene un equilibrio impresionante”, detalló Ciarrocchi.

Al lograr en el Sprint su primer triunfo, Vitar fue otro de los protagonistas en Río Cuarto.

Y esta victoria le permitió al cordobés estirar de 26 a 40 puntos su ventaja en el campeonato: suma 164 contra 124 de Pernía, mientras que Chialvo tiene 113 y Palazzo 112. La próxima carrera será el 1° de julio en el Oscar y Juan Gálvez.

 

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Fotos: prensa TC 2000.

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