LE SOBRÓ PAÑO.

Era casi un trámite por cumplir. Y no falló. Gozando de una ventaja casi definitoria, Gastón Crusitta se sacó la espina del año anterior y, esta vez sí, gritó campeón en el Top Race Series al terminar segundo en Río Cuarto, donde se impuso Gonzalo Perlo, su rival por el título, que necesitaba casi un milagro.

El Gato, eyectado de las huestes de la ACTC luego de una pelea -con golpe incluidos- con Luciano Ventricelli (al que se le levantó la suspensión provisoria -suerte de la que Crusitta no disfrutó- y hoy participa en el TC) luego de una final del TC Pista, recayó en el TR Series con la ilusión de volver a ser. E hizo pesar su experiencia, punteando durante toda la temporada y manteniendo un duelo mano a mano con Perlo, en el que pudo imponerse.

A puro trompo celebró el Gato su merecido campenato.

De esta manera, el de Lomas de Zamora aventajó por 17 puntos al de Pilar, más allá de que ambos consiguieron tres victorias. Pero Gastón hizo la diferencia en cuanto a la regularidad y la confiabilidad del Cruze que le entregó el SDE Competición.

«Sufrí la última carrera del campeonato pensando en que por ahí podía romperse el auto. Después, en cuanto al trámite, de la final estuve tranquilo, sabía que tenía que ser muy pensante y hacer mi carrera para salir campeón», explicó el Gato, que tiene claro lo que pretende para el año que viene: «Quiero correr con un V6, vamos a hacer el gran intento, creo que tengo una butaca en el SDE Competicion porque hasta ahora el único confirmado es Mariano Altuna. Sería algo muy lindo y positivo dar el salto».

El festejo del todo el equipo con el auto del campeón.

PIOVANO FESTEJÓ EN SU TIERRA

Si es sensacional ser campeón, mucho mejor debe serlo en su propia tierra, con su gente ahí nomás. Y eso fue lo que disfrutó Santiago Piovano, que con un segundo puesto le sobró para ser el nuevo campeón del Top Race Junior, imponiéndose sobre Franco Morillo -llegó sexto- y Tomás Brezzo, ganador en Río Cuarto (Rodrigo Ortega completó el podio).

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El cordobés redondeó una gran temporada, en la que tuvo un inicio dubitativo pero en la que, a partir de la 3° fecha, comenzó a mostrar el potencial que lo terminó consagrando. Piovano terminó con 131 puntos y un saldo de tres victorias, tres segundos puestos y un tercer lugar.

Piovano fue inteligente en la final y se llevó el título.

“Somos campeones porque fuimos mejores todo el año. Me parece que siempre fuimos un poco más rápido que el resto de los pilotos y he podido anticiparme a encontrarle rápido el límite al auto en cada circuito. A Franco Morillo le quedó el subcampeonato, ya tiene otro, no es malo el 2 pero siempre es mejor el 1. El desequilibrio fue en lo conductivo y lo mental”, celebró Santiago.

 

Fotos: prensa Top Race y SDE Competición.

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