SIN DESCANSO.

No para la Fórmula 1. El objetivo es recuperar parte del terreno que su calendario debió ceder, ante la irrupción del coronavirus que obligó a postergar su inicio por casi cuatro meses. Por eso ahora tras su doble paso por Austria ha llegado a Hungría, aunque con una sola presentación, para completar tres fines de semanas consecutivos con carrera válidas para el campeonato mundial. Algo inédito en su historia, y que en la parte deportiva va a mostrar si continuaba el dominio de Mercedes Benz, o alguien les ponía freno. Y de paso, si Ferrari lograba recuperarse luego del papelón en el Gran Premio de Estiria.

Ver tres fines de semana consecutivos de Fórmula 1 puede sorprender a muchos, pero en cuanto a continuidad  de carreras mundialistas, no encuentra comparación con lo sucedido hace seis décadas. Cuando hubo dos grandes premios de Fórmula 1 que se corrieron en días seguidos…! El asombro por la situación gana terreno, al agregar que esas carreras no fueron en el mismo país, y ni siquiera en el mismo continente…

Sobre un BRM P25, el sueco Joakim Bonnier concretó en el Zandvoort holandés su única victoria en el Campeonato Mundial de Fórmula 1. El día anterior en Indy, se había disputado otra fecha del Mundial.

Un factor clave en esta particular situación fue la fecha que en la primera década mantenían en el calendario mundialista las 500 Millas de Indianápolis. Una presencia simplemente simbólica ya que a excepción de 1952, con el italiano Alberto Ascari, nunca contó con la participación de los habituales pilotos del campeonato del mundo. También por aquellos años las Indy 500 tenían como inamovible fecha el 30 de mayo, el Memorial Day (Día de los Caídos en Guerra) para los estadounidenses. Se corrían en esa fecha sin importar que no fuese un fin de semana.

Así fue que el sábado 30 de mayo de 1959, como segunda fecha del Mundial se corrió una nueva edición de las 500 Millas, con el triunfo del estadounidense Roger Ward, al mismo tiempo que en Zandvoort, el grupo de habituales participantes del Mundial, clasificaba para el Gran Premio de Holanda, disputado el domingo 31 de mayo con la única victoria que el sueco Joakim Bonnier logró en sus 104 carreras en el Campeonato Mundial.

El estadounidense Jim Rathmann prevaleció en el intenso duelo que mantuvo con Roger Ward en las Indy 500 de 1960 y se tomó revancha de la derrota sufrida en la edición anterior ante su compatriota.

La situación se repitió en 1960 pero con el orden inverso. En las calles de Montecarlo, el domingo 29 de mayo el inglés Stirling Moss le dio a Lotus el primero de sus 81 éxitos en la F-1, mientras que al día siguiente, lunes 30, el estadounidense Jim Rathmann se tomaba revancha de la derrota del año anterior ante Ward, y ganaba las ultimas 500 Millas corridas como fecha del Mundial de Fórmula 1.

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No hubo tercera vez para esa situación de casi superposición de fecha mundialistas de Fórmula 1, que actualmente es inconcebible. Claro que tampoco podían concebirse tres fines de semana consecutivos con grandes premios y en Hungría lo tendremos.

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