VOS QUE NOS HACÉS el aguante en Visión, sabés como nos abocamos en forma periódica a uno de los temas cruciales, fundamentales del automovilismo deportivo: La seguridad en los circuitos.

Ahora ante los primeros pasos del calendario fierrero 2017, vale dar una refrescada al vital asunto, relacionado a  pilotos, autos, trabajadores y, desde ya, el público que banca las carreras sin percibir en tantas ocasiones y desde hace demasiados años, medidas de seguridad que minimicen los riesgos de un deporte que es de alto riesgo, pero atención, sólo deber serlo para los pilotos.

La seguridad pasiva dispuesta en autódromos argentinos ha avanzado, si bien no al ritmo apropiado; y desde ya, nunca ha de ser completa. Sin embargo, el cometido no admite pausas y mucho menos aguardar a que sucedan accidentes graves, para llorar sobre la leche derramada, eludiendo además responsabilidades de los sectores involucrados. El luctuoso accidente de Guido Falaschi en Balcarce, resultó un claro y patétito ejemplo de lo que no se debe hacer.

Con la temporada 2017 en marcha, en Visión considerados apropiado refrescar el tema siempre latente de la seguridad en los autódromos del país, que va desde la pista a los sectores a ocupar por el público.

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Te reflejamos en estas imágenes, como sigue afrontándose la problemática en el mundo, en este caso en el circuito de Daytona, EE.UU. El andar constante de barredoras cuando cesa la actividad en pista (alguna vez aplicada en nuestro país, luego caída en desuso para variar), para mantener en condiciones el piso en impecable estado, las defensas elásticas que soportan los muros de cemento, a modo de que ante un impacto, la desaceleración pueda atenuarse y las consecuencias atenuadas. Por otro lado, numerosos servicios de asistencia, personal altamente especializado y prestaciones médicas de alta complejidad. Y fijate, el túnel para ingresar al sector interno; como ves data de años atrás, sin embargo, su estado de mantenimiento queda a la vista, ¿no?, y la limpieza…

Un pantallazo nomás para mantener latente un cuestión vital como es la seguridad.

A propósito de Daytona, donde hace poco tuvieron lugar las 24 Horas y ahora están en puerta las célebres 500 Millas de NASCAR, que sirven para abrir la temporada ante unas 150 mil almas presentes. Las tribunas, separadas de la pista por mallas de acero debidamente colocadas, con todas las medidas exigidas, tienen capacidad para albergar a 101.500 espectadores, a lo que se deben sumar los amplios sectores internos con espacios para descomunales motorhomes que pueden albergar unas 40 o 50 mil almas más.

No es imposible si hubiera decisión, acción y compromiso de todos los actores del automovilismo.

 

Por C.S
Fotos: Visiónauto

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